Marx

104 REPERTORIO AMERICANO Jugando a jedrez el peonEl antiguo Rey está en jaque, y el peoncillo del ajedrez adelanta.
adelanta cubierto por el rayo verde del libro de la Universidad, del (Los tres actos de un drama)
ejemplar de Economía y de Derecho, y yu Por RAFAEL CARDONA sobre los surcos de sus duelos antiguos se De El Nacional. México, 25 de Agosto de 1935.
perfila el matiz augusto de los nimbos saAnoche he jugado una partida de ajedrez. tida una y mil veces por la Pala augusta del grados. Adelante, peoncillo, se pueblo ext El peón humilde de la torre del rey me ha soberano, y sobre ti trotaron las huestes de vez de plebe! Un paso más y te coronas, dado la victoria. El peón humildísimo, sin los señores como sobre un campo de uvas Hombre!
distingo ni nombre, con el jubón acuchillado maduras. de tus entrañas ha surgido el a rayas, la pica del infantero entre las manos, vino sacro que embrutece a los grandes y La apoteosis del peón el casco semi abollado y las alpargatas mal exalta a los humildes, siendo como eres el De pronto, del seno de la urbe augusta olientes. Peón de ajedrez! En el sonoro vino de la Redención en la borrachera de la que sueña entre aristas de hielo y follajes de campo de batalla, todo cruzado de relámpa vida humana.
bonos, surge el gran rayo pálido de la ira, gos de estrategia, el peón ha sido amenaza Cuando pienso que el ajedrez del mundo que se hunde siniestramente en las carnes do cincuenta veces; zumbándole las azaga está próximo a jugarse con peones solamendel Pensamiento; y el alarido de dolor reyas en los oídos, inmóvil a veces y tembloro te; que los andrajosos ejércitos del soldado percute como un gran gato elástico de atmósso otras, este peoncillo de ajedrez ha avan anónimo de la ciencia y de la política hallan fera en atmósfera, hasta que se disuelve er zado paso a paso, cubriéndose en el prestigio el prodigio dentro de mismos, como el callado propósito del sabio.
de un alfil cuyo galope de mariscal de campo vertientes inesperadas y subterráneas; cuancillo de ajedrez camina, camina, se echa de tira enormes ángulos hasta el muro de los do advierto que el rey del mundo es ese pebruces bajo las granadas que pasan como fuertes.
queño hombre de ciencia que se confunde sarcasmos silbantes por su cabeza. Quién La Reina ha paseado su majestad imperial en el bulevar con millones de peones de aje hubiera podido sospechar que el peoncillo por las hileras enemigas; los caballos han sal drez, y que sus manos diminutas y heladas de ajedrez era hijo de la Ciencia, y que la ado en siete súbitos por entre los acechos producen rayos más mortíferos que los del Ciencia, divino sabor del mal y de la ambiy las emboscadas, aplastando a innumerables cielo o pulsan la cuerda enorme del cosmos ción, iba a ponerle el cetro de ciprés entre combatientes; el Rey, la cosa en si. ha bus en el violin de Hertz, entonces y sólo entonlas manos cado refugio próspero junto a la torre, y la ces toco el corazón de Dios.
Dama, mucho más ágil y noble que él, pues Han partido los hombres necesarios. los Un poco más. Mate! Se inicia el imperio de los Filósofos, la Era de la Ciencia liberato que esta es una amazona bravia y aquél Genios, los Augustos, las Espadas flamígeda por el Dolor. El Rey inservible de la His.
un viejo gotoso que sólo da un paso. ras, los Capitanes conductores de hombres. toria está alli, arrinconado como un lobo viemientras tanto, mi peón de ajedrez, mi noble y apenas es visible su paso por la huella de soldado, el Aymerillot que toma ciudades jo por los canes de la huerta, plegadas al rossangre y de esterilidad que el trote de sus tro livido las vestiduras ornamentales por asalto con el aire modesto de una virgen caballos monumentales deja en los eriales falso esmalte del arte ha caido de sus siepúdica, se ha batido una, dos, diez, veinte ve batidos. El grande hombre de hoy usa caY nes, de sus ojos, de sus uñas. de sus herices, siempre adelante y el camino torciendo chucha, fuma la pipa del paria, comparte las cuando hubo necesidad de devorar una pieza jornadas de ocho horas en las salas sonoras das no sale sangre. Ah. Es que este Rey de descuidada. Tú eres, pequeñísimo peón, la Historia no tenia corazón y era sólo una de ruedas y de chispas, y ocupa un banquillo digno de coronarte junto al baluarte de raja que no es precisamente un trono en las asammáquina infernal para asustar a los niños!
Se acabó. Ahora tendrá que entrar en la das troneras, y de subir hasta el trono, bleas por donde el pensamiento de la fratercaja de las piezas, desordenado, obscuro, con pesar de tu mer. guada condición de hidal nidad universal ha dejado su germen sutil.
todos los alfiles y los peones y las torres guillo pobre y aventurero. Tú, en verdad, encima, y callará largo tiempo.
eres siempre quien gana las batallas y reINDICE to. Mate! Einstein se corona Emperador nuncia al botín de las victorias; tú eres la de las dimensiones Futuras. Eddington, Hinsangre de los combates, el alarido de pájaro ton, Poincaré, Ouspensky, Freud, Kneipp, en la brega, la muralla de carne y de dolor LIBROS NUEVOS: Tagore, Tolstoy, Piccard, Marx, Marañón, que sirve para echar la púrpura en los hom Franz Tamayo: Scherzos C5. 00 Ford. por qué no. Hertwig. la Biobros de los poderosos. Ahora estás, tumba Jaime Torres Bodet: Prosperina y Resdo de fatiga, sin nombre y sin gloria, en la catada. 50 logia, la quimica, la meteorologia, las técni3. 50 cas, los viajes, los inventos, las ondas que hacajita pequeña de las piezas amontonadas; Fernando González El Hermafrodita dor blan, los barcos que pasan, las usines que y sin embargo, cuando un rey ha tenido que mido. 50 vomitan obreros, las chimenas que vomitan pelear, se ha servido de ti como de una ofren Conde de Keyserling: La Filosofia del senhumo, las ciudades que arrrian trenes, las da a los dioses. La mano de los césares, de tido: Renacimiento. 15. 00 Conde de Keyserling: La Filosofia del sentorres que lanzan mens to ese conlos principes, de los sabios y de los desocufido: El conocimiento creador. 15. 00 junto, toda esa enormidad, ese trueno, es pados ha debido oprimirte suavemente las Conde de Keyserling: Diario de viaje de la Ciencia que llega, el Peoncillo de ajedrez sienes para colocarte en el sitio más duro de un filósofo. Vols.
52. 00 que se corona, y la Luz que llega. En verdad, la carnicería, y desde el rey Yudisthira has Conde de Keyserling: Norteamérica Libertada ta el emperador Napoleón han aprendido el Peón de Ajedrez, tuya es la Victoria.
18. 00.
Solicitelos al Admor. del Rep. Am. Tómala y respeta al Sabio.
arte de la prudencia, el juego de la fuerza y la fantasía del valor sin asco alguno por tus calzones rotos. Peón de ajedrez, tú eres el Pueblo!
In angello cum libello kempis. El peón en la historia En un rinconcito, con un librito, Escándalo perpetuo que ensordece los un buen cigarro y una copa de oidos del mundo ¡oh historia. Te presento a Dios en la miseria! Antaño, cuando desatabas tus hordas por los campos de Europa y de Asia, los peones del ajedrez humano eran la carne de tus tigres divinos. El gran arte trascendental de los Esplendores hechos homSUAVE. DELICIOSO. SIN IGUAL.
bres amasó la cultura con la piltrafa de tus carnes y la hilazón revuelta de tus trajes raidos. El Arte, el Ornamento de la PersoFABRICA NACIONAL DE LICORES na humana te condenó a galeras y te arrojó en los circos, y la fatiga sensual de los reyes SAN JOSE, COSTA RICA se divirtió contigo en las lamentaciones de la arena. Argamasa de la historia, fuiste baa ¿CuánJaime Torres Bodet: Destier ANIS IMPERIAL