José Carlos MariáteguiSocialism

Tomo XVI REPERTORIO AMERICANO Núm. 20 San José, Costa Rica 1928 Sábado 26 de Mayo SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Una prueba centenaria Maeztu, ayer y hoy Comprimidos de vida Palabras.
Pagica lírica Los jóvenes de Platón (1. Con Diego Rivera (y 5)
SUMARIO Sanin Cano La Doctrina Monroe y el Movimiento José Carlos Mariátegui Obrero (3)
Lydia Bolena Una mujer Alfonso Reyes Abrimos un concurso Rosa Garcia Costa Aclaración.
Hipólito Taine Tablero (1928. Rafael Estrada Vicente Lombardo Toledano Horacio Quiroga Rep. Am.
Carlos Vilella Niqui Una prueba centenaria Hace 33 a no A su muerte, hace 33 años, Hipólito Taine empezaba a gustar las amarguras de la impopularidad. Por una trasformación de que hay varios ejemplos en el pasado siglo y en el presente, después de haber dedicado todo su amor y diligencia a los estudios filosóficos, a la literatura y al arte, en los dias de su madurez la inteligencia severa y disciplinada del gran normaliano puso la vista en los complicados fenómenos de la política francesa del momento, y se dedicó con la probidad de que siempre dió muestras a determinar la fórmula del desarrollo histórico y social de Francia. Se decia, hablando consigo mismo. Me proponian que fuera realista o republicano, demócrata o conservador, socialista o bonapartista; yo no era de ninguna de estas opiniones, no era nada en rigor, y a veces envidiaba a tantas gentes convencidas que tenían la felicidad de ser algo. En ese tiempo a Taine le bastaban la ética de Spinoza, rigida como las demostraciones geométricas, la filosofia de Hegel, que reducia todo el saber humano a una triple operación del pensamiento; las obras de Shakespeare, que convierten al mundo en un escenario donde los hombres exageran un tanto sus pasiones para que el espectador las observe con mayor eficacia y provecho no sin gozar de la belleza del espectáculo; las visitas a las galerias de pintura en Italia, en los Países Bajos; la contemplación de la naturaleza en los Pirineos, donde la variedad infinita de perspectivas en una gama eternamente variada de colores y formas le daban alimento a un apetito desordenado de sensaciones de arte. Pero la vida hubo de enseñarle pronto que no es posible hallar satisfacción completa en aquellos estudios y actividades, sobre todo cuando el escritor posee una conciencia rigida de sus deberes sociales.
La meditación sobre la vida TRE iban enajenando la voluntad de antiguos amigos y la admiración de quienes le habían hecho objeto de ella tan sólo por las obras suyas de critica y de historia del arte que habían leido. Su examen de las corrientes históricas francesas y de las influencias de todo género a las cuales había obedecido el espíritu francés en su desarrollo político, lastimó prejuicios muy antiguos y muy respetables, horado nociones falsas muy extendidas, socavó las bases de muchas reputaciones, destruyó leyendas militares e hizo tabla rasa de muchos valores morales que parecían definitivamente aceptados.
Se le cerraron muchas puertas y perdió el afecto de algunos camaradas. él, que habia sido siempre poco amigo de prodigarse, en los últimos anos de su vida realizó sus aspiraciones a un aislamiento casi completo. Acaso saboreaba en el silencio de su retiro los placeres de la impopularidad. Mientras habló de libros, de cuadros, de la naturaleza y de la vida contemporánea, se ganaba amigos y admiradores con cada obra nueva que salia con su nombre, o al aparecer de sus articulos en los grandes diarios de París, en la solemne Revue des Deux Mondes, o en la callejera y libertina Vie Parisienne, de colaborar en la cual no se desdeñaba.
Su caso no es aislado. Parece que los tiempos demandan estos sacrificios y se los imponen al hombre de letras en nuestros días. Faguet escribia en sus últimos años obras de análisis político sobre las ardientes cuestiones que agitaban a los hombres de esos tiempos; Lemaitre no pudo sustraerse a las flaquezas del nacionalismo francés; el doctor Dillon, en Inglaterra, abandonó sus aficiones y su catedra de orientalista para estu.
diar, como corresponsal de los grandes diarios de Londres, el juego de los intereses politicos en las capitales del centro y 28Taine (Visto por Rodríguez Páramo. politica de su país, el espectáculo de uma gran catástrofe, las dificultades de todo género entre las cuales se movía la tercera república, le impulsaron a preparar la documentación necesaria para escribir la historia de Francia, de acuerdo con ea que él se había formado de la manera como deben llevarse a cabo esta clase de trabajos. Será preciso, decia él, para escribir esa historia. invertir los métodos ordinarios y figurarse la nación antes de redactar su constitución. La primera de estas dos operaciones requiere largos estudios, observaciones continuas, expuestas a frecuentes rectificaciones; pesquisas en lo pasado y lo presente sin descuidar los dominios del pensamiento y de la acción. Taine se dedicó a ella con la tenacidad del sabio y la consagración del hombre de estudio. En 1875 salía a luz el primer tomo de los Origines de la France contemporaine, bajo el titulo del Ancien Régime y con largos intervalos fueron apareciendo los tomos restantes hasta el último, publicado en 1890, cinco años antes de su muerte.
Esta obra le había hecho impopular. Su absoluto desinterés, su buena fe incontrastable le SALAZAR LIMON Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica