REPERTORIO AMERICANO 135 Esta pendola intranquila que cual martillo me golpea la sien el sueño me hace huir de la pupila, sentir la noche cual anillo que zumba y rueda y se lleva el tiempo en él. siento que rumorosa se me va acercando, cual ala de un ave sombrosa que sólo me anuncia mal.
Bruxelles. 1927.
Cabelleras aterciopeladas De ella quiero huir, y así con amargura lo intento. Dios me encomiendo, y divino estremecimiento!
la siento dentro de mí. Negra y aterciopelada cabellera de Jesús Crucificado, impregnada, ungida toda, empapada, de soledad, y sin luz, entonces ave negruzca soy, y hórrida serpiente y pecado y sombra brusca y dolor y gozo ardiente.
tú que dulce y recogida pareces compadecida del triste crucificado y en un rincón apartado te ocultas toda la vida, me consuela esperar que de la muerte al momento pueda el alma libertar de su imagen de tormento.
ten piedad del ansia mía!
Olvido sólo quisiera de aquella otra cabellera que me obsede noche y día.
Gozando de aquella umbria que se torna amable y pía, toda piedad y cuidado, aterciopelada, oscura, cabellera de dulzura de Jesús Crucificado.
Negra y entenebrecida, perfumada fuertemente, ondeaba conmovida como una hirsuta serpiente.
Paris. 1927.
Els dos cavalls Emilia Bernal, la del Cavall de les Roses.
Mi juventud, seguidora de un deseo que atormente, al duelo de cada hora le seguía impenitente.
Cavall blanc! Cavall foll! Cavall meu!
que aquest vent, que aquest cel, que aquests nuvols en fam gelosia, que tot corra, tot vola, tot brunz damunt meu, Cavall anhels! Cavall de Deul, pren me a volar, que aqui hi moriria.
La ciudad toda bullía con tumultuoso clamor pues, contrita, revivía la tragedia del Señor; sin embargo, en su memoria, de Jesús Crucificado oscurecias la historia, cabellera de pecado, Cavall blanc! Cavall foll! Cavall meu!
aont ets, que no es sent aquell pifan que sempre es sentia?
Que tot canta amoixa llangueix al volt meu, Cavall anhels! Cavall de Deu. renilla fort, que aqui hi podriria.
que tenebrosa y sombría como la del Cristo era, y a la gente conmovía volando, tu cabellera.
Cavall blanc! Cavall foll! Cavall meu. aont ets, que no es veu aquell nuvol de foc que et munia?
Tot arrela treu flor es marceix davall meu, Cavall anhels! Cavall de Deu. volta de foc, que aqui hi podriria.
Arrepentido y doliente me empezaba a castigar. Ah, quién pudiera olvidar aquella hórrida serpiente!
Genet blanc! Genet foll! Genet meu. aont soc? ha aturat el renill un germà que es moria: El Cavall de les Roses de carn a dins seu senti el suprem xiulet de Deu, deix, doncs que acompanyi en agonia.
La luz resplandecería de nuevo en la celda mía y su nocturno fulgor en ella adelgazaría la tiniebla del Señor.
Genet blanc! Genet foll! Genet meu!
ni el corcó, ni la son ni els verms de la nort temeria, que al perfum de les Roses del flanc sou, Genet anhels! Genet de Déu!
sols per vivre per sempre es moriria. Oh, mi celda tan austera, con tal despecho violada por aquella cabellera que nunca será olvidada!
Cavall blanc! Cavall foll! Cavall meu!
que la sort del Cavall de les Roses em fa gelosia.
Tot es migra s adorm es podreix dintre meu, si tu tambe sentissis Deu. amb quin esclat de joia us cridaria: Au! Au! Au!
Au!
que el camí es ample el cel blau!
Cada vez la veo mejor de la noche en la pavura, enmarañada y oscura esparciendo su terror. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica