REPERTORIO AMERICANO Página lirica de Castañeda Aragón Del tomito a publicar, Jazz Baño Tumba Es, en tierras de sol, agua que apaga las fiebres del camino, y el camino su cuerpo en desnudez, ardiente y seco, dá al agua, como a un tálamo.
Más que la verde lluvia de las hojas, cuando herido el árbol lo baña en fronda fresca, esta agua del camino lo unge todo de agreste primavera.
Manos de náufragos en un jardin, bajo el mar, trenzaron la salobre corona que esta mañana unos marinos, al zarpar, dejaron sobre un túmulo, en la playa.
Mañana Oveja, la más blanca del rebaño, sonando su cencerro diáfano, baja del monte la mañana.
Soplos Vacar El viento que aquí llega tiene soplos húmedos de montaña, y, aunque ha pasado por el mar, no es acre.
En una misma ráfaga hay cantos de vendimia y hay cantares robados en los puentes de las barcas.
Tardos dias del vacar entre libros extraños y sin agua de mar.
Las mismas callejas, la misma nota el bar, el parque, la avenida.
Nadie venga a tocar mi puerta. Desconozco las voces del azar.
Hogueras Iluminación de los montes.
Hogueras en la noche.
Fuego en que se tuestan las estrellas, las estrellas que al alba, pondrán en leche los pastores.
Geórgica Quisimos elevar nuestras voces por sobre el silencio de los árboles, pero el sol maduró aquellas palabras que descendieron a nuestras manos grávidas.
Fuente Aldea Los rojos tejados enrojecen el lago.
Aldea al margen de un languido espejo ciego de agudas sombras de piraguas.
Agua de dormida fuente en que al fugar de la tarde hay un temblor tan silente!
Agua de lamento mudo que vierte el grifo de jade por entre un seno desnudo!
Agua de dulce destino que ni vé el sol que renace ni ha de aguarnos nuestro vino!
Emigrante El emigrante baldado, frente al mar, piensa en la vara del prodigio bíblico: Abrir un camino por entre las olas y, cantando, regresar!
Tramonto El sol en los esteros desolados funde su antiguo bronce de tragedia y un perfil de montaña horada el cielo.
Los campos oyen el silencio casto del tramonto Sereno, igual, el rio, se lleva, como un sueño, ese silencio.
Cainpana Campana de la sierra, tan alta como una oración.
Regocijada es la campana.
El labrador en las quiebras la oyó.
Zumbar de abejas en los árboles altos su clamor.
San José de 1928. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica