376 REPERTORIO AMERICANO Pasión y muerte de José María Vélez Gomara Una novela de Alfonso HerMeditaciones de un lector nández Catá. No pretendo inpropósitos. El cuñado le escribia con noticias de negocios y vadir áreas ajenas a mis cotidiarecomendaciones de conducta.
nas preocupaciones. Lejos, pues, Era como si toda la ciudad le de mi designio componer una hubiese escrito para sacarle del crónica de critica literaria. Otras olvido. Recordo entonces el suiestilográficas más versadas en De La Libertad. Madrid cidio enmascarado de su padre.
tales faenas comentarán la recientisima novela de Alfonso Hernández Catá, El Angel El tren metropolitano salia del túnel. Dio un traspiés. Un largo estrépito de hierros y de Sodoma, que se instala hoy tras la cristaleria de los libreros, editada con elegancia.
de gritos pasó sobre su carne virgen e impura.
Pero mis afanes de lector vigilante que proInterpretaciones modernas del homocura airear el hermético recinto especialista sexualismo. Alfonso Hernández Catá nos abriendo las ventanas de su espiritu sobre ofrece en esa historia triste y conmovedora el campo luminoso de la literatura, han ensanchado mis horizontes mentales, trayénun documento humano de valor superlativo.
El novelista sabe que el relato nada gana doine la convicción de que en psicologia con citas cientificas; pero su prosa aligera acaso calan más hondo los poetas y los noestá cimentada en las más modernas convelistas que los técnicos encerrados en el cepciones biológicas. El edificio de su ficción angosto ambiente de una rama cientifica.
denuncia vastísima cultura. La obra elegante En esta novela de Alfonso Hernández Catiene tras sí muchas noches de vigilia contá, como en casi todas las páginas de su sagradas al estudio del asunto.
literatura de minorias selectas, el dolor y la Catá nos demuestra la naturaleza congémuerte son los protagonistas. Encerradas nita del homosexualismo, que ya Platón adien el maravilloso continente de un estilo vinó cuando dijo poéticamente que el ser grave y correctisimo llegan las ficciones de masculino era producido por el sol, el femeCatá a sus lectores. De sus libros han huido nino por la tierra y el tercero, que particilos episodios de amor fácil, y con una honpa de los dos sexos, por la luna que tanto radez ejemplar jamás hace concesiones al tiene de tierra como de sol.
gran público, ávido de episodios desenlazaLos modernos sexuólogos han iluminado dos placenteramente. En La muerte nueva, con el potente foco de la endocrinologia y en El bebedor de lágrimas sus dos noAMELDE 14 FVENTE las cuestiones homosexuales, demostrando velas mayores y en sus cuentos maestros. XVII.
su origen orgánico, hasta el punto de que Catá deja a sus criaturas entregadas al desel antiguo concepto de «psicopatia sexual, tino triste de sus vidas y muertes atormenconsagrado por Krafft Ebing, ha sido substitadas, sin que la mano del progenitor se Alfonso Hernández Catá tuido por el de «patologia sexual, que alcanza interponga en el desenlace. Por eso mismo su máximo acierto en la obra admirable de sus obras van transidas de un fluido humano Magnus Hirschfeld. En España Gregorio que hace a sus personajes hombres y mujeformas indecisas entre los dos sexos, difeMarañón, que en estos últimos años centra res de carne y sangre con los que el lector renciaba su torso del velludo de Jaime.
sus preocupaciones en el problema de la vida se identifica hasta sentirlos fuera del papel Equivoca dejadez afinaba las facciones; la de los sexos y que ahora está en trance de y verlos moverse sin albedrío en mitad de boca participaba de algo de la de sus herlanzar una obra condensadora de su faena los conflictos vitales.
manas, en las violetas de las ojeras el verde dos lustros sobre la intersexualidad, Los más destacados seres que crea Catá dor de los ojos tenia un rayo anormal triste.
afirma que «toda forma de inversión sexual son bebedores de lágrimas, de lágrimas ajeY por esa tristeza el odio se fué trocando corresponde a una inversión orgánica pronas o de llanto propio. José Maria Vélez poco a poco en lástima. Hubiera querido pia.
Gomara, el ángel de Sodoma, le estamos desdoblarse, volver sobre el resto de su viendo constantemente sorberse los lagrimopobre ser lo mejor de sí, para acariciarse Consecuencias jurídicas. Los cientifines de sus verdes ojos.
y consolarse. Pero no: esa ansia de consuelo cos, conscientes de la obscura tragedia del y caricia era feminidad también. José Maria sexo, miran con pupila enemiga las viejas El Angel de Sodoma. José Maria Ve acometido de una debilidad inmensa, sintienconcepciones penales que estimaban como léz Gomara es el primogénito de una fami dose completo en las dos mitades sexuales hecho delictivo el homosexualismo. Los Colia blasonada. La madre, activa y menuda, que cobijaban sus dos nombres, ocultó la murió dejando la casa sin timón. El padre, digos de Alemania y de Chile, al incluir en cabeza debajo de la almohada y se puso a su repertorio de delitos las uniones homode gigantesco cuerpo, hallo un dia premedi sollozar sin ruido. No lloraba por él, sino sexuales, legislaron de espaldas a la ciencia; tada inuerte en un cochecillo minúsculo pin por sus antepasados, por sus hermanos, por lo peor es que el yerro perdura en algunos tado de rojo, y sus hijos cobraron la póliza los hijos que ellos pudieran tener a los cua proyectos modernisimos, como el suizo, el del seguro, con lo que el problema econó les iban a legarles un nombre sucio. Su llanto italiano y el alemán, contra los que dispamico quedó zanjado para los huérfanos. La es ese llanto silencioso, casi subterráneo, ran agudos dardos críticos, médicos y socionobleza de la estirpe y el sacrificio del cor de las madres logos. En el segundo Congreso de Reforma pulento padre hicieron en derredor de los Mas José María se propuso triunfar de su sexual habido en Copenhague el último julio descendientes una atmósfera de respeto vi sino desviado que el José venciera al Maria se condenó el proyecto de Código penal gilada por toda la ciudad. José Maria cuida y reemplazó las finas telas interiores por alemán de 1927 por la voz autorizada de de sus hermanas Amparo e Isabel Luisa y burdos tejidos; se impuso rudas sesiones de Magnus Hirschfeld. La Asamblea declaró en de su hermano Jaime. Desde la infancia el gimnasia, baños de sol que curtiesen su su cuarta conclusión que en orden al homoprimogénito, criado entre las hembras de la piel suave, aprendió a fumar y quiso tener sexualismo, y en general a todos los profamilia, gusto de los juegos femeninos, de las novia. Cada intento traía en pareja fatal un blemas del sexo, el proyecto de Alemania muñecas y vasijitas, y a la muerte de los fracaso nuevo.
progenitores fué la «madrecita dulce, or«corresponde a las conclusiones médicas de Por fin casaron las hermanas; Jaime, le hace cien años denado y persuasivo. Desviviase por las telas finas, por los menesteres caseros: cosjano y casi olvidado, navegaba por mares El vulgo conoce tan sólo al invertido turas y bordados entretuvieron sus ocios.
remotos. José María obtuvo de la casa co procaz y escandaloso; pero ignora la vida Asi iba deslizándose la vida inconsciente mercial en que ya desempeñaba funciones de amargada de muchos hombres que luchan del «error de Dios. Pero en una represenjefe un permiso dilatado y marchó a Paris. denodadamente contra el imperioso deseo tación de circo se le reveló súbitamente la Atrás quedaba la ciudad celosa de su no extraviado. Gregorio Marañón debe haber bleza, y en Francia, desconocido y libre, oido en su vida profesional patéticas confetragedia de su carne y de su instinto. Fue ante el cuerpo herculeo del atleta masculino ningún deber frenaria sus instintos. Se aprosiones que el secreto médico ampara para enmallado en colores de frutas. En la alta ximaba el instante: José María iba, al fin, siempre.
noche, recluido en su alcoba en la durmiena ser el mismo, a dejarse llevar por su desHernández Catá encierra en las dos frate compana de su hermano Jaime, José María tino. Pero cuando descendió al portal del ses contradictorias del título de su novela «se incorporó y en la luna del armario vió albergue elegante, proa a su instinto, una El Angel de Sodoma el drama intimo de un con ira, cual si se tratara de un personaje carta le esperaba. En la estación del ferrohomosexual heroico que se entregó a la desconocido hasta entonces, su faz y su tórax.
carril subterráneo la lectura de la misiva muerte sin claudicar, y nos brinda, en sus fmprevista mató la monstruosa flor de sus La piel impuber, las formas turgidas, compáginas maravillosas, un argumento de mápletaban la imagen ya anticipada por el penxima valia para extraer del área jurídica un samiento. Un halo ambiguo de carne y de Luis Jiménez de Asua problema de indiscutible competencia médica. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica