REPERTORIO AMERICANO 351 Pero el rostro del más viejo se ennegreció y grito: LA EDAD DE ORO «Oh maldito cobarde, tú, que no quieres reñir.
El dar y el tomar Lecturas para niños (Suplemento al Repertorio Americano)
Erase un hombre que poseía un valle repleto de agujas. vino una vez a él la madre de Jesús y díjole. Amigo, la vestidura de mi hijo está desgarrada y por fuerza debo remendarla antes de que vaya al templo.
Ejemplos ¿No me darías tú una aguja? no le dió la aguja, sino un discurso sobre el dar El espanta pájaros y el tomar que habría de hacerle aprender a su hijo antes de dirigirse al templo.
Dije una vez a un espanta pájaros. Estarás ya cansado de estar en pie y solitario en este campo. La zorra respondióme. La alegria de espantar es profunda y durable y jamás me canso de ellos. la salida del sol una zorra miró su sombra y dijo: Dijele después de un momento de reflexión: Verdad «Hoy me almorzaré un camello. toda la mañana dices, porque yo también conoci esa alegría.
anduvo en busca de camellos. Pero volvió a ver su Respondióme él. Sólo quienes están rellenos de paja sombra al medio día y dijo. Con un ratón tendré baspueden saberlo tante.
Le dejé, sin estar seguro de si me había adulado o deprimido.
El rey sabio Trascurrió un año durante el cual se hizo filósofo el espanta pájaros. cuando junto a él pasé de nuevo, vi Una vez gobernaba en la distante ciudad de Wirani, dos cuervos construyendo un nido bajo su sombrero. un rey que era a un mismo tiempo sabio y poderoso! temido era por su poder y amado por su sabiduría.
En el corazón de la ciudad había un pozo cuyas El perro sabio linfas eran frias y cristalinas y del cual todos los habiPasó una vez un perro sabio cerca de un grupo de tantes bebían, inclusive el rey y sus cortesanos, porque no había otro pozo.
gatos.
Una noche, cuando todos estaban dormidos, una Al aproximarse vió que estaban muy interesados en algo y que no se cuidaban de él.
bruja entró en la ciudad y derramo siete gotas de un En ese punto levantóse por encima del grupo de extraño líquido en el pozo, y dijo. Desde esta hora ellos un gato grande y grave, el cual, mirándoles, dijo: quien bebiere de esta agua quedará loco.
Hermanos, orad; y cuando hayáis orado una y otra la mañana siguiente todos los habitantes de la vez, sin duda alguna, en verdad os digo, lloverán ratociudad, salvo el rey y su gran chambelán, bebieron del pozo e hicieronse locos, como lo predijera la bruja.
nes. cuando esto oyó el perro, rió en su corazón y durante ese día las gentes en las estrechas calles apartándose de ellos, iba diciendo. Ciegos y torpes y las plazas del mercado, andaban cuchicheando el uno gatos. acaso no está escrito y no sé yo, ni supieron al otro: Está loco el rey. Han perdido la razón el rey mis padres antes que yo, que cuando se ora con fe y y el chambelán. No podemos ser gobernados por un se suplica, lo que llueve, no es ratones, sino huesos?
rey loco. Tenemos que destronarle. Esa tarde ordenó el rey que le llenasen un vaso de Los dos eremitas oro con agua del pozo y cuando lo trajeron, bebió dió a su chambelán a que bebiese.
En una solitaria montaña, vivían dos eremitas que gran regocijo hubo en la distante ciudad de Wirani adoraban a Dios y se amaban mutuamente.
porque su rey y su chambelán habían recuperado la razón.
Esos dos eremitas tenían una escudilla de barro, y esa era su sola posesión. Un día un perverso espíritu Ambición se entró en el corazón del eremita más anciano y acercándose al joven, dijole. Hace ya mucho que vivimos Juntáronse tres hombres a la mesa de una taberna.
juntos. Ha llegado la hora de que nos separemos. Dis. Era uno un tejedor, otro un carpintero y el tercero un tribuyamos cuanto habemos.
cavador El más joven entonces se entristeció y dijo. Me Dijo el tejedor: Hoy he vendido un hermoso sudaapesadumbra, Hermano, que tengas que dejarme. Pero rio por dos piezas de oro. Bebamos el vino que deseemos.
si necesariamente debes irte, así sea, y trajo la escu yo dijo el carpintero che vendido hoy mi mejor dilla de barro y se la dió diciendo. No podemos divi ataúd. Tengamos con el vino un gran asado.
dirla, Hermano, que sea tuya.
Yo sólo he cavado una fosa dijo el sepulturero Entonces el más anciano eremita dijo. No acepto pero mi cliente me pagó el doble. Tengamos tortas caridades. No tomaré sino lo que es mío. Debe divi también.
dirse. toda la tarde estuvo ocupada la taberna, porque el más joven dijo. Si la escudilla se parte de pidieron a menudo vino y tortas y asado. estuvieron qué utilidad será para ti o para mi? Si quieres, podemos muy alegres. el hostelero se frotaba las manos y de echarla a la suerte.
contento sonreía a su mujer, porque aquellos huéspedes Pero el más viejo dijo aún. Quiero sólo lo que es gastaban liberalmente.
de justicia y es mío, y no confiaré a la suerte la justi Cuando salieron de allí, estaba alta la luna iban cia ni lo que es mío. La escudilla debe dividirse. por la calle cantando y gritando.
El más joven no pudo entonces argumentar más y El hostelero y su mujer, parados en la puerta, los dijo. Si esa es tu voluntad, quebraremos la escudilla miraban ir.
ahora. Ah! dijo la mujer qué caballeros. Tan generosos Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica