Carmen LyraDemocracyLiberalismSandino

Tomo XVII REPERTORIO AMERICANO San José, Costa Rica 1928 Sábado de Noviembre SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA SUMARIO El nuevo poema Yoga y Estado de alma de las juventudes actuales. Leonardo Pena El centenario del romanticismo. Jaime Torres Bodet Margarita Ogilvy (1. James Barrie Vengo del Eterno y a el voy. Ella Alberto Masferrer La voz del paisaje.
Amanda Labarca 1916 1928 (Notas al viaje de Ortega y Gasset. Fernando Vela Página lirica. Alida Maria Hidalgo El paso de Haya de la Torre por Costa Rica, Carmen Lyra El saludo de Barbusse a Sandino. Tejera y Barbusse estetica orientación hacia una Mayda Portal José Ortega y Gasset.
Ramón Gómes de la Serna Apreciación.
Max Jiménez Tablero (1928)
juventud perdida para el amor, perdida para Estado de alma de las juventudes actuales la lucha, perdida para la vida. Sólo la odiosa y divina fe en sí mismo, es fuente de lirismo interior, de ese lirismo que organiza a Paris, de octubre 1928.
10, Rue Albert de Lappareut.
los héroes y que crea a los poetas. VII) pocas generaciones les ha asistido, sin Senor don Joaquin Garcia Monge embargo, mayor justicia y razón, para juzSan José.
Mi querido amigo: gar severamente a sus antepasados, que a las generaciones actuales. La lección del Comprendiendo que su Repertorio sez vous que alli se dan todos los escritores cada dia, mas y más, en el repertorio de la siglo xix habia substituido en ellas, la fe de nuestro española temiendo faltar continente, he estado tentado, muchas veces, de recurrir a su proverbial hospitalirevelada y la moral que de esa fe se desdad; pero, escrupulos de conciencia, me han retenido. Es que tenía algo nuevo que decir prendia, por el imperativo categórico de Kant y por esa conciencia rousseauniana Holl, creo que toco un punto encendido y magnifico sobre el cual me la opinión de la juventud de America. Seria mucho pedirle, si le pido o cantaria conocer escuchar cuya creciente infatuación, a todo lo largo esas voces, el amparo de sus columnas del siglo pasado, empieza a ser un asombro Su amigo alfmo.
del pensador; nociones ambas demasiado Leonardo Pena.
falaces y engañosas, para no empujar sus jóvenes espiritus hacia una apasionada belión. Por otra parte, mientras el siglo PARA todos aquellos que tienen una fre fera entre los grandes clásicos cristianos y vivió de un mito: el progreso, mito que gocuentación asidua de la historia de las el joven Voltaire, y la que se produjo luego, bernó despóticamente a cuantos tuvieron el ideas, es un hecho fehaciente, que el mundo a raiz de la Revolución Francesa, entre los espiritu de su siglo, él ha cesado de existir moderno pone alrededor de un siglo en volterianos y los ideologos de una parte y usar una forma de civilización.
entre los volterianos y los románticos de para las generaciones formadas por la guerra, las cuales han perdido completamente En cuanto una sociedad manifiesta signos otra; rupturas todas que, teniendo en un la fe social y política de sus padres, ya evidentes de decadencia; en cuanto un régi principio, un carácter netamente intelectual, que el liberalismo, la democracia y en gemen politico es incapaz de satisfacer las concluyeron por influir de una manera po neral, las ideas e instituciones conquistadas aspiraciones comunes; en cuanto una doc sitiva sobre las costumbres y las instituciotrina filosófica, artistica o literaria, deja de con tanto trabajo por aquéllos, no han henes de sus épocas respectivas.
cho sino conducir el mundo a la más hollenar el espiritu de su época, las jóvenes Igual cosa puede decirse de la ruptura generaciones empiezan a inquietarse, no de la hora presente, comenzada en los prinrrenda de las catástrofes. de ahí que la tardando en nacer en ellas un nuevo estado cipios del siglo xx, con la reacción que necaracteristica esencial de las juventudes acde alma, con cuanto ese estado comporta cesariamente debia provocar la era de matuales juventudes que la ciencia había traicionado, que la libertad iba a traicionar y de gusto nuevo, de sensibilidad nueva, de terialismo y de racionalismo outrance que idiosincracia nueva y de nueva concepción que, cada dia, ha visto desprenderse una acababa de envolver al espiritu humano, y de la vida. bajo el peso de ideas y de que los cataclismos politicos, sociales y econueva idea de su florón intelectual sea un fórmulas en las cuales han cesado de creer, nómicos producidos por la guerra, no han sentimiento de incertidumbre y de malestar, no tardan en arrojarse a la lucha, poniendo hecho sino ahondar.
una especie de duda angustiosa que, conen ella la vehemencia y el afán de absoluto En todas las épocas, las nuevas generatrastando con las generaciones anteriores, que caracteriza todo fervor de juventud. ciones, desconociendo con implacable veheque fueron de un optimismo desbordante y Tal fué, por ejemplo, la ruptura que se mencia, las garantias de orden y de seguriagresivo, las hace profundamente pesimistas.
produjo en Francia a principios del siglo xvi, dad que, tanto en el dominio social como Pero, aparte de esa razón moral, hay cuando las candorosas y tétricas certidum en el moral, aporta todo pasado y sin hacer otras no menos apremiantes e imperiosas, bres, que no le daban ninguna importancia el menor esfuerzo para aclimatar ese pasado que contribuyen también a acentuar el pea la alegria de vivir y que mantenían los al presente, han tenido una marcada tensimismo de las generaciones actuales: la espiritus en una especie de caos luminoso, dencia, no sólo a cubrir de igual desprecio, dificultad para ganarse la vida, que es inempezaron a ser barridas por el viento que la inquietud y el ideal de sus mayores, sino finitamente mayor que antes de la guerra, soplaba de Italia (en donde acababan de también, a destruir cuanto aquellos han y, sobre todo, el hecho de que viviendo en ser descubiertas las antigüedades griegas y organizado. Es que las juventudes creen un mundo únicamente preocupado de reconslatinas. para dar paso a la ardiente aspi que, delante de las sociedades que las han tituirse económicamente, su espiritu se siente ración de poseer, de penetrar y de asimi visto nacer, no les queda más que un ca como ahogado bajo el más rudo materialislarse los tesoros de experiencia humana y mino honroso: demoler un estado de cosas, mo. Porque, al espíritu de conquista y de de belleza poética, contenidos en las obras en el cual su sentido de justicia y de hu aventura y aun a las tristezas de la deside aquellas dos grandes literaturas.
manidad, se acomoda mal. si ello implica lusión, ha sucedido la satisfacción egoista Tal fue, igualmente, la ruptura que se la aceptación explicita de estados revolu del ser material presto a reemplazar las produjo durante el reinado demasido corto cionarios, que la mayor parte de las veces, quimeras por lo positivo, y el ensueño, por de Enrique IV, cuando la Pléyade fué su son generadores de durezas infinitamente el número y presto a consolarse de los desplantada por el genio amanerado y vigoroso mayores, es preciso convenir que una ju fallecimientos del mundo moral y de las de Malherbe; la que se produjo a la muerte ventud sin ardor destructivo, sin impetu, decepciones de la inteligencia, en el mundo de Luis XIV, con el cambio total de atmós sin arrebato, está muy expuesta a ser una de los negocios. Ya no se pretende crear Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica