REPERTORIO AMERICANO 377 EL SANTO de los hospiCuesta mucho hacer tales nació en familia Corazones franceses: San Vicente de Paul eso: Vicente de Paul para de rusticos, hacia el lado De El Mercurio. Santiago de Chile cada pueblo senegales o de los Pirineos; cuidó las tibetano, que den el Evanbestias de su padre, caminando entre el gelio en silabas de sacrificio y convenaliento del buey y el aleteo escandalosaciendo con la catapulta de las acciones.
mente blanco de la ganseria, y cumplió toEnseña a los jóvenes sacerdotes lo mismo dos los trabajos que las estaciones, girando, que San Pablo. la caridad primero, la cadejan caer en la mano del campesino.
ridad en seguida y la caridad después, Un dia su padre vendió dos bueyes para mostrándoles huero y negro el hueso de la darle educación. Eligió el sacerdocio para profesión religiosa cuando no la contiene.
el hijo manso y un poco melancólico, y Unico alegato es, en la norma vicentiana, Vicente comentó la elección riendo: la caridad, para hincar el cristianismo en el. Yo sé que soy muy feo para los hompecho del mundo. Con ella sobra la lengua bres; Dios me recibirá mejor que ellos elocuente y cualquier cosa parece añadiFeo era, con sólo la gracia de una voz dura.
suave, grata de escuchar, que era su coraA los cincuenta años todavía no sabe deszón mismo, subido al abra de la garganta.
cansar, como si la caridad fuese un despeNavegando años después de Marsella a nadero en que no se puede parar hasta que Narbona, en galera cristiana, cayeron sobre se toca en el fondo que es la Divinidad desel barco los turcos y lo hicieron esclavo, nuda. Cuando los huesos se le quejan dice: junto con el resto de la tripulación. En el. Ah, la pobre armazón. y sigue en lo sumercado de Túnez, Vicente, desnudo, fue yo, sin darle ningún regalo de descanso. Asi ofrecido como un caballo de tirajes fuertes, es como su cuerpo se vuelve como prueba expuesto en la plaza al sol neto, que ayuda enderezada de su propio fuego, lo mismo para la feria, con su letrero al cuello. Se que el metal en la lámina.
vende. Lo voltearon los compradores, soTiene escrito a la entrada del refectorio bajeándole los tendones del lomo; abrieron este letrero. Dios os mira. El vive en su la boca para verle la salud en las encias, presencia, sin la escondedura de un minuto, y Vicente corrió delante de ellos probando más que eso, bajo la presión de Dios, como la calidad de sus coyunturas.
está la almendra nueva apretada por la Tuvo su primer amo y segundo amo, y el corteza.
tercero lo trajo a Francia, donde el volvió Moser Vicente Cuando le han madurado algunos misioa ser Vicente de Paul, hombre y sacerdote.
neros y que ya los ha repartido por las Viajó hacia Roma por tocar la sepultura de tierras infieles, se pone a trabajar con las los apóstoles mayores, Pedro el fundador y Pablo el sollamador de corazones.
santo de Paris habia perdido el silencio ayumujeres, y hace esas comunidades de senoCompartiendo en sus andanzas una habidador de la oración; dormia mal, porque el ras para el auxilio de los pobres, que se tación con un juez, le robaron a éste cuatrabajo le rebalsaba el dia y la agitación multiplican todavía. No lo satisfacen las sole comia con cuidados su corta noche.
ciedades de damas, porque estas suelen cotrocientos escudos, y el hombre con profesión quetear con la caridad una hora del dia o de juicio, entontecido por la costumbre de Lo llevó al Consejo de la Regencia la juzgar, que vuelve estúpido como el pecado Reina viuda de Luis XIII, y él aceptó, por un dia a la semana, y se va a crear la orden cotidiano, lo acusó de ladrón.
obediencia, la honra grande, sin pensar ni religiosa para mujeres que todos conocemos y que para mi equivale a la obra de genio Cuando volvió a Francia, fue cura de por un momento que el Vicente confesor de los forzados tuviese que mudar en él cosa del catolicismo Clichy, de aldea verdadera, cuyas casas eran alguna al hacerse Vicente consejero real.
La cofia entra en la sala de los hospitales, de paja, y alli era donde decia su misa con De entenderlo asi, iba a las sesiones con la absoluta corneta sin arrugas y que tiene tales acentos en la alabanza de Dios, que su ropa raida de pobre viejo, y sus colegas el aseo de la flor, con el que consuela los campesinos veían un ángel en medio del lucientes rezongaban de este modo: ojos de enfermos cansados de inmundicia.
altar.
De su altar indigente, con sólo el sello. En qué vestimenta viene al Louvre el Andan desde entonces taloneando por los Padre Vicente. Es que nos desprecia?
patios con césped y los refectorios encerablanco de la custodia frente a su cara, lo. Oh, Eminencial le contesto a uno imi dos esos zapatos bajos de santas viejas, que sacaron para llevarlo a Paris, y lo hicieron desprecio no es sino para mi!
pueden tener veinte años; andan sin parar, preceptor de tres niños nobles, hijos del Cuando alguna duquesa se dio cuenta de de la mañana a la noche. Trabajadoras de gobernador de las galeras de Francia, y el que las piernas hinchadas del viejo ya no jornada completa, no de ocho sino de quince les enseñó por ganar la confianza del duele daban más para las caminatas de barrio horas, ganarán menos que el último limpiaño de los condenados: así tenia el santas a barrio del Paris grande como una provindor de desagües. Son un gremio también, malicias por caminar hacia sus divinos obcia, le mandó una carroza con lindos caballos y el primero de aquí abajo, el de los peones jetos.
fogosos.
de la misericordia, sin un solo derecho a la Cuando estuvo bien quisto del noble, fue repugnancia.
la hora de pedirle la capellania de los for ¡Mi Dios. es una carroza verdadera! lo menos pongan los caballos al trabajo Se da San Vicente otro cansancio todavía: zados de Paris, la cual recibió, y alli co del Huerto de San Lazaro para que tomen quedan los niños «por los que no ha hecho mienza el uso de la caridad, que le andaba un aire de bestias más humildes.
nada. Paris entrega cada noche doscientos como anda una sangre excesiva por el cuerpo, Para que aceptara la carroza, intervino o más niños abandonados que sus madres y que no se le alivió sino en ejercicio.
En las galeras del Mediodia estuvo loco el arzobispo, que sabia cómo llevaba úlceras locas no quieren y que son como la resaca de caridad y tomó el lugar del galeoto muen los pies, el trota barrios, buscador de nocturna de la terrible ciudad. En cualquier chas veces e hizo en las calas de los barcos pobres.
puerta con umbral, sobre un banco de plaza el hediondo trabajo de los cargadores. Asi Santo con el alma entera descendida a la en que las hojas secas ayudan al disimulo, mano, todo él una mano, que seca el pus entre dos vigas de un puente, un vajidito, dobló su cuerpo que a los cuarenta años fétido, toca la carne blanda esquivada por una cosita tirada como la castaña en el estaba deforme. Ahora era voluntariamente feo; pero daba no sé qué electricidades su los otros, enjuga sangre negra y pasa de suelo.
una fealdad a otra fealdad, abeja al revés, que Vicente empieza a recogerlos, hombre sin contacto, la mano de Dios pegada a su hom chupa la inmundicia extendida de la ciudad hijos por la religión, pero, por ella misma, bre, y su presencia se sentia tan vigorosa enorme. Mano de hospital, tan suave que no hombre con los hijos que a los demás socomo el sol meridiano. Se cuenta que tomais la plaza de los parece de varón, y que es, sin embargo, la bran; ridiculamente cargado de la culpa de flor de la virilidad, porque la cosa más vaforzados le dijo otro santo. mirándole aquellos que vuelven la cara a la paternidad ronil de este mundo se llama «compasión. por estúpida el pobre cuerpo de sobrenatural estropea Le hierven en la noche los sesos pensan los sesenta años ha venido él a resultar dura.
do en el mundo violento que le rodea, y recogedor en grande de criaturas ajenas, de Se cuentan tantas cosas le contesto desea más manos para la cosecha de la los niitos sin nombre que son los más verdasonriendo el muy pudoroso.
Vivía entonces en el Paris del placer y desgracia que es fabulosa y con la cual las deros hijos de Dios y que hasta bien pudiedel dolor amontonados. Gran ciudad, Monsuyas no pueden. Los curas andan tibios y sen llevar por apellido el nombre de Jesudescuidados; se regalan como los laicos y cristo. Le cae a las manos con los niños un señor. comentaba el Santo Magnate gran viven muchos sin heroicidad, glotones y pe regalo de limpieza, y toca jal fin! cosa dismiseria. En medio del Paris cargado de hombres se habia sentado a la manera del rezosos. Se pone Vicente entonces a hacer tinta de la podre de veinte años.
misioneros, con el sueño de empujarlos ha Entre los niños se queda todo lo que pue.
pescador, con la red cerca de la roca doncia los cuatro puntos cardinales. Por el la de de dia, que nunca es mucho para el de el enjambre de peces hace centelleo. El Francia de hoy tiene la honra sin ejemplo hombre de la prisa, y se extasía en un code proporcionar, ella sola. los dos tercios rredor de hospicio mirando al sol las patitas (San Francisco de Sales.
de los misioneros del mundo.
color de flamenco que hacen un guiño con Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica