REPERTORIO AMERICANO 95 Esfuerzos ejemplares Las traducciones de Maria Rosa Lida Envio de Menriquez Urea, Buenos Aires, lulio de 1986 Dulce et decorum est pro patria mori (Del griego)
Bien me parece que debe de ser hermoso morir en la guerra, porque el muerto en la guerra recibe magnifica sepultura aunque sea pobre, y así sea un miserable, le dedican panegiricos pronunciados por sabios oradores que no elogian desatentadamente, sino que de muy atrás han ido preparando sus razones, de tal suerte que aunque digan lo que no hace al caso ni viene al tema, con sólo las palabras lo aderezan de tan bella manera que nos sonsacan el alma. Pues cuando ensalzan la patria por todas las vias que pueden discurrirse, alabando a los muertos en la guerra, a nuestros antepasados de los tiempos idos y a los que vivimos en los tiempos que corren.
a fe mia, Menéxeno, que me siento lleno de nobleza con tanta alabanza. No hay vez que esté escuchando, embelesado, que no acabe por transformarme, pues me parece que de repente me he hecho más alto, más noble y más hermoso, los forasteros que suelen an.
dar conmigo y van a acompañarme, de golpe les parezco más imponente; y lo mismo que conmigo les pasa con la ciudad, porque, persuadidos por el orador, descubren en ella nur vas maravillas. mi el aire imponente me du ra más de tres dias; tanto penetra en el oido el eco de la sonora palabra del orador, que ape.
nas al tercer o cuarto dia recuerdo quién soy y dónde me hallo: lo único que me falta es creerme en las Islas de los Bienaventurados Platón. Mene xeno.
Safo (Concebida por un artista del siglo xix)
una riqueza de formas mucho mayor que la que hallamos en Alceo, la sencillez y justeza de la expresión, apenas turbada por el dia lecto lésbico, la rica escala de tonos, desde la chanza burlona sobre los grandes pies del acompañante del novio y desde la malicia de colegiala hasta el estremecimiento de la pasión y el sollozo reprimido de la soledad, des.
de la xaltación del lamento adónico hasta la paz tranquila de la noche de luna y la languidez de la siesta meridional. Loda esta lirica verdaderamente goethiana eleva a Sa.
fo por sobre sus rivales masculinos; sólo Arquiloco quizá fué, en su género, tan grande como ella. En lengua griega solamente se le puede comprar (fuera de la prosa de Pla.
tón) uno que otro pasaje de la poesia coral ática y algun epigrama de los comienzos de la época helenistica; en el resto del mundo, en general, es muy poco lo equiparable Pero no es esto lo esencial. Lo esencial es la mujer que detrás y por encima de ese aro.
ma y de ese resplandor, alza su cabeza pura, tan alta y tan pura que la vulgaridad huma.
na nunca se cansa de arrojarle su propia in.
mundicia: no estamos acostumbrados a que los hombres insulten lo que no entienden?
Safo, procedente de una noble familia de Ereso (cuyos descendientes ocuparon altos cargos en el ejército de Alejandro. casó en Mitilene, permaneció desterrada algún tiem.
po por las revoluciones y se halló después a la cabeza de una asociación feminina que Servia a Afrodita, la diosa de las mujeres; de Mileto y de islas lejanas concurrian las niñas a aprender su labor, la labor de las Musas. Cuando regresaban contraían matri monio: Safo habla de una que se había casado en Lidia, es decir, con un asiático heleno resultaba excesivo el aire mo.
derno, podriamos hablar de un pensionado para señoritas: Alemán y Corina prueban que también en otras partes existió algo parecido, En Atenas, a decir verdad, era imposible, y lo mismo en Mileto: y no por cierto para di.
cha del mundo femenino de esas ciudades.
Las alumnas de Safo cogian flores, bailaban coros y entonaban canciones en honor de las diosas.
Ella les enseñaba a cantar y cum.
poner cantos de sociedad para su circulo, ani.
logos a la lírica de sociedad, masculina, de Alceo. También les hacia las canciones para las festividades de sus dioses, y para la fes.
tividad de ellas: sus bodas. Todo esto es pjes sio de circunstancia, y cuando se trata de una mujer que compone para ocasiones que sólo atañen a las mujeres, su alcance es muy res.
tringido. Ya es excepcional que tal poesia de circunstancia se ennoblezea, gracias a su forma, hasta poseer significado eterno; pero es que aqui viene a sumarse algo más alto: el alma de Sato que alienta en estos versos.
Aunque se entrega ingenua y sin velos, es fácil que el lector moderno la entienda equi.
vocadamente si no sabe cómo debía sentir y cómo podia expresarse el alma de esos tien.
pos, condicionada por sus costumbres y prejuicios Entre hombre y mujer sólo se con nocia el amor físico; sobre tal base podía florecer (y florecía con bastante frecuencia)
una relación de cordial confianza que los griegos llamaban entonces amistad. En cambio, el vuelo de alma a alma se daba única.
Vida y muerte de Homero le predijeron iba a morir cuando le fuese propuesto cierto enigma que acertar no pudiera.
Hallándose indigente y ciego por los años pues sus chocheces míticas ¿qué cuerdo escribiria? Vagaba recorriendo las tierras de la Grecia, recitando sus versos, siempre bien acogido.
Tenialo de huésped Crófilo en Arcadia, se fué a dar un paseo por la playa del mar y dijo: Pescadores de Arcadia, ghallamos Ellos le respondieron aludiendo a sus piojos. Lo haliado no tenemos, pero si lo no hallado.
Se volvió pesaroso por no haber comprendido; resbalando en el lodo cae contra una piedra, se rompe las costillas y muere a los tres dias.
Juan Tzeizes. Las Quillades. XIII, versos 626 y ss. Siglo XII)
nizado. Si Homero el sapientisimo, mar de literatura, solo que mar de néctar, no de salobres aguas, dicen que siete patrias tuvo, aunque disalgo cutidas, Safo de siete padres vástago, no menos discutidos.
Mas tu aprende que Homero fué natural de Esmirna, como que de Criteida y del Meles nacido.
No contaré las fábulas sobre su nacimiento.
Advierte que Pronúpides fué el maestro de Homero.
y Euridice era el nombre de su cónyuge, hija de Gnóstor o de Pastor, ciudadano de Cime.
Serifón y Teolao fueron hijos de Homero, y Arsifone, su hija, con quien casó Stasino, Stasino que compuso los poemas de Cipris que los más aseguran son cosecha de Homero, quien con bienes, cual dote, los entregó a Stasino Aretino de Mileto de Homero fué discipulo; el siervo del poeta tuvo Bicón por nombre, y Juan Tzetzes, en broma, le llama odrey barrica.
Los poemas de Homero son no menos de trece, Presenció nuestro vate las dos expediciones (las de Tebas y Troya. según la mayoria.
Apolodoro, empero, el cronista, asegura que murió a ochenta años de la guerra de Troya.
Hesiodo, en cambio, según otros autores, floreció cabalmente en la olimpiada oncenn.
La muerte del poeta sucedió como sigue: Lo poco que poseemos de Safo y la precio sa adición que nos conservó Egipto bastan para rectificar la imagen que ya la antiguedad decadente se habia formado de ello: no hay que exigir que Ovidio la estimara, y es muy comprensible que los bizantinos por lo demás apenas en el siglo vi dejaran perder su obra. Las canciones pura y exclusivamente femeninas no eran apropiadas para los simposios en que se cantaban los versos de Alceo y de Anacreonte; no se prestan a ser imitadas ni siquiera por Horacio; tampoco podian utilizarse para la instrucción de la juventud: luego, lo que las conservó fué sólo su belleza, la belleza que todavía hoy ennoblece cada menudo fragmento y nos da el derecho de reconocer en Salo, como lo hizo Platón, la décima Musa, un ser supraterreno.
La armonia de esos versos, que presentan