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REPERTORIO AMERICANO 347 Nuestra a patía «Recuerda usted con exactitud, le pregunta Rivera Garrido, en la entrevista que tuvo con él en Buga, en 1897, que personas consEXISTE entre nosotros el prejuicio de que Es ridiculo eso de combatir a los extran tituían la familia del señor Jorge Enrique jeros, si aún no tenemos el sentido de lo Isaacs cuando vivió en El Paraiso?
balanza de nuestro criterio, en un platillo patrio, y peor aún si tratamos de encubrir Si, señor, como nó! Era el patrón Jorge, ponemos una obra nacional y en el otro a los que tienen algo que dar a su país. mi señora Manuelita y los niños. Nombróalgo producido fuera del pais, el pobre Caso doloroso el de don Joaquín Garcia los sin omitir ninguno, lo mismo que a las platillo del esfuerzo patrio, hace el ridículo Monge: diez años de sacrificio publicando señoritas. al verse remontado por los aires al peso el Repertorio Americano, que no tiene otro. No hace usted memoria de alguna niña, de la producción extranjera.
fin que el difundir cultura, y sin embargo, parienta de su patrón, que viviese en la Van ya dos libros hijos de la más brillante el adelanto del Repertorio por la acogida hacienda con la familia?
paternidad nacional que no han tenido ni nacional es bien poco, acaso por su inde Quedóse el negro pensativo unos insel consuelo de ser relegados al olvido porque pendencia y por no mezclarse en asuntos tantes y luego, como quien de pronto rehan nacido en él, son ellos: Un estudio de de baja politica que sólo llevan en sí la co cuerda algo que hace tiempo tiene olvidado: Rafael Cardona sobre el Quijote que mucho modidad personal. Es bien pobre en verdad. Si, señor; vivía en la hacienda una niña honra la lengua, y un libro de poesias pu la acogida que se le tributa a ese semana que trajo el patrón Jorge muy pequeñita de blicado por Don Roberto Brenes Mesén, de rio, gobernado por la más independiente por allá de las orillas del mar. Decia que quien huelga hablar, por su valor ya adquirido cabeza del pais.
era hija de un primo o hermano del patrón.
palmo a palmo, ilustre costarricense que ha En fin, que pobre patria ésta que desea. Cómo se llamaba esa niña?
tenido que levantar su tienda fuera de la independizarse del extranjero sin amar lo Eloisa.
patria, no libre aún de los rencores que propio; nos quedaremos sin los otros, y. Era tratada en un pie igual a las niñas arranca a la mezquindad todo el que lleva siempre sin el sentido ese que da la inde de la casa?
una luz.
pendencia, el amor a lo que produce el her. Lo mismo, señor, lo mismo!
Incapacidad? Seguramente no sólo exis mano que ha nacido bajo el mismo cielo y. Era bonita esa nina?
ten las malas voluntades, y el error ese sobre el mismo terruño. Preciosa, patrón, y tan buena.
fundamental de creer que obstaculizando el Nos resta la esperanza, que abriga, que. Qué recuerdos particulares tiene usted triunfo de los otros nos hacemos un benefi estas a manera de quejas, levanten el apre de Eloisa?
cio a nosotros mism En sintesis: algo cio, por lo que con orgullo debemos llamar Voy a decirlo patrón: de cuando ella egoismo.
nacional.
estaba chiquita, asi (e hizo ademán de indicar el tamaño de la niña, extendiendo la Ma Jiménez mano derecha, abierta verticalmente, a la altura de una vara del suelo. no recuerdo San José, Costa Rica.
sino que la querian y contemplaban mucho en la casa; ya se ve, era huerfanita la vida mía y tan sabida. Después, cuando ya la niña estuvo espigadita como en los quince, La bella realidad de la Maria de Jorge Isaacs recuerdo que me encargaba le llevara azucenas y macetas de flores del monte para De Lecturas Dominicales. Bogotá hacer ramos y adornar con ellos el oratorio (Concluye. Véase la entrega anterior. y el cuarto del patroncito. Créame, blanco, pero era muy rolamida y donosa la niña Eloisa.
los diez y ocho años, vivo, encarnado por esa niña. qué suerte corrió?
Tales son los datos biográficos ciertos de un milagro.
Como yo me deserté de la hacienda la vida de Isaacs, especialmente en cuanto Observese que coincide la edad expresamucho antes de que mi patrón don Jorge y se refieren a Maria. De ellos aparece que da en la carta con la que realmente tenía las señoras se murieran, y nunca he vuelto justamente de diez y ocho años, la edad el poeta en el tiempo en que se compro ella, no sé a derechas si fué que la niña del amor, vivió en El Paraiso hasta que la El Paraiso.
Eloísa falleció, como me parece haberlo oído revolución de 1860, que en el Cauca fue La otra carta está suscrita en Bogotá el decir, o si existe todavia. asoladora, trajo la ruina al hogar y dispersó 22 de junio de 1880 y se refiere al famoso Por último, en La visión del Castillo la familia.
retrato de María ejecutado por Dorronsoro (hacienda situada cerca de El Paraíso sobre en aquel año: otra falda de la Cordillera Central. Isaacs Dios de Israel! Oh Dios cuya mirada Alumbra al peregrino en su jornada. mi llegada aqui satisfice el deseo de evoca a la novia de su juventud: Héme cual niño me postré ante ti: ver el cuadro que usted dibujó, representaOh diosa de mis sueños de juventud! en vano Mi dicha niebla fue que disipaste, ción de la heroina de la novela que escribi Ya exánime y sin rumbo de nuevo te invoqué, Al humilde y al pobre me igualaste.
en 1867. Admiré esa obra, que es testimonio errante en las tinieblas, buscándote mi mano, Lejos de esta mansión voy a morir.
irrecusable de la habilidad y talentos de Crei besar la tuya, brindómujer.
usted; usted la hizo con el alma, que no Tan bella, tan amante, su pureza; Los que piensan que María es una ficción con el lápiz, y mezcla de gratitud y de ad Dichoso fuí su esclavo, pagué su compasión; olvidan que si hay algo que no puede fingirse miración senti contemplando el cuadro.
La di mi hogar por trono, por lujo mi pobreza, es el amor sincero, la pasión pura. Maria es bra usted habr sido perfecta, Colmó mi sed de Lázaro su inagotable amor.
verdad, porque todo alli armoniza con la según mi humilde dictamen, si la nariz, que «Me olvidarás por siempre, visión de mis encantos, realidad, porque conmueve hasta las más es de tipo español, hubiese sido recta, pero Celosa de mi vida, de tan mundano bien?
hondas fibras del corazón, porque leyendola dulce, si me permite usted la expresión, y Oh, vuelve y dicta al vate los inmortales cantos, sentimos que si hubiéramos tenido el genio judia, no recargada en la extremidad, y si Tus versos con mis lágrimas y sangre escribire!
de Isaacs la habríamos escrito, porque fue como inflable, aunque casta, a impulso de De los demás personajes de segundo orvivida y escrita con lágrimas. Entonces yo ciertas emociones; la mano, más visible, es den que figuran en Maria habló Juan Angel amaba, confiesa el mismo Isaacs, creia tánto; también menos pequeña que debiera ser; la en su entrevista con Rivera Garrido, con la el ángel mujer de mis sueños de niño habia base del rostro pudo dejarse menos carnu precisión que le permitían sus recuerdos de sido la gloria. Cuando se estaba haciendo da. lo demás. sobre todo los ojos, esa aquellos lejanos tiempos, pues Juan Angel la primera edición de ese librito en Bogotá, frente, esos cabellos y la forma en que ali en 1897 era un anciano. Reconoció a sus me fué penosa la corrección de las pruebas neados están, y la garganta purísima, y los amos y a toda la familia Isaacs en el antiguo en los últimos capítulos. Si apurado por los labios ligeramente imperativos, que parece daguerrotipo que le mostró Rivera Garrido impresores me contraia enseguida y sólo a van a sonreir ya, y el seno purísimo. tan la prosaica y enojosa tarea, lágrimas imporbellamente cubierto por esa tela blanca y y del cual existe una copia en Bogotá en la colección del respetable caballero don tunas me nublaban los ojos.
transparente, y el conjunto de todo: es ella Alberto Williamson. Se conmovió al ver la Para demostrar la existencia real de Maria o casi ella, y esa es la gloria de usted y fotografia de la hacienda de El Paraiso y, el motivo de mi admiración.
especialmente, al oír leer las páginas en tenemos preciosos documentos. Dos cartas La Virgen de la Silla de Rafael, modifide Isaacs dirigidas a Rivera Garrido y a que Jorge Isaacs relata los últimos momendon Alejandro Dorronsoro, institutor y pintor cada un poquito la nariz, del modo que he tos de Feliciana, madre de Juan Angel.
bugueño. La primera dice: dicho, puede servirle de modelo para esa cordó las nupcias de Bruno y Remigia, esfacción: y perdóneme la insistencia en ese clavos de la hacienda de La Manuelita, y «Mi novia era una muchachita de catorce punto; se ha fijado usted en algún retrato los menores detalles de la vida que llevaban años, fresca como los claveles de El Pa mio? esa es la forma de nariz en nuestra en El Paraiso sus patrones. Al preguntarle raiso y timida como una cuncuna recién familias; mas debe idealizada para aquel por el «retinto oscuro mostró en el brazo aprisionada. Yo era todo corazón (yasi rostro de hermosura sobrehumana izquierdo la cicatriz de un mordisco, y al morire. y ese corazón era todo, todo de Otro documento es la confesión de Juan hablarle de Custodio, el honrado labriego ella. Aquella mujer tan pura y amorosa era Angel Molina, personaje sobreviviente de mi sueño de todas las horas, mi sueño de Maria, a don Luciano Rivera Garrido: que poseía un cacaotal y era el padre de la gentil Salomé, contestó. Pues con esos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica