Capitalism

REPERTORIO AMERICANO 245 El nuevo poema y su orientación hacia una estética económica Véase el cuaderno anterior primeros poemas En la hora actual. México de quien ya dije en otra flotan entre la mamposteria del panorama.
Trenes espectrales que van ocasión, ha permanecido en literatura completamente hacia alla fuera del formidable movimiento social de la revolución lejos, jadeantes de civilizaciones. tiene sin embargo un pequeño grupo exponente de la nueva modalidad ideológica artística. Maples Arce, creador del estridentismo, puede situársele como el primer Pero viene después Revolución en su nuevo libro encauzador del poema por los caminos inéditos de una Poemas Interdictos, poema éste de penetrante belleza estética modernista con fondo social. Fué en México el que el poeta ha desprendido de la idiosincracia de este primero en desmomificar el poema del gusto clásico, des pueblo mexicano tan fuerte, tan inquieto y lleno de vacubriéndole nuevos horizontes para su realización. Sus lentia, y en el que se sienten más cerca las palabras sin embargo, interpretan la belleza cós enrojecidas de la Revolución mexicana. Maples Arce es mica de las ciudades modernas. El poeta así se convierte el primer poeta que hace la constatación justa de este en el exaltador de las grandes fuerzas que triunfan a hecho histórico. El primero que en México comprende esta hora, movidas por la mano poderosa del capitalismo. la belleza de la masa anónima en sus oscuras realizaAsi Urbe, gran poema, de indiscutible belleza, pero ciones: donde todavía no se siente sino como una decoración más, la rebeldía social. Pero Urbe está dedicado a los obre El viento es el apóstol de esta hora interdicta Oh épocas marchitas ros de México: que sacudieron los últimos otoños!
Barrunta su recuerdo los horizontes próximos He aquí mi poema deshauciados de pájaros, brutal y las corolas deshojan su teclado.
y multánime Sopla el viento absoluto contra la materia a la nueva ciudad.
cósmica: la música Oh ciudad toda tensa es la propaganda que flota en los balcones, de cables y de esfuerzos, y el paisaje despunta sonora toda en las veletas.
de motores y de alas.
Explosión simultánea Viento, dictadura de hierro de las nuevas teorías, que estremece las confederaciones!
un poco mas allá.
Oh las muchedumbres azules En el plano espacial de Witman y de Turner y sonoras, que suben hasta los corazones!
y un poco más acá de Maples Arce.
La tarde es un motin sangriento Los pulmones de Rusia en los suburbios; soplan hacia nosotros los árboles harapientos el viento de la revolución social.
que piden limosna en las ventanas; Los asalta braguetas literarios las fábricas se abrazan nada comprenderán en el incendio del crepúsculo, de esta nueva belleza y en el cielo brillante sudorosa del siglo, los aviones y las lunas ejecutan maniobras vesperales.
maduras que cayeron, Banderas clamorosas son esta pod redumbre repetirán su arenga proletaria que nos llega frente a las ciudades.
de las atarjeas intelectuales.
He aqui mi poema: En el mitin romántico de la partida, Oh ciudad fuerte donde todos lloramos y múltiple hoy recojo la espera de su cita; hecha toda de hierro y acero.
la estacion Los muelles. Las dársenas.
despedazada se queda entre sus manos, Las grúas.
y su desmayo la fiebre sexual es el alto momento del adiós.
de las fábricas, Beso la fotografía de su memoria Urbe: y el tren despavorido se aleja entre la sombra, Escoltas de tranvias mientras deshojo los caminos nuevos.
que recorren las calles subversistas.
Los escaparates asaltan las aceras, Pronto llegaremos a la cordillera.
y el sol, saquea las avenidas.
Oh tierna geografía Al margen de los dias de nuestro México, tarifados de postes telefónicos sus paisajes aviónicos, desfilan paisajes momentáneos alturas inefables de la economía por sistemas de tubos ascensores.
política, el humo de las factorias Súbitamente, perdidas en la niebla oh el fogonazo del tiempo, verde de sus ojos.
y los rumoros eclécticos Bajo las persianas ingenuas de la hora de los levantamientos pasan los batallones rojos.
Noche adentro El romanticismo caníbal de la música yanke los soldados, ha ido haciendo sus nidos en los mástiles.
se arrancaron del pecho Oh ciudad internacional, las canciones populares.
hacia qué remoto meridiano cortó aquel trasatlántico?
La artilleria enemiga Yo siento que se aleja todo.
nos espía Los crepúsculos ajados en las márgenes de la Naturaleza. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica.