REPERTORIO AMERICANO 259 a categoría de pais favorecido.
Lo mismo su moneda, que hoy se cotiza a la par del dólar.
Confiemos, pues, en que los pueblos hijos de España llegan a su mayor edad y como en las familias sabrán renovar la tradición honorable. No hay duda que la familia hispana en este Continente, en su evolución creciente, será el asiento de las democracias verdaderas y que si la civilización pierde en otra parte su brillo en no lejanos dias la semilla regada en los vientres de América surgirá con un prestigio no sospechado.
Enrique Naranjo Enero 1928.
Boston, Mass.
Extractos Del tomo De la elegancia mientras se duerme. Grabados en madera de Raul Monsegur. Editorial Excelsior. Paris.
Un Diario de extraña factura, desconcertante. Sacamos en limpio algunas de sus páginas; no, por cierto, las más alarmantes y crueles.
Al Sr. Lascano Tegui le damos las gracias por el ejemplar que nos ha enviado y por la ocasión que nos ha dado de tratar a un escritor tan original, argentino domiciliado en París. Setiembre 18.
de la raza de color ha sentado de preferencia sus reales.
Sin embargo, en la costa contamos con ciudades como Barranquilla que no existía hace unos cien años y cuyo crecimiento es extraordinario, pero un poco desordenado, cosa que mejora, naturalmente, y contamos con Cartagena, llamada por sus fundadores Cartagena de Indias; la ciudad que guarda las mejores tradiciones de la historia de España en América, como que ante sus murallas que en aquel entonces costaron más de doscientos millones de pesos a los soberanos españoles, se libraron las más heroicas batallas contra los ingleses y franceses y contra bucaneros de toda estirpe.
Allí en esa bahia de aguas como nacar, se reunían los galeones de la entonces poderosa España; alli venía todo el oro extraido de las Colonias y de alli partían los convoyes a apuntalar con el retintin de las barras de oro y de plata la caduca monarquía. Por esto Cartagena fué entonces la presa codiciada de los enemigos de la Madre Patria y dentro de sus fortalezas la raza nuestra probó muchas veces el temple de sus armas y de alma de sus soldados Una historia de la fundación de Bogotá está unida a una de las más extraordinarias coincidencias de la Conquista. Tres expediciones salidas de puntos diametralmente opuestos y que por años habían vagado por lo desconocido, llegaron a un mismo tiempo a las vegas en que se estableció la ciudad y estos hombres heroicos, en vez de abrir los brazos a sus hermanos blancos, aprestaban los aceros para la lucha, celosos de su autoridad y de sus fueros.
Un letrado, Jiménez de Quesada, fué al fin el elegido de todos. Esto explica la inclinación a las letras que desde su fundación se ha manifestado en el nuevo pais. Quizá por lo mismo, en Colombia, como en ningún otro pueblo, ha sido más completa la acción española.
Alli los dialectos indigenas desaparecieron y una religión y un sólo idioma vinieron a ser la religión y el idioma de todos, como para acreditar el dicho de cierto escritor inglés cuando afirmó que allí donde fueron los españoles el indio lleva calzones. Cuestión de sistemas, por más que algunos se empeñen en desacreditar los métodos de esa España que daba a sus colonias, bien o mal tratadas, lo que tenía, esto es: su habla, sus creencias, el espíritu de su propia raza.
Como hija fiel de España, Colombia se rebeló buscando vida libre. Entonces luchó fieramente y triunfante en su suelo, sus soldados fueron por todo el Continente, a ayudar a Venezuela que confundió sus esfuerzos con el de Colombia, a ayudar al Ecuador, al Perú y fundar a Bolivia.
Pasada la lucha, ningún otro país ha guardado tan fielmente la herencia. En Colombia la raza española, el idioma, se han conservado cuidadosamente, con orgullo.
Ha sido un pais esencialmente tradicionalista. Las luchas alli han sido por cuestiones constitucionales. El personalismo nunca ha florecido alli, menos las dictaduras. Los hombres que han ocupado el solio presidencial, han sido preferentemente hombres civiles, hombres de letras y todos, casi todos, han dejado el poder para morir en honrosa pobreza.
Hoy cuenta el país con unos ocho millones de habitantes. Tiene una extensión geográfica en que holgadamente caben Alemania, Francia y los Países Bajos. En recursos naturales cuenta con cuanto Dios en su bondad ha dado a otros pueblos: oro, plata, esmeraldas, platino, petróleo, carbón, maderas etc.
La gran dificultad para que el pais explote todo esto dentro de su mayor beneficio, han sido las vías de comunicación. En la actualidad un ejército de unos treinta mil trabajadores se ocupa en la construcción de carreteras y ferrocarriles. Entre los empréstitos de los Municipios, Estados y Gobierno Central, para obras públicas, últimamente se han obtenido en los mercados extranjetos unos doscientos millones de dólares.
Todo esto augura que en unos cuatro años más el país habrá resuelto en la parte más esencial su sistema de transporte.
Entonces abriremos nuestras montañas a corrientes de emigración bien escogidas y fácilmente puede predecirse lo que el porvenir reserva a Colombia.
La paz está sólidamente establecida en el país desde hace más de un cuarto de siglo y el crédito de Colombia ha subido Mi vecino el pintor Truchet se llamaba no sólo me hizo conocer el espanto. Sus palabras, sus preguntas, fueron, como sus regalos, inquietantes para un niño. Jamás me dió un cobre para caramelos, como dan generalmente los hombres a los otros niños. No; él me daba relojes descompuestos, mucho más interesantes en su silencio que si hubieran andado. Yo los hurgueteaba durante varios dias, y cuando volvía a ver al pintor no dejaba de decirle. Sabe Ud? El reloj que Ud.
me dió, lo abrí y lo hice marchar.
Hacer marchar un reloj era para mí algo así como el alto oficio de los inquisidores. Lo que yo hacia era hacer saltar lo poco que aún quedaba de bien en la maquinaria detenida y llenar de aceite la caja del reloj. En su fondo lucían bajo el aceite, aún más dorados, los engranajes. El volante era un anillo de hadas y los rubies ojos de sirenas vendidos en serie y al menudeo.
27 Noviembre 18.
Al saber que había muerto Madame Roland, su marido, que estaba oculto en una granja, se echó por los campos, decidido a suicidarse. Unos paisanos sintieron un pistoletazo.
Era un girondino más que moría.
Al borde del camino lo enterraron, pero tan a flor de tierra, que los niños de los alrededores, con trozos de rama, jugaban a quien primero tocara el cadáver Durante un tiempo, el muerto hizo elástica la tierra que lo cubría. los pocos dias, un día de sol se hundió de golpe. los meses era un bache donde se juntaba agua, que bebían con fruición los mastines de los pastores. Diciembre 18.
Mi madre nos cortaba y cosia la ropa y jamás nos bordó letra alguna ni puso mayor cuidado en nuestras camisas que en el dobladillo de un trapo de cocina. pesar de sus olvidos de civilizada, creci fuerte, lo mismo que mi pobre hermano, aquel que sirvió para experimento.
Esa mujer que cumplió con su deber tenia el temperamento de un artista y por eso fué simple en las ropas que hizo para vestirnos. Yo quisiera escribir mis cartas sin dobladillo, con su misma sinceridad y sencillez. Setiembre 18.
Otro de los regalos cuyo recuerdo aun perdura fue el de varias banderas con sus astas.
En ellas aprendí mi primera geografia. Truchet me dió una bandera amarilla con una águila negra en el medio y me dijo que era la bandera japonesa.
Como era amarilla.
Luego me dió otra roja y me dijo que era el pabellón de los cafres de la carne cruda. En una esquina tenía una cruz de San Jorge azul sobre fondo blanco. respondió cuando insistí en saber lo que significaba el recorte. No te preocupe tan poca cosa. Es un retazo que le han agregado en Manchester los fabricantes de paño.
Mi geografia era digna de un francés. El señor Truchet tuvo la culpa.
24 Febrero 18.
Nunca pude sufrir los grandes bulevares, inventados por Haussmann. La gente que se hastia y trabaja a lo largo de la calle me recuerda a San Pablo. El precio del placer es la muerte. Son los sepulcros blanqueados. Mujeres hermosisimas que viven rápidamente, como las mariposas, inseguras de su belleza bajo el yeso y el emplasto de los afeites; hombres que han hecho de las mu Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica