Sandino

170 REPERTORIO AMERICANO Talleres Gutemberg, 1922. fechada en 1914, novela al parecer autobiográfica que ilustra mucho el enigma de la vida y el arte de su autor. En la lista de obras del autor, dada en este tomo constan como publicadas anteriormente dos obras en verso, Maya y Los atormentados y una en prosa titulada Una vida. El cuento El hombre verde, reproducido en el Repertorio Americano, se dice tomado del libro El Señor Monitot (Guatemala, 1922. Diez años he tardado en saber todas estas cosas de un escritor notable cuyo nombre será probablemente desconocido para la inmensa mayoría de los lectores de esta revista.
Las peripecias que he contado en este articulo tienen un valor y una significación mucho mayores que el de la mera curiosidad.
Ilustran acerca de las condiciones en que se produce la literatura de Hispanoamérica y de las dificultades que hay que vencer y los métodos que hay que usar para estudiarla e interpretarla. Mucho tendría que decir sobre estas obras recién recibidas de Arévalo Martinez; pero creo que su obra es de tal valor e importancia que requiere un estudio de conjunto que me propongo hacer aparte con el debido detenimiento. Me limito ahora a saludar con alegría la resurrección del amado escritor, esperando que para bien de las letras hispanas tengamos que dar cuenta en esta sección de muchas obras nuevas suyas antes de hacer dentro de muchos años su auténtica necrologia.
Federico de Onis Columbia University.
La protesta de Haya Delatorre Lo urgente es continuar llamando al espíritu de unión sin contagiarse algo de su locura espiritual, ni se le puede abandonar sin sentir algo de esa inmensa conmiseración que se siente por un niño o un anciano indefensos entregados a los pavores de cruzar una montaña en noche oscura. Él comprende su debilidad y se entrega todo, en cuerpo y alma, a la sombra protectora de los que considera sus superiores, sólo porque están mejor organizados para esta dura pelea del diario vivir. Un alma grande en un cuerpo débil, impulsos puros y actos impuros, ambición e impotencia, religiosidad y sensualidad, sensibilidad exquisita y vida vulgar, universalidad y aislamiento: dolor, tragedia, la misma que han sufrido tantos espíritus superiores de la humanidad de todos los tiempos. Poco después llegó a mí por la prensa la noticia de su muerte, noticia escueta y sin comentarios. no volvi a saber nada de él. No me llamó la atención que no se comentase su desaparición, porque los puros escritores, salvo en casos excepcionales, suelen pasar inadvertidos para la prensa y por el aislamiento en que viven los países hispanoamericanos. El verano pasado murió en Nueva York Manuel Diaz Rodríguez, el ensayista y novelista hispanoamericano de mayor prestigio después de Rodó, y apenas si he visto todavía señales de que el mundo de habla española se haya enterado. Naturalmente esta indiferencia o más bien dificultad de enterarse de los hechos de la vida y muerte de los autores, no impide que se mantenga el culto de ellos y sus obras, las cuales al fin pasan a la historia literaria y a las colecciones de clásicos de los diferentes países. Pero sólo una pequeña parte de la producción literaria de Hispanoamérica entra en rigor en el caudal de la literatura general hispánica, al cual quedan incorporadas las obras cuando se editan en España o en Francia, cuyos medios de información y de difusión de la producción literaria son aún inperfectos para poder llevar a cabo satisfactoriamente esa función.
El caso es que estamos siempre bastante a oscuras acerca de lo que ocurre en la vida literaria de Hispanoamérica, hasta los mismos que profesionalmente nos dedicamos a su estudio. Lo más seguro que sabemos, lo sabemos por relación personal y directa con los autores mismos, procedimiento bastante primitivo y aldeano, que por no sé qu ilagro del carácter español es posible que todavía se use con resultados relativamente buenos en un mundo tan vasto. Pero pueden ocurrir cosas tan absurdas como ésta de que hayamos podido creer muento por varios años a uno de los escritores más amados y admirados de América, y que este estuviera vivo y escribiendo en Guatemala. En el mundo hispánico se dan todavía la sorpresa y la aventura. he aqui que el brillante poeta español, Antonio Rey Soto, cuyo espíritu de aventura le ha llevado a Guatemala, me envía la sorpresa, tan grata, de varios libros de Rafael Arévalo Martínez. Uno de ellos, El hombre que parecia un caballo y Las rosas de Engaddi (Guatemala, Tip. Sánchez de Guise, 1927) es un tomo bellamente editado «bajo los auspicios del gobierno que preside el general don Lázaro Chacón. como Gabriela Mistral deseaba que contiene las dos novelitas que yo leí y el tomo de versos, Las rosas de Engaddi, antes publicado y que nunca pude ver. Otro volumen es una nueva novela, Las noches en el palacio de la Nunciatura (Guatemala, Tip. Sánchez Guise, 1927. Sigue a esta novela en el mismo tomo una novelita corta, muy bella, titulada Sentas, y escrita en 1910. novela de mi primera juventud. Juntamente con estos dos volúmenes, uno que recoge lo mejor de la producción anterior y otro que la continúa, he recibido una novela, Manuel Aldano (La lucha por la vida. Guatemala, Ciudad de Guatemala, 18 de agosto de 1928.
Mi querido señor Garcia Monge: estas horas debe Ud. estar ya informado de la clausuru de la revista Ariel de nuestro gran Froylán Turcios. Este úkase del servil Paz Barahona, digno colega de Adolfo Diaz, se debe a una orden del ministro yanqui que en Honduras como en muchos países nuestros, son los verdaderos virreyes del nuevo imperio. El pretexto es la necesidad de adular a los Estados Unidos mientras resuelva la cuestión de limites con Guatemala Es indignante la complicidad de ciertos elementos llamados dirigentes de nuestros paises con las intrigas del imperialismo.
Quieren llamarse a ignorantes de que el provocador de todos estos conflictos es el imperialismo. La intriga yanqui para separar y violentar a Guatemala y Honduras ha tenido dos objetivos bien claros. El primero, acallar, como que han acallado, el clamor popular de protesta por los crimenes de Nicaragua en ambos países y el segundo, llevarlos ante el Tribunal Centroamericano que integrarán los representantes del gobierno espúreo de Adolfo Díaz, compeliendo asi a dos gobiernos centroamericanos a reconocer al traidor del pueblo hermano como a su verdadero representante. la intriga ha salido victoriosa! Para afirmarla, el ministro yanqui en Tegucigalpa aconsejó al genuflexo Paz Barahona hacer la farsa del rechazo del tribunal y proclamar a Coolidge, el fracasado juez de Tacna y Arica, como árbitro.
La farsa continuó con la nota drástica de Kellog que ha reafirmado la tesis en favor de la intervención del Tribunal Centroamericano, que esconde el reconocimiento de Díaz. todo esto no se quiere ver! Paz Barahona, agente desgraciado del imperialismo, ha sido el titere flexible. Por eso ha clausurado la revista de Turcios que honra a Honduias y a Nuestra América y por eso proclama impudicamente que a costa de humillación y de indignidad se alcanza «justicia. Esa nociva propaganda del imperialismo çunde. Aqui mismo, en Guatemala, ya el Director de Nuestro Diario señor Hernández de León, ha sostenido la tesis de adular para obtener «justicia. Nuestro Diario, cuyo director firmó con muchos otros intelectuales guatemaltecos la invitación pública que me obligó a venir, sostiene ahora que mi visita es inoportuna por el asunto de límites.
Yo he citado inmediatamente a ese sostenedor de la tesis «paz barahonica a un debate público. Estoy esperando que res ponda. És preciso ser implacables con estos voceros de la humillación y del sometimiento de nuestros pueblos como precio del favor yanqui. esto se le llama patriotismo! ese «patriotismo sirve para disimular concupiscencias inconfesables.
Mas hay algo optimista para nosotros: asi como estoy seguro que el pueblo de Honduras sufre con dolor la vergüenza de un gobierno traidor y no siente ni puede sentir odio por el pueblo guatemalteco, asi. lo he visto muy de cerca, amigo mío, este noble pueblo de Guatemala tampoco siente odio por el de Honduras. La intriga yanqui ha fracasado y fracasará. He sentido muy de cerca el desdén del pueblo de Guatemala por las intrigas imperialistas. En Occidente, en ese gran Occidente que nos honra a todos por su virilidad y su amor a la libertad, la opinión es francamente unionista y francamente anti imperialista. Los occidentales que estarian listos a dar su última gota de sangre luchando contra los soldados del imperialismo, arrojarían las armas y abrazarian fervorosamente a sus hermanos de Honduras invitándoles a derribar a su gobierno traidor, traficante del crimen fratricida.
Yo no crei, amigo mío, encontrar tanta fe y tanta fortaleza en el pueblo centroamericano. La propaganda yanqui y los oficialismos traidores. y cierta prensa, la prensa corruptora que paga el oro de las compañias a cambio de buenos automóviles para los directores y bonitas ediciones con grabados yanquis. presentan ante el mundo a Centroamérica como a pueblos de rodillas. Pero ¡cuán distinta es la realidad! El día que la nueva generación derribe a la vieja. El día que la nueva conciencia centroamericana logre convertirse en fuerza que arroje a los imperialistas del poder, el mundo se sorprenderá, estoy seguro. Porque si Centroamérica ha dado monstruos como Chamorro, Paz Barahona, Moncada y tantos otros, ha dado a Sandino, figura gloriosa e inmortal. tras él hay miles de héroes anónimos en la acción o en el trance magnifico de convertirse en soldados gloriosos de la libertad.
Ya debe estar usted informado de la fundación del Apra Centroamericana con sede en Quezaltenango. Aquel día memorable, miles de hombres, mujeres y niños juraron la bandera de la unidad latinoamericana.
Muchachos de quince años, saltaron a la tribuna para maldecir el divisionismo, para enviar mensajes de fraternidad al pueblo hondureño y al pueblo centroamericano todo Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica