REPERTORIO AMERICANO 293 con vieron las lenguas y las plumas ocupación de dicha capital por que hoy llegan tarde a ocu la marineria intervencionista?
parse en asuntos en que, por Los que callaron siempre por la complicidad de su silencio, egoísmo o por ignorancia, detienen también su responsabiliben callar ahora por vergüenza.
dad. Manuel Ugarte puede decir La Epopeya del Pacifico, Selfsi en México no le impidieron Help, muchos poemas míos rehablar sobre el imperialismo velan, en cambio, que mi criteyanqui, los mismos que hoy asurio de ahora está formado desde men actitudes apostólicas conhace más de veinticinco años.
tra éste; puede decir, en camLa intervención y el imperiabio, mi actitud en Guatemala, lismo me llenan de santa ira; sin miramientos para con la dispero no contra los yanquis que creción oficial.
ni son arcángeles, ni siquiera espíritus puros, como me parece ¿En dónde están las protesque tampoco lo somos nosotros tas y ahora si voy a referir sino contra la casi totalidad me al «caso de Nicaragua. que de nuestros políticos profesioformularon los más destacados nales, ya que los calificados anti imperialistas o anti intercomo tiranos Porfirio Diaz, vencionistas de estas últimas hoJosé Santos Zelaya, Manuel ras, durante las postrimerias de Estrada Cabrera son los únila patriótica Dictadura de Zecos que no quisieron firmar nunlaya, durante el luminoso y efi ca empréstitos peligrosos con mero gobierno de Madriz, du los banqueros judíos de Nueva rante las batallas campales enYork.
tre yanquis y nicaragüenses que Asi es como me enorgullece culminaron en el heroico sacri el recuerdo que usted hace de ficio de Zeledón, durante el mi amistad con Manuel Estrada bombardeo de Managua efec Cabrera, a quien supe acomtuado por tropas estadouniden panar en los momentos de peses, durante los doce años ligro, con riesgo de mi vida, consecutivos que ha durado la cuando le depusieron, con el apoyo de los Estados Unidos, los que en un año se repartieron los veinte millones de pesos oro con que aquél habia salvado a Guatemala de la Diplomacia del Dólar.
Nada debo decir respecto al General Gómez que usted cita, puesto que se me ha solicitado y tengo yo ofrecido el no inmiscuirme en la politica interna de Venezuela, sino en un sentido de cordialidad para con todos.
Respecto, finalmente, al caso de la muerte del ingeniero Elmore a que usted alude y que yo no tuve interés ni intención de causar puede estar seguro de que, mientras lleve un revólver, yo no me dejaré impunemente que es de lo que se me acusa abofetear, golpear y arrastrar por quien quiera hacer de mi abuso tal de fuerza bruta. Si usted si se dejaria, cuestión es que corresponde decidir a su conciencia y a su dignidad.
Sentiré mucho molestarlo en lo menor; pero tenga la amabilidad de creer que soy tan intervencionista o imperialista como cuanto, con igual fundamento, propaga contra mi una constante y, por lo mismo no del todo bien intencionada difamación.
Permitame el que le exprese, finalmente, la extrañeza que veo que en Colombia se supongan interesadas actitudes mias y se preste acogida a cuanto de innoble me atribuye la vulgaridad, cuando a Colombia le consta, justamente, el desinterés y la nobleza con que en todo momento puse mi pluma a su servicio tanto dentro como fuera de mi país.
Téngase en Colombia, pues, la seguridad de que mi proceder respecto a ella, le abona mi proceder respecto a todos.
Agradeciendo anticipadamente la publicación de estas lineas, me suscribo de Ud. atto.
compañero y muy José Santos Chocano blos lo perseguirán en esta vida, dera, y se había puesto una Cipriano, para rematar la fiesta era verdad, porque a los y lo harán arder en la otra. manteleta en la cabeza, que le se le prendió a la caña de du dos meses se fué.
Puse la mano como él decia, pasaba por detrás de las orejas razno y soltando refranes y Pero ¡miren lo que son las y volví a jurar.
y se ataba debajo de la barba, dando consejos, se mamó tan cosas! Habíamos empezado tan. Bueno! ahora levántese, y unas caravanas larguísimas de fiero, que tuvimos que llevarlo bien cuando izástrás! no faltó digame cuando quiere casarse, oro que le zangoloteaban a los al galpón entre los tres. quien viniera a descomponer el y se puede ir no más.
lados de la cara redonda y co ¡Cosas de la vida. Cosas baile. En esta vida no hay fies Hoy es jueves. El lunes a lorada, y un tremendo medallón de la vida! decía la parda, ta completa la noche. no le parece?
con el retrato del finadito, de trastabillando, lagrimeando y No Cipriano, que dejamos tum Benissimo! a la nove, no? medio cuerpo. Después se puso babosa con la tranca.
bado en el galpón, no aparecía Muy bien. y no tendre el mío.
Al rato se enloqueció del todo, aunque el sol ya estuviese alto.
mos que confesarnos?
El cura, que fué en su bayo Eh! qué confesarnos, ni conAl principio no nos fijamos, pero peludo, sin sacristán ni nada, y como ni podía estarse parada, fesarnos. para esta clase de se tuvo que quedar aquella noCarolina me preguntó derepente: nos echó sus jerigonzas, en dos casamiento no se prechisa.
che. Al otro día le dijo a Carominutos, hizo firmar la partida. Ché, lo has visto al viejo?
lina que había soñado que un de casamiento, la firmó él tam No, dy vos? le contesté.
IX bién, salió al patio conmigo, ángel bajaba del cielo para Yo tampoco.
venir a bendecirla a ella y a mí. Se habrá ido al arroyo me dió el papel sin que nadie lo viera, montó el sotreta, y se y que esa era seña segura de FIGURENSE lo contento que me con los chanchos.
iria a comprar los muebles, largó al trotecito para el pueblo, que ibamos a ser lo más felices. Que no ves los chanchos Que también soño que le regaaunque hubiesen mermado tan gritando: encerrados en el chiquero? iquién laban unas gallinitas, y un corte to los pesitos que me dió la Eh. que siano feliche. sabe si no le ha pasado algo. gringa Carolina. Los gasté to No se quedó a comer como de vestido. Miren la parda Estará durmiendo la mona; dos y todavía quedé debiendo lo había invitado Carolina y ladina. pero, no le hace, vamos a ver.
a nombre de la gringa, para pa eso que era un gran tragaldabas, La gringa. de puro contenta, Fuimos al galpón iy qué les gar a los dos o tres meses; el seguramente porque en el porque yo no le había mezqui cuento! nos encontramos al viemueblero no tuvo inconveniente Pago no se fuera a maliciar la nado aquella noche, y si no jo no Cipriano tendido panza en fiarme, porque ya se sabia cosa del casorio falluto.
juéguenle risa no más. después arriba, todo como acalambrado, en el Pago que yo era socio de Pero se llevó un pollo asado, de andar galgueando tanto con la cara color violeta, y frío, la pulperia y algunos me la una botella de Chianti y otras tiempo! le regaló efectivamente helao. Carolina, asustada, coachacaban de querida a la grin cositas más.
las gallinas y el generito y hasta menzó a darle fletaciones, pero ga. La gente es tan mala. Carolina, que se pintaba sola me parece que un par de pesos iqué caray! al divino botón: el ¡Bueno, pues! nos casamos el para esas cosas, había hecho de yapa, con lo que la parda pobre viejo con la mamúa, halunes que habiamos dicho con una cenita de regular arriba, se fué contentisima, blanquéan bía cantado para el carnero. La el cura, y salieron de padrinos y los cuatro. yo, ella, no Cidole los dientes y relampa gringa se me puso a llorar coel viejo no Cipriano, y una par priano y la parda. nos senguéandole los ojos.
mo una Magdalena.
da medio adivina que vivía en tamos a comer y a chupar en Yo la atajé cerca del palen. Pero ¿qué te da, hijita, para un ranchito cerca del negocio grande. No, si era chacota. que, para pedirle que no fuera llorar de ese modo? le preguny siempre andaba descalza y El viejo se le prendió al vino a decir nada del casamiento, té.
de pañuelo colorado en la ca como guacho hambriento a leche que tenía que ser cosa muy. Es que. es que no Cipriabeza.
recién ordeñada. La parda, de secreta.
no era tan bueno! además.
Carolina se había encajado un consiguiente. Carolina se puso. a quién he ecir? me. Además, qué?
gran traje de seda negra, con medio alegrona, y yo. no les contestó. si pronto voy a dir. Que me parece que tenepollera de volados y bata de ca digo nada. los postres, nome del Pago.
mos que ser muy desgraciados. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica