REPERTORIO AMERICANO 237 den el alma para alcanzar el sentimiento que eleva.
En su poesia se puede hallar ese ritmo y ese sentimiento. Por eso será obra patriótica y alta estudiarla y difundirla.
Le agradece profundamente su regalo Rogelio Sotela de mi pobre Niña. Poco antes de morir me pidió que la enterrasen con ella. Está usted seguro de que así se hizo?
Enteramente seguro. Por qué me preguntas eso. Se lo pregunto a usted le respondi recalcando las palabras, porque anoche María Luisa me ha dado esa medalla. Qué has dicho? exclamó estupefacto; pero luego, encogiendose de hombros, me miró con profunda lástima. No, señor conde, ho estoy loco. Quiere usted la prueba? Aqui la tiene y al decir esto le mostré la medalla. Jesús mil veces. grito horrorizado, con los ojos casi fuera de las órbitas. Vete de aquí, maldito, hijo de Satán, deja a los muertos en paz!
Al oir estas palabras perdi por completo la razón. Después de injuriar atrozmente al conde, corri a la alcoba de Maria Luisa, que estaba cerrada, y golpeando con frenesi la puerta me puse a llamarla a grandes voces, gritándole que saliera para que todos la viesen y supieran que su padre era un viejo hipócrita y embustero. Por fin lograron sujetarme con mucho trabajo, llevándome a un manicomio donde estuve varios dias entre la vida y la muerte.
Muy conmovido por los terribles recuerdos evocados, don Fernando calló. Al cabo de un rato y después de pasarse una mano trémula por la frente sudorosa, añadió: Ahora que ya conoce usted mi secreto y la fatalidad que pesa sobre mi, comprenderá por qué no he podido crearme una familia. Entre una muerta y yo existe un lazo misterioso e indisoluble, del que esa medalla hallada por usted es la prueba irrefragable.
Ricardo Fernández Guardia San José de Costa Rica, julio de 1928.
Cascabelito de oro Tan pequeñita y tan leve que en el cuenco de mis manos, como el agua de la fuente te sorbe ansioso mi labio; Velloncito que en las zarzas deja el corderito blanco. dónde habré de colocarte que no te escapes volando?
Frágil copito de espuma entre mis dedos cuajado: he de respirar apenas para conservarte intacto.
Cascabelito de oro de mi garganta colgado, tus vibraciones señalan.
en las tinieblas, mi paso.
Página lírica de América Bobia de Carbó Del tomo Ofertorio. 1928. Matanzas, Cuba Del nido Como bate el pichoncito temblorosamente el ala, así lleva las dos manos, asustadita, a la cara.
Por entre sus dedos brota el brillo de su mirada. qué es lo que tiene mi hijita, dime. qué es lo que te pasa? con los labios fruncidos, con la boquita apretada, contesto con un murmullo de palomita asustada, SE HA REVELADO UNA POETISA EN CUBA San José, setiembre 10 de 1928 Señora América Bobia de Carbó, Matanzas, Cuba.
Señora, Poetisa: Permitame usted que, apenas leido su Ofertorio, me apresure a enviarle el más caluroso saludo y la más cordial felicitación por tan bella obra. Entre la montaña de libros que revisa úno, éste suyo es como una estrella; fulge y se destaca inmediatamente que se le abre. En qué fuente baño usted su pluma para escribir ese Cascabelito de Oro, poemita que bastaria para que usted fuera. sólo por eso una gran poetisa? ese cuadrito Del nido, que exactitud psicológica y que ternura tiene! luego en los Balbuceos, qué profundidad de poesia en una sola estrofilla, perdida por ahí: Mamá, la niña que vimos en una caja de seda, la toqué y estaba fria lo mismo que una muñeca. Ah, usted está predestinada a ser ritmo saliente en la nueva voz de la América. Esa estrofa siguiente, asi pequeñita y puesta por usted sin alarde alguno, es el poema más hondo que he leido en los últimos meses: Los hijos de los mendigos en el atrio de la Iglesia juegan, como el Niño Dios, sin zapatos y sin medias Vale anotar, de paso, el hecho significativo de que prepondera en la poesia alta de ahora, en nuestro Continente, la nota femenina. Son Luisa Luisi y Alfonsina Storni y Maria Monvel y Magda Portal y Araucana y las cubanas Rosario Sansores y Maria Villar Buceta interesante caso estudiado por Julio Sigüenza y Graciela Garbaloza y Maria Sabas Aloma y Aurora Estrada y Ayala y Maria Alicia Dominguez y las mexicanas Maria Enriqueta la clásica y Eugenia Torres alondra peregrina y Maria Delmar y Esperanza Zambrano; y las centroamericanas Tula Van Severen, Carmen Brannon. Aura Rostand, Marta Josefina Herrera y Auristela de Jiménez, y tantas que hoy colman de nobles trinos el ambiente de América!
Entre ellas, y como brotes de renuevo, jóvenes y plenas de amor ingenuo y hondo, Alicia Porro Freire, de 16 años. promesa de gloria indudable y la señora Maria Carmen Izcua de Muñoz, uruguayas ambas y ambas tocadas del Genio de la Ternura. como los magnificos símbolos amparadores, Juana de Ibarbourou que canta su canto inigualado, pleno de tropicalismo y de sabia joven, fuerte y exultante; y Gabriela Mistral, la madre, llena de mansedumbre y de vigor cristiano.
Se diria que bajo la advocación de Sor Inés de la Cruz y de la Avellaneda, y bajo la angustia dolorosa de Delmira Agustini y la miel ática de Maria Eugenia Vaz Ferreira, la ramazon primaveral de la Poesia va tejiendo la fronda en que rimarán sus cantos los más nobles pájaros y prenderán sus fulgores las mejores estrellas.
Por algo ha dicho un filósofo actual que SE ACERCA LA HORA DE LA MUJER PARA QUE DE NUEVO HAYA MADRES DE BUDAS CRISTOS EL MUNDO TODO SE LLENE DE DICHA DE AMOR. esta nueva poetisa que es usted, América, hija espiritual de Martí y compatriota de Agustín Acosta; América de Carbó, hermana de Fernando Llés, tan poeta y tan filósofo, la del sutil Ofertorio, va a dar a Cuba y a las letras castellanas una modalidad nueva, un ritmo y una visión «esperados por quienes hemos tenido sismpre fe en la fuerza espiritual de nuestra raza.
Pienso que su libro merece el estudio serio de las gentes de letras y merece una difusión grande para que nombre vaya siendo conocido a fin de que la misión suya, como dice Vitier, no sea súbita sino que entre, en medio del torbellino snobista de hoy, como una suave oleada de seda.
En la medida en que mi esfuerzo pueda colaborar en esas necesidades, téngame usted por su mayor colaborador. Mientras tanto se me ocurre llevarle a Garcia Monge nuestro gran divulgador de cultura una selección de sus poesias y se me ocurre, desde luego, que debemos todos ponerles nuestra atención y darles nuestro tiempo, para sentirlas, para amarlas y para que las sientan y las amen los jóvenes de nuestro Continente que hoy ponen el oído atento para captar el ritmo que educa y distienTransfigurada Igual que dos manojos de violetas.
los pies amoratados sobre el hielo: un pañolón atado a la cabeza y el tierno corazón lleno de ensueños, le dijo adiós a la abuelita triste, le dijo adiós a la infeliz maestra y perdida en si misma y en su llanto, dejó atrás para siempre aquella aldea.
Alguien predijo al verla cierto dia: Esta llegará a ser lo que ella quiera, y como toda estaba hecha de lágrimas, ha Cuajado, por fin, en una perla.
Solamente el Miel sobre los labios, en los ojos, miel, pero más adentro no se sabe qué.
Camino de alfombra flores a los pies, pero cuando llegue ¿qué es lo que hallaré?
Espuma brillante en los bordes, miel, pero allá en el fondo ¿será dulce o hiel?
Amoroso fruto de María y José.
Miel desde el cabello hasta el blando pie. Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica