REPERTORIO AMERICANO Tomo XXXII SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA San José, Costa Rica 1936 Sábado 18 de Julio Año XVIII No. 763 Núm. El vine del alma Ejecutoria de los kiesinos.
Sobre el fracaso de la Sociedad de Naciones Pagina nueva La squia La rebelión de los ricon Un maestro de la paradoja.
Hay anhelos renovadores en el pueblo venezolano SUMARIO Azorin Emocion artistica y emoción religiosa Jose Carner Antifona del amor inmutable.
Salvador de Marwdlaga Derechos y deberes de las naciones Alicia Salazar Herrera En torno a una nueva teoria estética Gilder Chesterfon Poesine inglesas Sinin Cano Noticia de Libros Juan del Camino Osvaldo Spengler, poeta de la Historia de Sastro Ardello Enrique Marshall Claudia Lars Jose Pijoan Edna St. Vincent Millay Antonio Montalvo Varios Manuel Morente El viaje del alma Enigma de emprender VIL El señor obispo se levantó anpuertecita. La abrió y traspuso tes del amanecer. Dljo su misa y sus umbrales. Aguardaba ya en se retiró un momento a orar.
la calle un carro tirado por una Poco después entraba en su remula. Las calles de la ciudad camara y tenia entre las manos Por AZORIN estaban todavia desiertas. Na una satanilla vieja. Lo desastradie, ni en palacio ni en la ciudad.
do y misero de esta sotana co Envio de Max Jiménez, con una madera tenia noticia de su marcha. NaCosta Rica y julio de 1936 se puede pintar. Raida, hecha che le hubiera reconocido en los casi Jirones, alli la tenia entre el obispo. Pero partiria de ve de todos sus familiares, a solas miseros arreos con que estaba sus manos el señor obispo. Haras? Ataviado miseramente, era consigo mismo, un minuto an disfrazado El dia era claro y pubia también en la estancia unos el más pobre y laverado de todos tes ei viaje ro. El camino se extendia das zapatos rotos Lentamente su los clérigos que de él dependian viaje del alma. el señor obispo veces a lo largo dei mar y otras ilustrisima se despojo de los ri. Cómo tornaria el alma de su dudaba. Acaso tenia miedo de bordeando espesos bosques. El cos atavios episcopales y se visto viaje? Hagamos propósito.
si mismo. El hombre antiguo e mar, azul, limpido, reverberuba la deslucida sotana. Luego et anunciarse la mañana, de ser a impuro, thabia desaparecido to bajo el vivo sol. El alma del se calzo los rotos zapatos. Reinaba lo argo de todo el dia tan lim talmente en él? Era el otro ñor obispo ansiaba en estos moen el palacio un silencio profun pios como la limpia luz. No pen hombre? Habia domado todas wentos ser tan cristalina como de. El dia se anunciaba con la semos como se nos recomienda las pasiones?
la mañana. Tudo era presente y tenue claridad del alba. El obis en el himno suero en cosas OS El señor obispo comenzó a ca nada era pasado. Lo afirmaba po, vestido desastradamente, era curas. sin embargo, alli en minar y despues de recorrer unos en su interior el señor obispo otro. Los primeros resplandores soledad de la estancia, apartado pasillos se encontró ante una al afirmarlo surgian también del de la aurora fulgieron en el hofondo de su alma unos fulgores rizonte. Lux ecce surgit aurea.
tenues de duda que le desazoComo en el himno del Breviario naban Mediada la mañana el Romano, surgia aurea la luz. La Señor obispo mando parar el ca sacra poesia continúa en la trarro Bajo un momento y se acerducción de Zorazabal có al mar Un tropel de recue dos afluia su memoria Se halla Traga serenidad eta luz pura: ba su ilustrisima sobre una roca Prestenos la pureza que respira.
Neda hablemos con visos de mentira, eminente. Abajo, en un recodo NI pensemos Tamás en cosa oscura de la costa, se hacia un quieto Xozov Temanso. splendia en toda su El señor obispo permaneci si inmensidad el mar y aqui ea la lencioso, inmóvil en la estancia PAPA penumbra que formaban conNo se decidia a moverse. La luz cavos discos, el agua cobraba tolimpia de la mañana prometin nalidades suaves de verde de un dia radiante la luz habla de morado y de azul. En lo alto, co traer serenidad al espiritu. Es mada al acantilado, una higuera taba limpio y sereno el espirit extendia sus anchas y fresca del señor obispo. Sería decisiva hojas. Dejó la contemplación del la prueba que iba a intentar? No mar el obispo y cruzó el camino sabemos lo que un nuevo dia para volver al otro lado. En el puede traer a nuestra vida. No lo otro lado se veía un bosqun de sabia el señor obispo. Al levanolivos. La plata oxidada de sus tarse por la mañana han hefollajes resaltaba sobre el ocre cho propósito de sondear su prodel terruño. Ante un oiv, de pia alma. No era él, sino su proespaldas, cortando poco a poco pia a ma la que iba a emprender las ramas superfluas, se haliaba el vinje. Este viaje del alma seun labrador. Habia llegado el ris decisivo para su ilustrisima.
momento decisivo. El obispo so Nuestra alma es para nosotros acercó él y lo tocó ligeramenel más grande de los enigmas te. Volvióse el labrador, mits al Creemos conocerla en todos fuis obispo y éste lentamente le dijo: recovecos y de pronto que os Yo he sido Pa sorprendidos ante un misterio El labrador abrió tamaños los que en el fondo del espiritu se ojos y estuvo mirando un monos revela El obispo continuabn mento absorto al misero clérigo inmóvil con librito rezos Luego movió la cabeza de una entre las manos. Ya el rosicler MAX do para otro, y poniéndole la de la murora carmin, near y mano en el hombro al obispo le oro esplendia en el cielo. Era la señaló silenciosamente con la hora de partir. Lo tenia decidido Madera de Max Jimenez otra mano el camino Volvióse Papa!