France

REPERTORIO AMERICANO 179 Es innegable, que la estatua de Némesis es aqui un simbolo, y representa, con su mano sobre los labios, el gesto de todo humano en recibir los dolores y placeres con un algo de estoicismo y dignidad. Erguida asi sobre este pedestal y dándole la luz de lado, la diosa apareció más amenazadora todavía que por la mañana y casi terrible con una de sus manos colocada delante de la boca para ordenar al hombre silencio en la alegria y en el dolor. Había una autoridad imperiosa en el ademán con que la otra mano presentaba el codo. candido simbolo de la mesura impuesta a toda energia, todo destino. Aunque de dimensiones reducidas, desde la altura de su zócalo enhiesto, tenia un aire de grandeza tan imponente como hubiera podido ser el de su colosal hermana de Rhamnunte, descrita por Pausanias en su itinerario con su corona de ciervos y de pequeñas victorias, y su bajorrelieve donde se veia a Leda conduciendo a Helena a presencia de Némesis, porque, segun opinión de la gente anade Pausanias. Némesis era la madre de Helena y Leda su nodriza Esta obra, con Andrés Cornelis. La etapa y El discipulo son las principales con las que se podría enorgullecer cualquier escritor de hoy que ha visto brillar su nombre Con La etapa, se vuelve Bourget menos popular, es cierto, pero si que cuadrn bien su tesis de moral, no dejando, como en las anteriores, entrever sus enseñanzas sino que siente impaciencia porque el lector se las compenetre: Estas no llegan sino por etapas. Tu abuelo y tu padre han creido, asi como el pais entero desde hace cien años, que se puede saltar la etapa. Pero no se puede. Han creído en el gran poder del mérito personal.
Este mérito no es fecundo ni bienhechor sino cuando es familiar más adelante sienta la verdad científica de que La naturaleza, más fuerte que la utopia, y que no consiente que se marche contra sus leyes, obliga a todas las familias que pretenden forzarla, a hacer en el sufrimiento esa etapa que no hicieron en salud casi al finalizar la obra, trata del estado humano, y dice. Es otra de las leyes profundas la Naturaleza Social.
Hay un caso singular en la vida novelistica de Bourget, y es justo que se haga referencia en este artículo dedicado a su grata memoria.
La historia literaria francesa oculta un poco el que Zola hubiera sido al fin repudiado por el gusto de la época y que Daudet, aun cuando gozaba del atenuante de ser un naturalista afable y cordial, no fué menos atacado que el satánico Huysmans. exactamente cuando se cernia el hastio y se bostezaba ya al leer aquellas producciones carentes de vida, de emotividades y movimientos interiores, aparece El discipulo de Paul Bourget en 1889, con todo un estudio del alma y atacando la ciencia representada Renan, Taine y Claudio Bernard, no hay duda apro.
chando lo propicio del momento. fue un éxito, puesto que en las páginas de aquel flagelo anticientifista se apreciaba ahora lo anuncindo por Bourget, al declarar que se volveria la mirada a la novela de pensamiento cuando esa tuviera en su tesis un gran fondo de psicologia. esa fórmula que creo el gran Bourget, ha sido recogida hoy en el mundo, especialmente por Mauricio Barrés.
gran novelista Paul Bourget, muerto recientemente La composición del relato, el pensamiento novelistico, en fin, ha cambiado notablemen te en el mundo de las letras. Hoy, se quiere estudiar de cerca al hombre para averiguar.
te su estado de alma, sus enfermedades hosta llegar a conocerle taras biológicas. Por eso la psicologia manos de los cuentistas y de los narradores ha sido un aporte más a la investigación. Ellos, son y tienen que ser primero completos psiquiatras. En estos momentos, la vida y sus acciones es lo que preocupa al escritor. una obra de imaginación sin este nuevo estudio, perderia casi todo el encanto y su valor didáctico. Ese ha sido el éxito de Paul Bourget. Caminando en las sensaciones, en las inquietudes del espíritu, el va estudiando la vida hasta acercárnosla completa dentro de una armazón de cláusulas, de capitulos y de volumenes.
Balzac, Zola y Paul Bourget son, por asi decirlo, los representantes del simbolismo y del naturalismo en la novela francesa del simbolismo, porque los personajes que se mueven no son sino una alegoria, una representación analógica de lo actuado en la vida: y del naturalismo, porque ellos describen, narran, retratan literalmente lo observado. El periodo alegórico y naturalista no ha muerto con Mallarmé, y con Huysmans, y con Balzac, y con Maupassant, y con Daudet.
Ha continuado su vivir con Barrés, France, Maurras, Lemaitre y sobre todo con Zola y Paul Bourget. El autor de Los Dioses tienen sed uno de los más discutidos y brillantes escritores de Francia no podrá desdeñar una de las cláusulas de Paul Bourget en su Psicologia del Amor moderno y uno de sus versos en su La Vie inquiete.
La escuela de Medan, pues, ha triunfado en parte, que no es exactamente empirismo.
Un núcleo de verdades científicas, de observaciones freudianas ha venido a robustecer lo que en los años de Renan y de Claude Bernard se insinuaba como meras inquietudes simplistas, Este novelista de la aristocracia francesa, Paul Bourget. toma en alto sus temas y los presenta concluyentes, pero llenos de vida, en el que se ve palpitar el alma de los hombres. Así lo podemos apreciar en Andrés Cornelis, la que el mismo dice haber cincelado y estudindo mucho, y la cual dedica a Hipólito Taine. Esta obra, es una de las analíticas de Bourget, y por lo mismo no se ha alejado de la novela psicológica de tesis, que ha sido siempre la obsesión y el triunfo del gran escritor francés: André Cornelis, busca el asesino de su padre. Se acerca a Dios y blasfema. es aquí en donde se prueba que esta novela pertenece a la primera época de la vida literaria de Bourget, al analista, al pictórico, al captador de los placeres, de los problemas y vicios de la sociedad elevada y rica. Locas oraciones! Hay, por ventura, un Dios, un bien, un mal, una justicia? Nada, nada, nada, nada. No hay más que un destino implacable que pesa sobre la raza humana, inicuo, absurdo, distribuyendo al azar el dolor y la alegria. Un Dios que dice no matarás a aquel a quien han matado a su padre! No; no lo creo. No: el infierno estaria nhi abierto, que responderia: Ha hecho bien. y no me arrepentiria.
En cambio, Némesis. la que he leido dos veces por parecerme interesante es un drama amoroso, y es al mismo tiempo una lección de moralidad y de filosofia social, no sólo porque lo diga Blasco Ibáñez.
Cuatro sonetos exhumados Por AUGUSTO ARIAS Envio del autor Quito, Ecuador Febrero del 26 El ruego profano Trébol Exas cirio de altar. Tu llama la palabra Si en el ancho camino no te espera inaccesible al soplo. El cirio te perfila mas que un gris divagar y un tono tardo, La abeja de tu alma la cera limpia labra no hay que envidiar la ajena primavera y tu voz, como llama, es luz en la pupila. ni la estética vida de Leonardo.
Para el retablo candido flores de terciopelo. No te hará mal la vida postrimera Pero la imagen pura no estaba en el retablo.
si hay que morir en un olor de bardo, Era Diana en los bosques milagrosos del cielo con seco corazón de adormidera y su flecha era llama en la entraña del diablo y adornado con pétalos de nardo.
Arcángel condenado por tus misticas manos, No hay alma buena ni desdén posible, como a Juan Ruiz me atraen los caminos husólo el carácter vuélvese invencible manos y no es mejor el trébol que la cruz.
y de su trigo dulee hago pan de mi hostituio.
Que te cante Berceo como a Santa Maria, Trifolia insignia, marca del camino Mas que tu cera virgen tu abeja buscaria Palacio de cristal adamantino, dejando a tu ángel terco dormido en el alMorada de Teresa de Jesús mario.
Propósito fugaz Velada Tiene el anhelo de las altas horas Para su rostro de perfil egipcio la urgencia de la vida que resbala no ha de buscar el madrigal reflejo o que se baña en claridad de nuroras Ha de sentir el pávido suplicio con la voluble languidez de un als firme sin sombra del humilde espejo.
Por la sonrisa se hacen insonoras No sé quien pueda de su gracia entera nuestras veladas en la antigua sala.
fijar la inquieta, la elegante huella.
Por las airosas plantas trepadoras ¿Será el soneto, el madrigal. Quién fuera tiene un bajo dolor la hierba mala, para eclipsar sus ojos una estrella!
Discreción de murientes reverencias, El soneto imposible a vuestras manos ponzoña en que se nutren nuestras ciencias. serin vuelo de lirios hermanos.
Es tu abalorio un eslabón de ruegos Pero la flor escultural se olvida y un granate el pesar de tu elegancia en el vaso prismado del terceto.
Sólo viene en el aire la fragancia Propósito fugaz el del soneto de tu jardín: el parque de los ciegos.
como la torre esbelta y abolida.