322 REPERTORIO AMERICANO nos olvidar que hemos frecuentado anteriormente otros: la perpetua sagacidad del espíritu nos dice que por donde quiera que nuestra alma ha pasado, existen principios eternos, principios que nunca se borran y que van formando, por ello mismo, el intrincado panorama de nuestra sensibilidad.
Efectivamente, en la carta de Don Mario Sancho encuentro, aparte de otras ideas cuya evidente ligereza las pone fuera de discusión, conceptos como éste, que requieren una aclaración de su parte, pues suenan a una condenación demasiado categórica. El mundo y la tragedia del vivir no fueron otra cosa para él (Gómez Carrillo. que asuntos para hacer frases bonitas. pensar que ese retórico impenitente ha sido llamado por alguno de sus necrologistas maestro y rapsoda del amor.
Tal es la afirmación que en lo que se refiere al esteta admirable y al hombre más admirable aún que fué Gómez Carrillo, lanza el Sr. Sancho. En cuanto a la retórica de Gómez Carrillo podría decirle al Sr. Sancho, que si algo existe en la obra del autor de La Grecia Eterna es, ante todo, un don de poesia, de poesia muy profunda, muy sincera, muy alerta de todas las sensibilidades del alma y muy curiosa de las expresiones que más las hagan realizarse. No defendamos toda su obra, una vasta obra perdida en miles de periódicos y de revistas y una sesentena de libros. Bien sabe el Sr. Sancho que hasta nuestros días no ha existido un escritor, en ninguna literatura conocida, de quien pueda citarse la obra completa como capaz de resistir a la impiedad del tiempo; salvemos de los libros de Gómez Carrillo lo que es de él, lo que no es periodismo, lo que no significa un apresuramiento para llenar las exigencias de una vida fecunda en hechos y en poesía; que el otoño, con sus leyes eternas, haga luego su estrago magnífico. Recuerde el Sr. Sancho que Gómez Carrillo publicó un libro sobre Grecia que es la obra de un gran paisajista en la cual se ensayó, por primera vez, un estilo que todos los escritores de nuestra lengua, años más tarde cultivaron para bien de nuestra literatura. Recuerde que en uno de los tomos de sus memorias hay una dedicatoria hecha con una nobleza de dicción y de sensibilidad como no la encontramos en otro escritor de nuestra lengua. Recuerde que Gómez Carrillo firmó el Evangelio del Amor que, si bien es cierto evoca alguna novela famosa de Barrès. del Barrès de última hora tiene páginas de una brillantez y de una precisión de gran escritor. Recuerde. pero este viaje nos llevaría lejos, muy lejos, es decir, nos llevaria a salvar de todo lo escrito por el amigo y maestro desaparecido, unos cuantos volúmenes que quedarán como el testimonio de una época de evolución es literaria y como la realización de uno de los temperamentos poéticos más auténticos que ha tenido el habla castellana en los últimos años.
En cuanto a la defensa del hombre 110 hablemos nada: todavía hay muchas personas que nos rodean, cuya sola existercia nos obliga a callar durante muchos años aún antes de escribir el libro sobre la verdadera vida de Gómez Carrillo. Sólo se decirle que este admirable espiritu, en su vida diaria, es únicamente comparable a tipos de la talla de Stendhal, tal como se nos revela el novelista francés en su Henri Brûlard. Un poco de silencio por el instante sobre el hombre hará olvidar, por lo demás, muchos pecados originales, entre los cuales está el de haber nacido en Centro América. No le extrañe esta queja venida de otro hombre que ha nacido también en Centro América: pero es que, de todas las revistas que recibo de España y de América, es de mi tierra de origen de donde me vienen las cosas más absurdas y más injustas contra este amigo mio, cerca al cual tuve la dicha de vivir en París siete años. Así va el mundo. Sus libros son malos y sus discípulos son peores. Sí, mi querido amigo, sus libros son malos cuando los vemos de los Estados Unidos, cuando, tardiamente, descubrimos otros horizontes que nuestra juventud ingenua no supo descubrir a tiempo. Tanto peor para los que han seguido el rumbo de esa literatura en nuestra América! Pero de lo que si es evidente es que sin Rubén Darío, sin Gómez Carrillo, sin Lugones, sin Rodó, sin los Garcia Calderón, sin Alfonso Reyes, todavía estaríamos en la época de Castelar y de los malos prosistas de España y América. Uno que otro grito precursor. que se había hecho eco de las discusiones de la rue de Rome en torno a la pipa de Mallarmé y el resto era la desolación más aterredora. Hoy podemos renegar de la contribución literaria de estos maestros y relegar, entre nuestras devociones, muertas como nuestro primer amor, todo lo que forma nuestro espíritu al seguir la evolución de estos seres que trazaron la orientación de una nueva cultura. No olvidemos que sin Darío y sin Gómez Carrillo. ambos de Centro América. existirian dos grandes vacíos en nuestro continente que un raro espíritu español califica de estúpido. En cuanto a sus discípulos esta es otra historia, como diria Kippling. Recordemos lo que una tarde nos decía Lugones en París. Ahora que acabo de escribir Los Burritos toda América va a comenzar a rebuznar. Pero al mismo tiempo permitame decirle que son justamente los que no son sus discípulos, los que han ensayado otra cosa. que posiblemente al Sr. Sancho no le plazca, los que han defendido a Gómez Carrillo de los ataques de una critica imdescubren a Europa a través provisada. En efecto, hace alde Nueva York, ni en los que gunos meses estuvo entre nos hacen lo contrario. Mi actitud, otros, Gómez de la Serna, quien al defender a Gómez Carrillo, en una charla de sobremesa, en obedece, por lo demás, al deseo la cual nos encontrábamos los de hacer un poco de justicia a García Calderón, Toño Salazar un hombre desaparecido. Bien y yo, nos dijo de su admiración sabe Ud. que soy un hombre por Gómez Carrillo y de todo que tiene apenas 28 años y que que ha siguificado para la por lo tanto mi tarea es la de Extización de ciertas conquis deshacer todo cuanto encuentre tas a que están llegando las a mi paso; pero además de la nuevas generaciones de España admiración profunda que le teny de América. Sin él agregó go a Gómez Carrillo, no lo quiedoliéndose de no haberle es ro hacer en el caso presente, trechado nunca la mano nada porque ¿si nos dedicamos a atade lo que yo hago existiría. car a los verdaderos valores de así de otros, de otros escri nuestra América, qué nos quetores que hoy admiramos en daría? En este verano, en algún nuestras patrias. No es cierto, rincón de Francia hacia donde entonces, que sus libros no son huya para reposarme de la vida malos, como lo afirma tan cade Paris, estudiaré la obra de tegóricamente el Sr. Sancho? Gómez Carrillo, para determiYo siempre he creido que nar, hasta donde me sea posiuna juventud que no es desborble, todo lo que significa en dante, que no es insolente, que nuestra evolución literaria. Hoy no tiene el sentido de la vaniqueria simplemente decir a mi dad, del orgullo, de la altanecompatriota, por medio de Ud.
ria, de la suficiencia, no lo que pienso de sus opiniones lanzadas en una carta que tiene juventud. Que los jóvenes romel tono de una epistola que pan vidrios, que los jóvenes trata de orientar juventudes, y deshagan idolos, que lancen pieen la cual, no sólo Gómez Ca.
dras a todos los valores estarrillo sale mal parado, sino sui blecidos, que tengan la responsabilidad de sus acciones y de amigo Oscar Wilde, a quien el Sr. Sancho le concede, sin emsus ideas. Lo que si nunca he bargo, haber escrito La Balada comprendido es que en cierta de la Cárcel de Reading, que época de la vida se tome la un alto espíritu de Francia, Anactitud de la juventud y se dré Gide, considera como una lancen afirmaciones que no re de las cosas más grandes que posan sino sobre un mentalismo se han escrito en la literatura más o menos pasado por los inglesa contemporánea.
snobismos ideológicos con que Saludo a Ud. muy cordialnos obsequian los pueblos en mente y me prometo escribirle formación: he de decir a Ud. de tarde en tarde, mi querido que no creo en los seres que García Monge. Suyo.
León Pacheco Paris, abril 20 1928 61, Bd. Haussmann Paris.
Abrimos un concurso Estamos en condiciones de ofrecer dos premios: de 6200. 50 oro am. uno, y de 100. 25 oro am. el otro, a los dos mejores articulos que nos lleguen acerca de este asunto. América para los americanos o América para la humanidad?
Dentro y fuera del país, concurran los que puedan y quieran.
El artículo ha de condensarse, más o menos, en unas mil palabras.
Artículos no premiados que sean interesantes y meritorios, nos reservaremos el derecho de publicarlos.
Se cierra el concurso el 15 de Setiembre próximo.
El jurado se nombrará oportunamente.
Los trabajos han de remitirse con las precauciones de estilo en estos concursos.
Rep. Am. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica