REPERTORIO AMERICANO 239 LUCEM As PICIO a la boca de su madriguera todos los objetos duros LA EDAD DE ORO que halla; en torno de cada una de estas madrigueras se ven reunidos en montón informe numerosos huesos de reses, piedras, tallos de cardos, terroLecturas para niños nes endurecidos, fango seco, etc. en cantidad suficiente para llenar una carretilla. Me contaron, y tiene (Suplemento al Repertorio Americano) visos de verdad, que habiéndosele perdido el reloj a un señor mientras pasaba a caballo por un sitio abundante en vizcachas, volvió a la mañana siguiente, y registrando los montones de las vizcacheras próxiYo, catedrático mas al camino lo halló, como esperaba. Este hábito de recoger todo lo que haya cerca de su guarida debe Junto a las paredes, imponerle a este roedor un gran trabajo. Para explipor el ancho patio, car con qué fin se haga no tengo ni la más remota van los profesores conjetura; desde luego no hay que pensar en la decasi con recato: fensa, porque el montón de objetos se halla colocado libros y papeles sobre la boca de la madriguera, que penetra en tierra debajo del brazo, con una pequeñísima inclinación. Sin duda debe de largo el sobretodo existir alguna razón, pero los habitantes del país la y medido el paso.
ignoran por completo. Un solo hecho análogo al anYo voy confundido terior conozco, y es el hábito de la extraña ave ausentre los muchachos: traliana Calodera maculata, que construye un pasadizo el cabello al viento, abovedado, con palitos para jugar en él, y en las vacías las manos.
inmediaciones amontona conchas de mar y de río, Me empujan de frente, huesos y plumas, prefiriendo las de colores brillantes.
me tiran de lado, Mr. Gould, que ha descrito estos hechos, me participa se me viene encima que los naturales, cuando pierden algún objeto duro, aquel de quinto año lo buscan en los pasadizos mencionados, y sabe que que trae, como lanza, en ellos se encontro la pipa de un fumador.
un mapa arrollado.
Consúltame el otro, CARLOS DARWIN cualquier caso raro, me pide un consejo. Trad. del inglés. un punto más alto. voy confundido entre los muchachos.
Aurora son ellos; yo voy al ocaso.
Una lección de economía ¡Pudiera ser que se me pegue algo!
Misia Hormiguita es muy trabajadora y económica. Por eso, en uno de los cajones de su comoda FERNÁNDEZ MORENO tiene formado un montón brillante de moneditas de oro, producto de sus ahorros. Ayer, el señor EscaraArgentina.
bajo, que usa una capa muy bonita de seda tornasol, vino a invitarla, en nombre de su señora, para una fiesta que ambos darán en honor de la señorita Mariposa, quien se casará dentro de unos dias. Misia HorLa vizcacha. miguita está perpleja. Tantas han sido sus tareas, que no ha podido hacerse un solo vestido de reunión Su refugio predilecto parecen ser aquellas partes para esta temporada. Piensa que tendrá que comde la llanura que durante una mitad del año están prárselo hecho, lo cual le costará carisimo y quizás cubiertas de cardos gigantes, con exclusión de otras le comprometa todas las moneditas de oro. Esto la plantas. Los gauchos afirman que vive de raíces, y entristece, pues con ellas pensaba adquirir una pieza este aserto parece probable si se atiende a la robustez de crea. Sus sábanas están algo raidas y tiene necede sus incisivos y a la clase de lugares que frecuenta.
sidad de hacer, cuando menos, media docena de sáPor la noche las vizcachas salen en gran número y banas nuevas. Valen un dineral las confecciones, que se sientan tranquilamente sobre sus ancas en la boca no siempre satisfacen plenamente. Así, decide no de sus guaridas. En tales horas no se muestran esasistir a la fiesta. Pero su esposo le dice: quivas, y un hombre que pase a caballo junto a ellas Debes ir. Trabajas mucho y es justo que te les parece un objeto digno sólo de su grave contemdiviertas. Sólo los haraganes no tienen derecho a la plación. Corren muy desgarbadamente, y cuando lo distracción y al descanso. Tú no estás en ese caso.
hacen, sin temor al peligro; por sus levantadas colas Anda. Entonces, misia Hormiguita piensa: y cortas patas delanteras se parecen mucho a enormes Teñiré de verde oscuro mi vestido de seda ratas. Su carne, después de cocida, es muy blanca y color oro. Lo bordaré con el azabache de mi tapado, saludable, pero se hace escaso consumo de ella.
que ya no se usa, y tendré, quizás, un vestido eleLa vizcacha tiene la singular costumbre de llevar gante. se pone a la tarea. Como el azul, combinado con el amarillo, produce el verde, misia Hormiguita (1) La vizcacha (Lagostomus trichodactylus) se parece algo a un compra anilina azul en una farmacia, la deslie en conejo grande, pero sus incisivos son de mayor tamaño y está provista de larga cola; además, sólo tiene tres dedos en las patas traseras, como agua, le agrega unas gotas de alcohol y después de el aguti. del descoser su vestido, lo sumerge en ella. Lo deja asi 11 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica