REPERTORIO AMERICANO 219 gen la inquietud reinante en aquella he podido dejar de sentir es que se de este pasaje, como de todos los del época en la Europa Cristiana por los me note de viejo y de manco, como ilustre Cervantes, su vida se elevó de recientes triunfos alcanzados por los si hubiera sido en mi mano haber de. tal modo, que la cima ocupada por turcos. En esa liga de ejércitos Cer tenido el tiempo que no pasase por su honor actualmente es invisible a vantes da pruebas de su heroísmo. mí, o si mi manquedad hubiese na los pobres ojos humanos. aunque «Fue nombrado, pues, jefe de todas cido en alguna taberna y no en la con este gran hombre haya sucedido las fuerzas de mar y tierra el famoso más alta ocasión que vieron los siglos algo semejante a lo que con los enordon Juan de Austria, hijo de Carlos pasados, los presentes, ni esperan ver mes globos, que orgullosos se levanCon una rapidez prodigiosa organizó los venideros. Si mis heridas no res tan y se nos pierden de vista, sin éste una grande y poderosa flota, y plandecen en los ojos de quien las dejarnos siquiera la más ligera noción a 15 de setiembre del mismo año mira, son estimadas a lo menos en la de sus rutas, en Cervantes la cosa es zarpaba ésta de Mesina en busca del estimación de los que saben dónde se distinta. El nos ha marcado fuerteenemigo. Encontróle el de octubre cobraron: que el soldado más bien mente el camino. El camino está viinmediato en el golfo de Lepanto, parece muerto en la batalla que libre sible en los dulces y sabios consejos donde librose la gloriosa batalla de en la fuga; y es esto en mí de ma que sus libros lucen. Ese es nuestro este nombre, en que fue derrotada y nera, que si ahora me propusieran y consuelo.
deshecha toda la escuadra turca. Iba facilitaran un imposible, quisiera an Debe tratar, al menos, de seguir Cervantes en la división que formaba tes haberme hallado en aquella facción esa perfumada senda de valor y de abel ala izquierda de la escuadra coli prodigiosa, que sano ahora de mis negación, la juventud de ahora. Así gada, y que iba mandada por Agustín heridas sin haberme hallado en ella. se elevará también nuestra humilde Barbarigo, proveedor general de Ve Este pasaje deja pasmado a cual existencia.
necia. La nave en que navegaba Cer quiera porque es hermoso. Al soplo FERNANDO CARVAJAL URENA vantes se llamaba Marquesa, e iba capitaneada por Francisco Sancto Pietro. Al entrar en combate su nave La gaviota del descubrimiento hallábase Cervantes postrado por unas Por CESAR ARROYO calenturas que le imposibilitaban materialmente de tomar parte en la ac Envio de Enrique Arroyo, Cádiz, 24 de agosto de 1937 ción. Pero, así que llegaron a sus Salíamos de un puerto de nuestra tes. Pero son bestias: no saben más oídos los primeros rumores de la re vasta America. El cronista iba en la que comer.
friega, su alma generosa no pudo re popa del barco, casi lanzado de si Entonces, yo le replico: Sabe usprimir su anhelo de combatir con los mismo, en un gesto de despedida de ted. Si el ala hubiera siempre estado suyos, y se levantó y corrió a ocupar muchas cosas adorables. Veia hun a la misma altura que la mente, el su puesto. Su capitán y sus camara dirse el puerto en el mar. también hombre hubiera sido ya superior. Pero das, al verle, le rogaron encarecida hundirse el sol con su violenta pro sólo hoy es que ha llegado a realimente que se volviese a su cámara, testa de púrpura. Todo parecía ter zarse el equilibrio de perfección: la pues no le permitía su estado tomar minarse en ese instante agónico. Sólo mente y el ala. no es que la mente parte en la durísima lucha que se las espumas vivían. luego, las es haya llegado hasta el ala, sino que avecinaba. Pero él, con ánimo impa pumas se hacían alas en una meta el ala ha llegado a la mente. La aviavido, respondió. Señores, qué se dirá morfosis marítima. Eran gaviotas que ción es una de las realizaciones, per.
de Miguel de Cervantes? En todas las seguían al barco, abiertas como pa fectas ya, de nuestro tiempo. Para ocasiones que hasta hoy se han ofre. ñuelos que alguien que lloraba nues llegar a ella, Leonardo, el Magnífico cida de guerra a y se ha man tra ausencia nos había lanzado desde de Vinci, diseco a las gaviotas. lo dado, he servido muy bien como buen la playa, desde una playa a donde que usted no sabe es que quizá una soldado; y así ahora no haré menos, quisiéramos que la resaca de la vida de ellas nos trajo en su pico el Nueaunque esté enfermo y con calentu. nos llevara a morir.
vo Mundo.
ras; más vale pelear en servicio de Las gaviotas seguían insistente. El hombre no me hizo mayor caso.
Dios y de y morir por ellos, mente al barco como mensajes inelu. atento a una de tantas llamadas de que no bajarme so cubierta. sus dibles que nos alcanzaran.
a bordo, se marchó del sitio donde reiteradas súplicas, no tuvo más re Miraba el cronista a las gaviotas, estaba. Pero yo me quedé en la popa medio su capitán que colocarle en el a las espumas, al cielo, al mar, cuan del barco pensando: acaso una gaviolugar de más peligro y le puso al do uno de esos amigos de barco, a ta trajo en su pico el Descubrimiento.
frente de doce soldados. Durante el quienes nunca se ha visto ni se volcombate portose como un héroe. De verá a ver; pero con quienes se conaquella gloriosa jornada había de lle vive unos días, unas semanas, com Evoqué en la perspectiva azul de var una huella indeleble que le valdría partiendo el pan del placer y del dolor, la leyenda la tarde pálida y pávida el apodo de Manco de Lepanto, del se puso a mi vera y me dijo con acento del once de octubre de mil cuatro que estuvo orgulloso toda su vida. criollo: Mire, mire no más, estos cientos noventa y dos.
Pero este hecho no tiene su fin allí. pajarracos no sirven para nada, sólo El sol había incendiado las velas Continúa viviendo con Cervantes to piensan en comer. Ni la carne ni la de las carabelas y se había alejado do el tiempo, y más tarde, cuando a pluma de las gaviotas se aprovecha. hacia occidente en su barco de luz, más de falsificarle la segunda parte. Usted cree le dije que sólo como un pirata.
del Quijote, le injuria de todos modos lo que se aprovecha vale?
La jauría marinera empezaba de el mismo falsificador, este fuerte hom. Naturalmente me contestó. Si nuevo a cercar al Almirante. Este bre manifiesta solamente. Lo que no estas aves siquiera fueran inteligen viejo loco nos lleva al abismo. Es