254 REPERTORIO AMERICANO Idolo cruel y extraño de un culto innominado me exigirás la entera renuncia, la absoluta, y al morir de los Tiempos, junto a la llama viva de tu escultura roja, sólo seré una oscura tristeza vigilante dolorosa y lejana y sobre el mausoleo de tanta ilusión viuda la realidad más alta que tendrá mi Destino será el fuego implacable, vibrando en tu escultura!
Granado Sobre la tierra que me reciba quiero un granado.
Las ramas verdes, frescas, lustrosas que el sol aviva darán al viento mi enamorado sueño de campos, de agua y de rosas!
Arbol de fuego árbol de vida cuando se incendien de ascuas sus hojas será un milagro de bocas rojas sobre mi boca ya enmudecida.
Gorjear de pájaros, zumbar de abejas ecos del viento de la montaña Para gran escritor notte amigo. garcia Monge Bi aires waua alicaforuje serán mis versos, serán mis risas, serán mis quejas en una sola canción extraña!
Rubor de savia, sangre del sol cuando en las frutas viva un intenso zumo arrebol.
Un rubí en agua, que se desangre por cada grano. maduro donserá mi múltiple corazón fructificado frente al anhelo de toda mano. Poemas de María Luisa Domínguez Para Repertorio Americano Nocturno Escultura de llamas En la noche profunda mi inquietud de lo Ignoto se agudiza hacia arriba como la punta oscura del ciprés silencioso que es un cirio apagado.
En una sola llama de soberbio esplendor esculpiré tu imagen y avivaré su fuego con las corolas rotas de todos mis ensueños.
Resbalará la sangre fragante de las flores y miraré impasible retorcerse los pétalos. Esta luna amarilla se me figura un loto nadando sobre el cielo, de un azul de agua pura ancho rio nocturno de cauce innominado. Como al idolo antiguo de un misterioso culto yo he de sacrificarte lo mejor de mi misma y rompere a tus plantas el collar de rubies que enriqueció de rojo mi joven alegria; una a una las cuentas desgranarán su fuego para ti convertidas en crepitar de chispas.
El rumor de las ramas y el olor a hojas muertas me siguen por las sendas oscuras que camino y un recuerdo que trae su sombra a mi destino me sigue en la obsesión de dos alas abiertas de terciopelo negro, que en avidez de lazo quieren ceñir mi pecho con un sombrio abrazo.
Después te daré muertos los pájaros del Alba en cuyas alas viven la luz de oro, el rocio y el color verde tierno de los brotes primeros, los pájaros del alba que se labraron nido en este corazón mucho antes que tu nombre, buho oscuro que ahora lo ha tornado sombrio.
Mi misma fiebre enciende las pupilas de un cuervo como dos esmeraldas calientes en la sombra todo, todo un futuro de presagios me nombra por la voz misteriosa de tu recuerdo acerbo.
Siento crecer en mi alma como una amarga ola la idea de la muerte, la pena de estar sola, la desesperada renuncia de mi dicha florecerá de lirios morados mi camino.
el pensamiento fijo de saberte muy lejos perdido en algún mundo de luces y de espejos.
Tú serás la soberbia y encendida escultura de una gran llamarada que nutriré en mí misma y desde el plinto negro de mi constancia eterna dominarás los valles oscuros de la Vida con la altivez tranquila que eternizó en el Arte el imperio de todas las estatuas antiguas.
La sangrienta y pesada rosa de mi alegria se ha recogido trémula. Siento el mordisco helado de un ala de murciélago pegajosa y sombria que en su volar oblicuo sobre mí, me ha rozado. Buenos Aires, 1928. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica