REPERTORIO AMERICANO 43.
método dible mejor lleja de la la Boca, el el tio Petapasta de un casa su hija en la a vieja casa familiar y estable.
como héroes de primera fila a fable método, lo salvó de la cer en ella una carpinteria me todos aquellos que daban nom corriente pedagógica. Al no dar, cánica. Mientras el tio Petacó bre a las avenidas y plazas tampoco, en lugar visible, con vsky, que, a cambio de su parte principales. si bien este cu el monumento a Rivadavia, reen la maquinaria, conservaba rioso procedimiento de aprender solvió no guiarse por el sentido un resto de la antigua clientela había sido ya metodizado por didáctico. y comprar ejemplaboquense, instalábase en una los pedagogistas, él, que allá res ilustrades de todos los pacómoda casa de la avenida en Rusia fuera pedagogo en el triotas. Aquellos que conocia y Almirante Brown.
original sentido de la palabra, aquellos que no conocía. todo lo ignoraba sabiamente. Pero quedó resuelto.
no por ignorar su denominación Sabido es: de cien judíos que cientifica: viscaudomotor. perllegan a juntar algunos miles dón. el Antes del primero de mayo de pesos, noventa y nueve gus resultado. Respecto de Sar. dia señalado para inaugurar tan instalarse como verdaderos miento verbi gratia domine su nuevo comerco el tio Petaricos. De ahí que el tio Peta que entonces prestaba su nom covsky descargaba en su casa covsky, que no era de la exbre glorioso a a una humilde ca.
cerca de un millón de láminas cepción, amueblara regiamente entre estampas para cuadros su casa, comprara piano a la covsky habíase formado retratos, alegorías patrióticas, pequeña Elisa, y con motivo del nacimiento de un hijo arconcepto pobrisimo. de no copias de monumentos y tarjesaberlo escritor. qué judio no tas postales. Las ventas fueron gentino, celebrara la circunsci admira a un hombre que escri iniciadas en seguida. Varios sión en una digna fiesta a la bió libros. habría privado su viajantes en encargaron de las manera clásica. Era justo. Desde colección de una figura tribu provincias, y el tio Petacóvsky el asesinato del primogénito, nicia.
de la capital. Durante seis meen Rusia, el tio Petacóvsky Por suerte, esta falla al ine ses las cosas anduvieron a todo esperaba tamaño acontecimien.
to. Igual que Jane Guitel, habia soñado siempre un hijo Hermano, juzgame bien.
varón que a su muerte dijera el kadisch del recuerdo. El Del tomo Pequenas Prosas. Buekadisch, esa noble oración del nos Aires Ediciones GLEIZER. 1926huérfano judio, que el mismo Se juzga a los hombres por los actos importantes de Enrique Heine recordaba en su su vida. Decimos: este hombre ha ganado una batumba de lana: talla o ha escrito un libro. Juzguémoslo por la batalla que extiende su nombradia o por el libro que lo revela kadisch me dira.
Sin cantos y sin plegarias a sus contemporáneos. lo juzgaremos mal. Los actos mi aniversario fatal. importantes no tienen importancia. Son sencillos y lógiPero dejemos la poesia y los poetas. No por tener kedisch. actor para entrar en escena. Sabe que en esos actos el juicio que traerá el olvido o la repercusión de el tio Petacóvsky echose a su nombre. Para llevarlos cabo, deja de ser muerto. Al contrario, el feliz advenimiento de un soldado espontáneo, de alma libre y de alma fresca, para poargentino en vísperas del cen dida de todas las almas. En cambio, en las palabras tenario de 1910, le sugirió un negocio patriótico. con la desatados e ilógicos como los saltos de un niño, en lo sueltas y en el hecho sin sucesión sin coherencia misma fe y el mismo entusismo que no está destinado a perdurar en la memoria, se que el anterior, el tio Petacovsky lo llevó a término. Trataagita el verdadero individuo, el individuo divino, anterior a las frias normas y superior a las reglas que lo base en realidad del mismo acartonan y adocenan en el ser informe y gregario. No negocio. Sólo qne ahora en vez me juzgues, hermano, por lo que tú crees que es cosa de estampas de santos, serían grande.
Esta cosa grande es para los que son muchos, de escs de heroes, y en lugar para los que están más allá del escenario y no me de escenas shakespirianas, aleespre centro pre las cosas grandes sitios dentella de las Los hermanos Bermúdez, que pequeñas cosas y de las palabras locas, que se nos informaron acerca de la historia escapan de los labios cuando estamos solos y lles y patria, pero con un criterio de mos en nosotros mismos. Juzgame por las pequeñas cofederales que tio Petacovsky el sospechó lleno de parcialidad.
sas, juzgame por las palabras que no entiendas. En No ellas encierro lo que no puedo decir y me está ahoganera que el estuviese en do con el contra de nadie, sino que le el jubilo o con el dolor, porque es faltaban pruebas de la gloria es el secreto sagrado de cada vida, y lo que hacemos de Rosas.
y decimos es para ocultarlo más, a fin de que lo adivne únicamente quien debe adivinarlo. De modo, si lo que Como buen andariego, el tio ves entiendes te da la idea de lo que es el hombre, Petacóvsky habia aprendido su lo que no entiendes ni ves y presientes, sin embargo, historia nacional en las calles te dará su medida cabal y si piensas asi te darás de Buenos Aires. Asi juzgaba cuenta de que nunca conoces al que está a tu lado. Por extensión, los judíos llaman asi a sus hijos varones.
ALBERTO GERCHUNOFF nadie ha de cantarme misa, trapo. Mas no obstante esta actividad y las proporciones que alcanzaron las fiestas del centenario en toda la República, el negocio fracasó.
Cuando a fines de 1910hechas las liquidaciones en el interior del pais realizóse el recuento de la mercaderia sobrante, aparecieron más de seiscientas mil cartulinas. En re.
sumen: habia perdido en una aventura de seis meses sus ganancias de cinco años.
Naturalmente, este primer fra.
caso enturbió el humor del tio Petacóvsky. Como en verdad no tenia comerciante, se sintió derrotado. si bien a los pocos meses ya soñaba otro negocio a propósito del Carnaval, sus parientes, entre burlas, negáronle crédito para realizarlo. Quién no desconfia del hombre que fracasó una vez?
En esa desconfianza, mas que en la pérdida de su dinero, sintió el tio Petacóvsky su desgracia. Para ayudarse, sin recurrir a nadie, mudose a una más económica, vendió el piano y aplazó el ingreso de la Escuela Normal Pero nada de eso fue remedio.
Sólo una nueva desgracia¿vendrán por eso seguidas? le curó la anterior. Fue nada menos que la muerte de Beile, la menor de sus hijitas.
Este lamentable suceso hizo también olvidar a sus relaciones el fracaso del centenario.
Por una parte los parientes, y por otra los amigos, con esa dolor tan característica de los judíos, compitieron en ayudar al infeliz. otra vez gracias a ellos, el tio Petacóvsky pudo volver a su oficio de corredor. Ahora ya no sólo de cuadros, sino también tale ile Durante cinco nuevos años el tio Petacóvsky trabajó para rehacer su clientela. Canas costábale ya el maldito oficio, vea menos por la competencia de las grandes tiendas y el alza enorme de los precios con motivo de la guerra. Pero hasta mediar el año 1916, no abandonarlo. Sólo entonces, una feliz circunstancia lo sacó de él.
El caso puede resumirse de esta manera: El menor de los hermanos Bermúdez, Carlos, lo recomendo al gerente de una fábrica de cigarrillos, y éste adquirióle, como objetos de propaganda para el centenario de la IndeSser natural solidaridad en de muebles, telas, joyas, pieles.
Sorias patrióticas.
nido no pudo secreto. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica