292 REPERTORIO AMERICANO Rectificando Linia 16 de abril de 1998, Amigo Garcia Monge: Acabo de leer en El Espectador de Bogotá absurdos comentarios a declaraciones hechas por mi a la United Press; y como ello ha de servir para que se tergiversen las cosas, yo le agradeceria publicar en el Repertorio Americano la respuesta que he dado y que en copia le acompaño.
Ya Ud. sabe que soy suyo afmo. SANTOS CHOCANO un Lima 10 de abril de 1928 Señor Director de El Espectador Bogotá Señor Director: Por tratarse de prensa colombiana, me apresuro a manifestarle que acabo de leer con desagradable sorpresa los violentos comentarios que, con fecha 13 de febrero último, dedica el diario a su muy digno cargo a las declaraciones que me solicitó en su oportunidad la United Press y que he visto incompletas y cambiadas en su trasmisión o publicación, pues yo no he dicho una sola palabra sobre «El caso de Nicaragua. Sólo he expresado mi natural extrañeza por la actitud de los que recomendaron o autorizaron lo mismo que hoy censuran.
No podía yo sospechar que lo que, en todo caso, constituye cargo a quienes hicieron tales recomendaciones o concedieron tales autorizaciones, sirviese para atacarme como si fuera responsable de la actitud histórica que señalo. Cómo no ha de ser de alta conveniencia, para los comunes intereses de la raza, el rememorar palabras y hechos de verdadera importancia que respecto al imperialismo o intervencionismo, exhiben la inconsecuencia de los prohombres y de los gobiernos de nuestras más connotadas repúblicas, haciéndolos responsables moralmente de las mismas situaciones que hoy lamentan?
El más ilustre internacionalista de la Argentina, el excanciller y gran escritor, Dr.
don Estanislao Zeballos a quien habia yo dedicado mi poe recomendaciones del eminente ma La Epopeya del Pacífico en Estanislao Zeballos y la autosu salutación a Roosevelt en rización prestada a las fuerzas Buenos Aires y en cien opor estadounidenses por el gobiertunidades, hubo de recomendar no de México, sólo a quien siempre el control que los Es tenga trabucado el juicio o quietados Unidos debian tener so ra maliciosamente trabucar lo bre todas las repúblicas del que yo digo, se le puede ocuMar Caribe. El Gobierno de rrir hacerme aparecer en acuerCarranza, de que era Ministro do con Esteban Huertas y con el General Obregón y funcio Adolfo Díaz, con quienes si lo nario el General Calles, auto están, así, el ex canciller arrizó mediante un pacto, la «ex gentino y el ex presidente mexipedición punitiva» con que el cano.
General Pershing persiguió y Estas son narración desnuda atacó al General Villa, durante de hechos innegables las que varios meses dentro del terriyo llamo verdades tremendas, torio mexicano.
pero necesarias para la enNo se trata de disquisiciones mienda de nuestra América desni de apóstrofes: se trata de organizada y de que hace muy simple narración de hechos, que mal en sonreir el fácil comennadie puede negar y a que yo no tarista de El Espectador; poragrego ni ei más insignificante que otra de tales verdades es la comentario. Lo que corresponde, de que los más de cuantos hapues, es desmentirme; que si blan y escriben hoy contra el se quiere estallar en impreca imperialismo o intervencionissiones, no me parece justo dino, nada dijeron cuando era rigirlas contra mi, que ni soy tiempo todavía de hacerlo con el pro hombre argentino, ni foralguna eficacia. Cuando Manuel mé parte del gobierno mexiUgarte, Rufino Blanco Fombocano cuando la «expedición puna, Santiago Argüello, Froylán pitiva. Turcios y pocos más clamabau Si rememoro con tristeza las en desierto, quietas se mantupredicando. Vieran los sermones. Era cosa de perecer de risa. No se oían más que las mentas de las barbaridades y bolazos que largaba medio en napolitano, porque ni el italiano sabía bien. Cuando fui a hablar con él, estaba en la sacristía, sentado cerca de una mesa mugrienta, con las manos cruzadas sobre la barriga, redonda como un tremendo queso de bola. Qué vulite? me preguntó. Yo, señor cura. venía.
venía porque me voy a casar. Va bene! va bene! Songo diechi nachonale. un qui se ne casa. Bisoña paga andichipate pei publicazione. amonestazione. mushash de cá. Eh. vedite. diechi nachonale poca roba. Espere un poco, señor cura.
Es que yo quisiera la ¿cómo se dice? jah! isi! la despensa de las amonestaciones. Allora so tranta. que nos casara en casa de la novia. Allora so sesanta. Un pozo fá de meno. Oh! por eso no importa, señor cura: se le pagarán los sesenta pesos. Pero. cuándo nos podrá casar. Cuanne vulite. qui á compromesa. La qué, dice. La mushás. Ah. Sí! Dona Carolina, la viuda. sabe? la de la pulpería de la Polvadera. Va bene, va bene. el cura se quedó un rato callado, como pensando. Des cura picarón! Era una historia para regatear. Hoy mismo me pués, medio riéndose, se levan que había inventado para far estoy haciendo cruces. En fin, to de la silla, se me acercó, y América, y llenar pronto el cuando me dejó la cosa en cienagarrándome la solapa de la bolsillo aunque se fuera al in to cincuenta pesos, le dije: chapona, me dijo despacito, co fierno derechito, tantas ganas Bueno, le pagaré y juraré, mo para que nadie lo pudiese tenía de volverse a su tierra a pegándole una palmadita en la oir, aunque no hubiese nadie en comer pulenta y macarrones. panza, porque ya le había perla sacristía.
Pero, después de un rato. la dido el respeto. de no. Ah! Como me parece que al verdá. pensé que no seria ma Saqué el rollo que me habia guno de ustedes no entiende el lo casarse así, como él decia, dado Carolina y me puse a connápoli, lo voy a hacer hablar en aunque nunca, ni menos enton tar. Le vieran los ojos al fraile!
Castilla.
ces, se me había pasado por la ¡Parecia que se quería tragar la. Pero usté quiere casarse cabeza engañar a la gringa, tan plata!
de verás. en el libro de la buena y cariñosa. El diablo del Cuando le di los ciento cinparroquia? me dijo.
cura me tentó, yo no tenia la cuenta, los agarró con sus uñas Al principio no le entendi lo culpa, al fin y al cabo, y como de carancho, de medio luto por que quería decirme y lo miré lo que era por plata no había la mugre, los contó él también, azorado.
que echarse atrás, porque Ca y los volvió a contar. Se alzó. Por qué me dice eso? le rolina tenia bastante, pisé el la sotana y se los metió bien pregunté por fin.
palito, me pareció que eso era al fondo del bolsillo del pan ¿Eh. me contestó el muy una gran seguridad para mi, y talón que tenia abajo, como para sinvergüenza. Porque hay alle dije al cura: que no se le escapasen.
gunos que quieren casarse, si. cuánto sería el gasto de ¡Y qué agarrado! Mientras pero que no les pongan el ca ese modo, padre Papagna? estaba guardándolos, temblaba samiento en el libro. Entonces. Trechento pesi.
todo, como si fuera perlático.
yo les hago un certificado en. No puede ser algo menos. Nunca he visto cosa igual. un papel suelto, y se lo doy. le pregunté, porque para re Después se sosegó un poco y para que lo guarden. Entonces. bajar siempre hay tiempo. me dijo. pero no va a decir nada. eh. Ni un chentavo. además. Bueno, ahora vamos a jurar. Qué esperanzas, padre! usté me va a jurar, por el san Me llevó a la iglesia por la. De veras?
to Dios y la santísima Virgen, puerta de la sacristía, me hizo. Mire: por éstas!
que no le va a decir nada a hincar enfrente del altar mayor. Entonces, si la mujer es nadie, de mientras yo esté en y con mucha seriedad, principio: buena, ellos lo guardan; pero si cuest América. Jura por Dios y por el no es buena, lo rompen y se. Qué quiere, padre! No pue Santísimo Sacramento y por la mandan mudar si quieren, y la do darle tanto! ni le pago ni Santa Virgen, no decir nunca a mujer no puede hacer nada, eh. juro. añadí, para obligarlo a nadie cómo lo he casado, mienYo tengo permiso para casar rebajar.
tras yo esté en Pago Chico y asi, pero nadie tiene que sa Él medio se me asustó, y palen América?
berlo, porque es un secreto de moteándome el hombro, comen. Si, juro. contesté fuerte.
la iglesia. y también es mucho zó a ver si me amansaba. Ponga la mano sobre este más caro que el otro casamien Pero no afloje, ni él tampoco, libro, que es el Evangelio y de to.
y asi estuvimos un rato largo esta cruz, y jure otra vez. ¡Qué iba a tener permiso el regateando. Miren qué negocio si falta al juramento, los dia Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica