356 REPERTORIOAMERICANO Es una vulgaridad científica que el calor esfalerita o sulfato de zink y otros muchos.
destruye el magnetismo y que éste prevalece incluyendo los de precipitación química.
mejor en las bajas temperaturas. Por esta Efectuandose la ruptura del átomo en razón el magnetismo de la Tierra hace su grande escala a unos 3000 kilómetros de escape de preferencia por las regiones po profundidad de la superficie de la Tiera, sus lares.
componentes separados, electrones y proto El magnetismo, al atravesar cualquier es. nes, son obligados a filtrarse hacia el inte pesor de la corteza terrestre, se vuelve un a rior de la Tierra para incorporarse a su eje gente de selección y cristalización, transfor magnético central, y hacia el exterior para a.
mando los materiales en minerales como gregarse a los materiales en consolidación.
consecuencia de esa propiedad de filtrarse al Esta última corriente de electrones y protravés de los intersticios intermoleculares tones, después de hallar el medio favorable interatómicos, promoviendo en estos compo. de integración, se une en proporciones múlti.
nentes elementales su colocación o disposi. ples atómicas, es decir, a cada proton en ción ordenada, abservada en los minerales vuelve, en proporcón a su energía, el númecristalizados como galena, piritas de hierro, ro equivalente de electrones.
e compo.
suficiente para impedir su empuje sobre la Tierra y desapareceria como satélite independiente.
Esta razón es fundamental para eludir a la Luna de la supuesta actividad volcánica, es decir, aquella acividad habría destruído su magnetismo con el resultado final de la des.
trucción de la Luna misma.
La Tierra y la Luna son dos esferas magnéticas o dos imanes enormes cuyos magnéti.
cos son paralelos, quedando el cuerpo eléctrimagnético de la Luna enteramente envuelto por el de la Tierra. Estos dos campos magnéticos tienen atracciones y repulsiones reci.
procas cuyo resultado es el movimiento de traslación y rotación de la Luna.
De manera idéntica se encuentran los globos magnéticos de la Tierra y del Sol, cuyo con.
tacto produce el estupendo fenómeno de la luz del Sol. El electromagnetismo del Sol no tiene contacto directo con el de la Luna, exceptuando la transmisión de luz y de com presón hacia la Luna al través del globo magnético de la Tierra.
La sección de algunos fragmentos meteo roides permite ver figuras cristalinas y cristalizaciones peculiares entrelazadas formando una textura o tejidos irregulares que han reci.
bido al nombre de Figuras de Widmastatten.
El mayor tanto por ciento de los componentes de los fragmentos meteoroides, es hierro metálico, y sus aleaciones con níquel y cotalto llamadas kamacita y tanita respect. vamente. También contienen estos fragmentos exóticos oxígeno, manganeso estaño, magnesio, sil cio, en forma de silicatos de hierro y ctros elementos en número muy escaso. En fin, unos 24 elementos en total son los nentes de esos Esta constitución de las rocas meteoroides sufre toda transformación en el seno de la tierra, habiendo sido asimilados por ella, comenzando por su destrucción masiva, redu. éndolas después a moléculas, ulteriormente a átomos libres: bajo la presión y el calor estos átomos quedan sometidos a la fuerza de ruptura y descomposición en electrones y protones libres. La ulterior desintegración del electrón y protón libres alimenta el elec.
tromagnstismo, manifestado en primer lu.
gar en los polos magnéticos y en las fuen.
tes principales de luz, como auroras borea.
les y de otros fenómenos importantes en relación con el magnetismo solar.
Este proceso de destrucción y asimilación de cualquier metal es extensivo al Sol, en primer lugar, y sucesivamente a los plane tas y satélites, en proporción a su masa y es.
tado de consolidación Esta misma asimilación es la causa original de los movimientos de los grandes cuerpos celestes, los cuales son en si motores com pletos, puestos en movimiento por su pro pio magnetismo que sale de su interior.
Se puede afirmar que la Luna nunca ba sido parte de la Tierra, ni la Tierra del Sol, ni ninguno de sus planetas, no obstante que éste los gobierna por medio de su enorme campo electromagnético. Cada uno de estos cuerpos fue en su origen un asteroide polié.
dr. co de pequeñas dimensiones carente de mo vimientos de rotación y traslación.
Es probable que la Tierra, hace muchos miles de millones de años, fué un asteroide poliédrico, inmigrante lejano en el campo de acción del Sol, el cual la incorporó en su stema planetario al no poder succionarle mediante la resistencia opuesta por su campo magnético al campo del Sol. cuerpos.
SA La guerra del libro (A los que creen que Centroamérica es una noche sin amaneceres. Madera de de Artiñano.