World War

REPERTORIO AMERICANO 203 nueva FREELDE, 1928 LA muerte es tua ruda prueba La estela de Blasco Ibáñez rebautizada por la libertad.
para la vida y la obra de Ese afán aventurero le llevó los hombres. Parece proyectar De La Libertad. Madrid.
a dar la vuelta al mundo. Pero sobre ellas una nueva luz, que siempre el paterno Mediterrádescubre los valores ocultos.
neo le atraia como un remanso Como un avance del porvenir, de la consolación propicio a la los juicios se despojan de las inagotable fantasia que ansiaba consideraciones anecdóticas y fluir de su pluma.
los odios ajenos a la lucha material. El hombre que finalizó su vida terrena, empieza su viDurante la guerra mundial, da histórica, su lucha espiritual; Blasco ofreció su pluma a la deja a su obra la misión de causa de Francia. Por su educombatir por él y ganar sus viccación literaria y por sus devotorias póstumas. El olvido y la ciones políticas, sintió la causa inmortalidad empiezan también de los aliados como la de su su combate junto a la tumba verdadera patria espiritual. Le recién abierta. Los lectores que pareció que defendiéndola, porecibieron el magisterio del homnía una lanza quijotesca al serbre viviente y mezclaron su pura vicio de un mundo interior, cuadmiración con fervores ocasioyo posible hundimiento sería la nales de prosélitos serán desde mayor de las catástrofes. la victoria de Francia fué para el ahora posteridad. Cuando relean la obra de aquel que es un desbordamiento de ya sobrevivencia de espíritu, actividad, que dió a su obra encontrarán en ella un sabor posterior amplitudes teatrales.
desconocido.
Esta voluntad aparatosa, escénica, es la mayor debilidad Ha empezado para Blasco Ibáde esa producción.
ñez la gran depuración que fiBlasco había alcanzado la jará su definitiva estela de luz plena felicidad que pueda soñar y escogerá entre sus obras las predestinadas a permanencia.
un escritor. Su residencia prinPero, sin duda, la figura del cipesca de Menton le permitia habitar en tierra de Francia y autor descollará por encima de su obra entera.
junto al mar, que alimentó siemNo intento ahora, ni podría pre su inspiración; en aquella hacerlo, porque no estoy para corniche, que acaso sea el luello suficientemente documentagar más delicioso del mundo.
Con los efluvios de las tierras do, una revisión de la labor novelistica de Blasco. Lo más clásicas podían llegar hasta el también los del Oriente amado, probable es que prevalezca, en cuanto a ella, la opinión de que aquel Oriente donde el mahometismo originario se impregno ha ido perdiendo en valor de calidad conforme ha querido de sensualidad y riqueza vital, JAFYƏNTES ganar en valor de extensión; es y que por ser el verdadero padecir, que las novelas valenciaBlasco Ibáñez dre de la novela, había ejercido también sobre Blasco una nas tienen excelencia superior influencia considerable, acorde a las ampliamente españolas, rránea. Blasco es un ciudadano dottiero y un congénito quijocon el sedimento musulmán de como la tienen éstas sobre las rezagado de esa Valencia. Su tismo, que le hace amante de su Valencia. Cuando triunfe la de asunto mundial. Los perso vida (que es la mejor de sus la libertad y la justicia. Así, najes más vitales no son los República en España me decía novelas, según Anatole France) habrá en su vida esa mezcla una noche paseando junto a la forjados por alegorias tenden podria fácilmente ser devuelta pintoresca de mosquetero y hébahía de Palma, donde vino a ciosas, sino los nacidos de la a su verdadera conciudadanía roe de barricada; su perfil, que observación inmediata y di histórica, transfigurándole en un preparar su novela Los muerparece predestinado a una metos mandan quisiera ser emrecta. Blasco Ibáñez, émulo contemporáneo de aquella di dalla como las que renovaban, bajador en Constantinopla. Pepor tantas razones de Zola, nastia antequerana impuesta a bajo los Sforza o los Gonzaga, ro la realidad fué más allá de también se le asemeja en este Aragón por la voluntad del va las facciones herculeas de los su deseo.
aspecto. Así como en la obra lenciano Vicente Ferrer. Así, Césares, no corresponde, felizdel maestro de Medan no pueJunto al Mare Nostrum, en vemos a Blasco atraído por las mente para él, a un secuaz del el solar de la Francia victoriode haber comparación entre la tierras clásicas y orientales, co terrible Valentinois, sino al de fuerza vital de Assommoir sa, se ha extinguido su vida.
mo si en su sangre fermentaran un imperterrito garibaldino.
Pero se ha extinguido en lugar o Germinal y la estructura lejanas herencias de los almo. Comprendéis ahora por qué conceptuosa de Los cuatro Evaninfranqueable de España y con gávares que acompañaron a Valencia. sometida al impetu de la ansiedad ardorosa de una gelios, también la inspiración Roger de Flor. Va a Nápoles, su inquietud generosa y vivaz, ilusión insatisfecha, que se llevalenciana de Blasco prevalece hogar humeante del Mare Nos pudo parecerse a una de aquerá sobre sus novelas de guerra vó al sepulcro.
frum, vínculo eterno entre Gre llas cortes italianas sacudidas y sus reconstrucciones históri cia y Roma, a buscar instinti por el odio de los bandos enecas.
vamente los ecos de la corte de migos? Una plétora vital latia ¿Ha sido oportuna su muerte?
Blasco fue, sin duda, un román Alfonso V, tan impregnada de bajo esas truculencias, muy pre. Ha malogrado lamentablementico; pero, como fue también aquel espiritu que habia de con feribles a ciertas mansedumbres te una producción destinada a muy valenciano vertir a Valencia en una metró gregarias. Capuletos y montes completar su gloria? No. Atenrráneo, bien podriamos ver en poli italianesca. La genialidad cos luchaban allí con encono; damos bien al sentido de las la opulencia epicúrea, sanamen de Blasco no se parece, en ver pero rescataba todas las iras aclamaciones que han saludado te plebeya, de su estilo y su dad, a la de Ausias March, en fatricidas la fiebre de la ilusión, su cadáver. Profundicemos en imaginación, el entronque con cuya loa elegiaca se extingue, el frenesi visionario por la uto el dolor del pueblo al inclinaraquellos valencianos del Renaci ásperamente, la resonancia del pía del ensueño.
se ante el paso de ese cuerpo miento, en quienes se aliaban la Petrarca. Tampoco participa También, como un garibaldi que retorna, sólo imaginariamentradición romancesca y aventu Blasco de aquella ufania doc no, quiso Blasco llevar a Amé te, a su patria. No es el moverera de la Edad Media, con el trinal de los humanistas, que dió rica sus ansias de fundador de lista el aclamado. Es el homafán de vida y desazón de a Valencia categoria universal ciudades. Su lira de Anfión no bre. Es el hombre hacia el cual nuevas correrias, preludios de en la persona de Luis Vives; ni tuvo entonces el prestigio in nuestras multitudes se sienten la Edad Moderna. Su amor por siquiera notamos en el la jo dispensable; pero el gesto ini en deuda, allá en las honduras la brillantez aparatosa y sen cunda reminiscencia boccaccia cial fué bello. La leyenda do de la conciencia. Zola no ensual. no recuerda a Joanot na de un Jaume Roig. Blasco rada de los conquistadores de tró en el Panteón precisamente Martorell, el narrador jugoso del es, en cambio, un valenciano Indias amparo en aquellos días por su obra, sino por el moTirant lo Blanc? Imaginemos que fue a la corte pontificia en su sueño; pero los viejos cam mento en que fue conciencia peones el séquito fastuoso de los Boraquella Valencia que heredaba reencarnaban en de la Humanidad.
la hegemonia de Barcelona co gia; pero cuyo espíritu fluctúa Blasco, animados por la visión mo emporio de cultura medite entre las ambicionss del con de una España muy diversa, GABRIEL ALOMAR muy meditese Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica