REPERTORIO AMERICANO 41 dia UN me dijo don Leopoldo Lugones, con frase casi textual. Glusberg será un gran novelista y es, entre los jóvenes, el que mejores cuentos escribe en América. Esta apreciación del gran poeta argentino dista mucho de ser un estimulo o halago para el novel escritor. Lugones no gusta de halagar a nadie, y si a veces estimula con sus criticas entusiastas la aparición de un nuevo valor literario, es porque está convencido que a la larga no lo defraudará su vaticinio, auna ser el elogiado como tantos otros, su su más acé rrimo enemigo y negador de su obra e influencia de maestro.
Samuel Glusberg es el temperamento más inquieto y avizor de cuantos he conocido. Es temible cuando se trata de ridiculizar a alguien, posee el don sobrenatural y sutil del humor.
Aplica el adjetivo justo y caistico y y su visión psicológica es muy honda y certera. Siempre recordaré una página suya sobre Tagore, cuando este visito Notas sobre Samuel Glusberg la Argentina, donde la solemnidad ambigua del poeta hindú (Arca de Noé la llama) y el sición sintética extractada de quedó caricaturizada con aguda sagacísimo estudio sobre la úl los libros antiguos y modernos, maestria, con todo y su túnica tima novela de Larreta, Zo constituye una de las innovay barbas respetabilisimas. goibi; es de los pocos críticos ciones más originales y acerquizás por la misma hilaridad que no se han dejado impre tadas que ofrece Glusberg al que estas cosas arcaicas des sionar con la réclame hecha al apresurado público lector de piertan en los jóvenes de Amé. folletin del autor de La gloria revistas. En fin, su ojo siempre rica. Glusberg posee un fini de don Ramiro. Con frecuencia, está alerta sobre el panorama simo sentido crítico. Bajo el no la suficientemente asidua de la literatura mundial, en su pseudónimo de Enrique Espi como fuera de desear, publica afán de vivir al día en lo connoza nos da muy a menudo in en las revistas estudios biblio cerniente a la cultura mental.
formaciones amenas y eruditas gráficos sobre literatura ale Glusberg es un profundo obsobre libros y hombres. Comen mana, rusa, francesa, etc. de servador de la vida. contarios jugosos son los suyos las que es profundo conocedor. verge especialmente su atención sobre la Antologia de Noé, Su Esencia de Lecturas, expo hacia el Gheto porteño, fácilmente asequible para él, que en sus venas corre sangre israelita, pero que resulta un enigma para cualquier observador, por más perspicaz que sea. En su único volumen de cuentos que hasta hoy ha publicado, La Levita Gris, nos da un conjunto de narraciones donde su honda observación nos transcribe sus afortunadas incursiones por la vida y costumbres de los judios porteños; sus relatos son de jovial amenidad y los dramas más intensos se desarrollan sin an sin teatralidad cursi. Este libro será de gran trascendencia en la historia literaria argentina. Es la más patética minuciosa documentación ntación sobre una raza que tanto ha contribuido a la deza espiritual y económica de la República Argentina.
Glusberg, sin preocupaciones raciales ha escrito páginas magistrales sobre los judíos.
Glusberg, después de Arturo Cancela, es el humorista porteño más genuino.
Samuel Glusberg ha desarrollado sus actividades en otro ramo estrechamente ligado con las letras. Es editor. Fundo y dirige la EDITORIAL BABEL, que presenta los libros de los me.
jores escritores argentinos y americanos. Sanin Cano le ha hecho el honor de enriquecer esta colección con un volumen, el primero que se decidiera a publicar, La civilización manual Primicia literaria ésta de resonancia mundial que la EDITORIAL BABEL ofreció a su público selecto. Pasa a la página 17. El asesinato de su primero y Mate amargo único varoncito en el pogrom de kischinev, más el nacimiento Del tomo La Levita Gris, cuentos judíos anormal de una segunda criade ambiente porteño, por Samuel Glusberg, tura, a causa de los trastornos EDITORIAL BABEL. Buenos Aires. 1921.
que durante la matanza sufrió la madre, fueron causas harto Leopoldo Lugones suficientes para que Abraham Abraham Petacóvsky era un contra la voluntad de Jane GuiPetacóvsky, dejando su oficio de melamed. preceptor de hejudío pequeño, simpático, con tel, su esposa, una mujer, fidebreo. se decidiera a emigrar el aire inteligente y dulce de lísima, tan devota como fea, de Rusia. Dirigióse en un prinlas personas amables. Sus ojipero de mucho orgullo. De cipio a los Estados Unidos (la llos claros, amortiguaban hasta tanto, que no obstante haber América por excelencia de los la palidez cadaverica, el rostro el tío Petacovsky judios de ayer y yanquis de alargado por una bari irregu años difíciles, lamentaba siemhoy. Pero, ya en Hamburgo, lary La nariz, de puro pre el tiempo antiguo en nuesvióse obligado, por razones di estilo hebraico, parecia caersele tra Rusia. resignada en sus plomáticas según bromeó des en la boca de gruesos labios veintisiete años escasos, pués. cambiar de rumbo. irónicos. Aunque no contaba caba toda su esperanza en las en los primeros días de no más de treinta años, su aspecto dos criaturas que habían sobreviembre del año 1905 llegaba, era el de un viejo. Por eso, vivido a los horrores del pocon su mujer y las dos nenas, tal vez, sus parientes de Buenos grom: Elisa, de siete años, y a Buenos Aires.
Aires llamáronlo tío Petacóvsky, Beile, de uno apenas.
No se arrepintió el tio Petacovsky de su arribo a la Argentina. Buenos Aires, la ciudad acerca de la cual habia tenido tan peregrinas noticias en el buque, resultó muy de su agrado. Esperábanlo en el viejo Hotel de Inmigrantes dos cercanos parientes de la mujer y algunos amigos.
Gracia a ellos a quienes ya debia parte del pasaje logró instalarse en seguida bajo techo seguro. Fue en una pieza subalquilada a cierta familia criolla en el antiguo barrio de los Corrales. Para instalarse alla, tanto el tío Petacóvsky, como su mujer, tuvieron que dejar a un lado escrúpulos religiosos: resolverse a vivir entre goim.
pasado con Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica