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REPERTORIO AMERICANO 57 LETRAS IDEAS Pérez de Ayala en la Academia De El Sol. Madrid.
Por fin es académico Ramón Pérez de Ayala. Su elección no es el triunfo de un grupo, ni de una tendencia determinada. Es el triunfo de sus obras y también un triunfo para la Academia y para la opinión pública literaria, que hace tiempo le reconoce y le proclama por uno de los maestros de las letras actuales.
Digo que es un triunfo para la Academia porque la entrada en estas ilustres Corporaciones de los escritores que representan los valores más vivos y actuales de la literatura indica que no son estos Cuerpos un vistoso Panteón de glorias pretéritas, ni una supervivencia de la arquitectura social del antiguo régimen, sino que pueden tener y tienen una misión en la vida intelectual de nuestro tiempo.
La Academia Española, como la Francesa, representa la tradición del idioma y de la lite.
ratura, pero la tradición en su verdadero sentido, que es continuidad, entrega que hacen las generaciones literarias a las siguientes de los resultados de su labor y de su experiencia artistica.
La literatura y el idioma son productos históricos, que se renuevan mientras viven. Cuando la renovación cesa, pasan a ser literaturas eruditas y Jenguas muertas. Una tradición estancada es una tradición que se petrifica o se pudre. La tradición viva es la tradición de aguas corrientes. La fórmula de la tradición es un continuo devenir, que parte de lo pasado y atraviesa el paisaje de lo actual caminando hacia lo futuro. Una tradición que no se mueve, que no tiene renovación vital, es un legado arqueológico, como los monumentos antiguos.
cio de la razón, lo natural es que prevalezca el equilibrio, la comprensión y la inteligencia y que se imponga el criterio lite.
rario.
Hay que reconocer que la tramitación de las elecciones académicas es demasiado lenta para los tiempos actuales, de tanta velocidad. Dos meses de plazo electoral son, no diré dos meses de guerra civil, pero si dos meses de agitación para los académicos y los literatos. Uno de los puntos que convendría reformar en los estatutos y reglamento de la Academia es éste, abreviando considerablemente el plazo. Hoy no son necesarios ni acaso convenientes muchos dias de término para la presentación de propuestas e instancias, ni hace falta un segundo periodo para informarse de las circunstancias de los candidatos. En el ambiente actual de publicidad no pueden ser desconocidas, ni es cosa de instruir un expediente de vita et moribus.
Ramón Pérez de Ayala (Caricatura de Bagaria. raria o escrita. Por eso los literatos de los géneros poéticos no son un adorno en la Academia; son tan necesarios como el filologo, puesto que ellos son los que imprimen su fisonomia al lenguaje en cada momento histórico y los verdaderos técnicos o seleccionadores del uso.
La forma en que se ha verificado la elección de Ramón Pérez de Ayala, sin un voto discrepante, sin una papeleta en blanco, ni una ausencia que pudiera significar oposición o protesta, es también muy honrosa para la Academia. Revela que si las elecciones académicas, como todas aquellas en que se pone interés, tienen su parte de pasión, algún momento de efervescencia, en que las opiniones adquieren cierto calor apasionado, al cabo en una reunión de hombres maduros y cultos, acostumbrados al ejerciRamón Pérez de Ayala entra en la Academia en plena madurez y en la plenitud también de su fama. Aunque todavía es joven no está en la categoría del joven maestro recién revelado, sino en la de los maestros consagrados. Veinte volúmenes de novela, de poesia, de critica, de ensayos son ya una obra dilatada, que por la edad del autor y la frescura y facundia de su ingenio, promete enriquecimientos; pero que basta por si sola para los máximos honores literarios.
Algunas de las obras de Perez de Ayala pueden parecer de una ideologia atrevida a los que entienden que la Academia ha de ser una Corporación conservadora y arqueológica. Mas ¿no eligió la Academia a Pérez Galdós, que había tratado el problema religioso en Gloria y y en La familia de León Roch, y a Valera su dulce escepticismo, y a Castelar, y a Picón y Palacio Valdés, que habian usado de la libertad artistica del novelista, y al sabio Benot, que duerme en el cementerio civil? La elección de Pérez de Ayala continúa una tradición de imparcialidad, de tolerancia, diría si no fuera porque en estos casos no se trata de tolerar opiniones tan dignas de respeto como las contrarias, sino de reconocer méritos literarios, sin investigación o inquisición de opiniones Pérez de Ayala será en la Academia el heredero de dos literatos insignes: el uno fué académico con mucho honor y satisfacción de la Academia: Juan Valera; el otro mereció serlo: Clarin, uno de los sillones 41. Sea cualquiera la letra que le corresponda, el sillón que viene a ocupar Ramón Perez de Ayala es el de Juan Valera La Academia es una sociedad de literatos. El majestuoso nombre colectivo no añade ninguna virtud mágica ni mistica al hecho real de la Corporación formada por individuos vivos. Su prestigio histórico procede de la gloria de los académicos antiguos y de la obra que realizaron en común, pero su prestigio actual no puede tener otro fundamento que la composición y la obra presentes. En cada época, la importancia efectiva de la Academia es la de aqnellos literatos que la forman y de la labor que realizan. Es una suma de prestigios individuales asociados para la común empresa En la Academia tienen representación legitima todos los géneros de la literatura. Los géneros que llamamos creadores o poéticos, en prosa o en verso, la crítica, la filologia, la historia, la oratoria y la literatura didáctica en sus varias especialidades científicas. La Academia no es un instituto filológico cientifico, que exigiria otro reclutamiento y otros métodos de trabajo. Su misión es fijar en cada época el tipo de la lengua liteE. Gómez de Baquero Consultorio Optico Rivera EXÁMENES DE LA VISTA. ANTEOJOS LENTES DE TODAS CLASES EXACTITUD PRONTITUD Especial atención en el desarrollo de recetas de los Señores Médicos Oculistas GEMELOS DE TEATRO CAMPO. MICROSCOPIOS LENTES DE LECTURA Guillermo Rivera Martin Optico del Colegio Nacional de Jena, Alemania Aprobado por la Facultad de Medicina de Costa Rica SAN JOSE DE COSTA RICA CORREO 349 Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica