REPERTORIO AMERICANO 375 ralmente, su puesto, su mujer, sus hijos.
Un crepúsculo.
anterior. Sentado allí, ensayo un truco. Más Solia caminar por los campos, de noche. Su tarde me enteré de que un grupo de poetas mujer regañaba. Por supuesto, ella estaba desolada no era para menos. Ninguna muun crepúsculo es una fiesta como to jóvenes, en París, se había dado a lo mismo das las fiestas con un poco de tris con profunda seriedad. El inglés intentó lo jer puede soportar enteramente la manera teza flotando que llaman «escritura automática. Puso el absoluta con que un hombre que ha sido su lápiz al papel y le dejó escribir lo que amante la deja caer cuando se pone su los árboles estilizan sus ansias quisiera.
trabajo. Quiero decir un artista, claro. Puey del paisaje Por supuesto, el lápiz escribió un revolden ser amadores de primera. Puede que nace una bandada de acuarelas tillo de palabras absurdas. dejó el truco.
sean los únicos amadores. son de una Se quedó allí sentado en el banco, mirando crueldad absoluta cuando se trata de echar en el pecho de la montaña fijamente a los que pasaban frente a él.
a un lado el amor personal directo.
se refugia el éxtasis Estaba cansado, como un hombre que Ya se imaginarán ustedes aquel hogar.
mucho tiempo ha estado enamorado de una El hombre me contaba que había un peque el arlequin del crepúsculo mujer que no puede conseguir. Pongamos no cuarto arriba donde vivían por aquel salta que hay dificultades. El está casado, o lo entonces. Eso era mientras él estaba todavía el cordel lirico del horizonte.
está ella. Se miran el uno al otro con proen la aldea inglesa.
mesas en los ojos, y nada pasa. Esperan, Solía llegar de su trabajo y subir al piso FRANCISCO AMIGHETTI esperan. La mayor parte de la gente pasa superior. Subia y cerraba la puerta con San José, Costa Rica la vida esperando. Y, de pronto, me dijo, llave. Muchas veces no se detenia a comer, comenzó a escribir su novela. El asunto era, y a menudo ni siquiera le hablaba a su claro, hombres y mujeres amantes. Qué mujer.
caminar por los campos. No podiamos ha otro tema hay para un hombre semejante?
Escribia, escribia, escribia y tiraba. blar. me decia. Ella empezó a llorar y me Me dijo que debió de haber estado pensanEntonces perdió su empleo. Al diablo, llamó loco. Entonces yo le eché una mirada, do mucho en su mujer y en su crueldad dijo cuando hablo de ello. No le importaba, como aquella vez que le pegué, y ella se hacia ella. Escribió y escribió. Pasó la tarde por supuesto. Qué importa un empleo? volvió y echó a correr hacia la casa de su y llegó la noche. Afortunadamente, habia ¿Qué importan una mujer, un hijo? Tiene que padre, y yo me vine. luna. Siguió escribiendo. Me contó que había haber alguna gente cruel en el mundo. Habiendo escrito ya una espléndida novela, sido el más intenso escribir que jamás hiciera Pronto, no hubo prácticamente nada que queria, naturalmente, escribir algo más. Me o esperara hacer. Pasaron horas y horas. comer en la casa. El estaba arriba, en aquel contaba que tenia todo género de caracte el, sentado en aquel banco, escribiendo como cuarto, escribiendo. La casa era pequeña, y res y de situaciones en la cabeza. Solia in loco.
los chicos lloraban. Los mocosos, decía sentarse a su mesa horas y horas y luego Se escribió la novela de una sentada.
hablando de ellos. No era eso lo que quería salir a la calle a caminar, como él y yo Luego se fué a casa, a su cuarto. Me contó decir, por supuesto. Yo sabía lo que el queria estábamos caminando aquella noche.
que nunca se habia sentido tan feliz o sadecir. Su mujer solía ir a sentarse junto a Pero nada le salía bien. El tenía una tisfecho en su vida.
la puerta detrás de la cual él estaba traba especie de teoria sobre sí mismo. Decia «Pensaba que le había hecho justicia a jando. Lloraba audiblemente y el niño que que la segunda novela estaba dentro de él mi mujer y a mis hijos, a todos y a todo, tenía en brazos lloraba.
como una criatura sin nacer. Le remordia me dijo. Una alma paciente, ceh, me decía el la conciencia por lo de su mujer y sus hijos. Dijo que todo el amor que tenia en su ser novelista inglés cuando me lo contaba. Decia que los quería, pero que no deseaba había ido a la novela.
un alma buena, además, decía. Qué se volver a verlos.
Se la llevó a casa y la puso en su mesa.
vaya al diantre. dijo también. veces le parecia que los odiaba. Una Qué dulce sentimiento de satisfacción, haber Porque, verán ustedes: él había empezado noche me contó después de haber estado logrado eso.
a escribir sobre ella. De ella era de quien luchando así y mucho después de haber dejado Salió luego de su cuarto y encontró un su novela trataba, su primera novela. Con de ver gente, escribió su segunda novela. paraje de los abiertos toda la noche, donde el tiempo, puede que resulte ser también la Fué de esta manera: pidió algo de comer. Después que recibió mejor.
Toda la mañana se la habia pasado sen alimento, se puso a caminar por toda la Tal ternura de comprensión de sus difitado en su cuarto. Era un pequeño cuarto ciudad. Cuánto tiempo caminó, no lo sabía.
cultades y de sus limitaciones, y una manera que había alquilado en un barrio pobre de Luego se fue a casa a dormir. esa hora.
tan casual, tan brutal, de tratarla persoLondres. Se había levantado temprano, y era ya de dia. Durmió todo el día siguiente.
nalmente.
sin desayunarse empezó a escribir. nada Me contó que, al despertarse, se le ocuBueno, y si tenemos un alma que valga de lo que había escrito aquella mañana rrió echar una ojeada a su novela.
la pena. eh?
sirvió tampoco para nada. En realidad, yo sabía todo el tiempo que La cosa se puso de tal manera que no eso de las tres de la tarde, según su no estaba allí, me dijo. En la mesa, claro, estaban un momento juntos sin renir.
costumbre, salió a pasear. Llevo consigo no habia más que cuartillas de papel en entonces, una noche, la pegó. Se le mucho papel de escribir. Tenia la idea de blanco había olvidado echarle el cerrojo a la puerta que empezaria a escribir en cualquier mo. De todas maneras, dijo. de esto estoy del cuarto en que trabajaba. Ella entró exmento, me dijo.
seguro: Nunca volveré a escribir una novela plosivamente.
Fue caminando hasta Hyde Park. Era una tan bella just en el momento en que él estaba mañana clara, brillante, y habia gentes Por e echó a reir cuando lo dijo.
logrando alcanzar algo de ella, alguna comseando juntas. Se sentó en un banco.
No creo que haya muchos en el mundo prensión de la rectitud de ella. Cualquier No habia comido nada desde la noche que sepan exactamente de que se reia.
escritor comprenderá lo dificil de su situación. Furioso, se lanzó sobre ella, le pegó, Sherwood Anderson la arrojó al suelo.
Trad. de Manach. luego. Pues luego ella se separó de él. Por qué no? Sin embargo, el concluyó su libro. Era un libro de verdad.
Pero vamos a su novela perdida. Me contó Los hombres de mejor gusto y más elevada cultura cuidan que había venido a Londres después que su de su buena apariencia.
mujer le dejó, y se puso a vivir solo. Se le ocurrió escribir otra Ustedes habrán comprendido que se había nado estimación, aplauso la segunda novela fué tan dificil de escribir como la primera. Es posible que ya es la llamada a vestir a toda persona distinguida; porque los trajes estuviera muy agotado. desde luego, que se confeccionan en este taller son garantizados como los estaba avergonzado. Avergonzado de cómo había tratado a su mujer. Intentó escribir mejores del país.
otra novela para no estar siempre pensando.
He establecido un Club de trajes de insuperable calidad por me contó que, durante todo el año o los acciones de 4. 50 u.
dos años siguientes, las palabras que puso en el papel eran de madera. Nada vivo.
Una oportunidad para obtener el vestido mejor hecho.
Meses y meses asi. Se aisló de la gente.
Busque los casimires de la SASTRERÍA AMERICANA son los de más Bueno, y los chicos qué? Le mandó dinero a su mujer, y la fué a ver una vez.
fina calidad.
Me contó que estaba viviendo con la familia de su padre y que había ido a la PIEDRA Hno.
Lado Oeste de Foto Hernández casa del padre y la habia sacado. Fueron a LA SASTRERÍA AMERICANA Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica