Democracy

236 REPERTORIO AMERICANO Poesías Cristal de notas agónicas y humanas, columnas ascendentes que se pierden De ARTURO ECHEVERRIA LORIA entre nubes y ángeles del aire. Selección y envío de Amighetti del libro Poesías. Ediciones Suplemento. 1937.
Una voz que se quiebra en un lamento San José de Costa Rica de la naturaleza acongojada, RUMBO NOCTURNO VOCES DEL SILENCIO voz de árboles y flores por el viento arre(batada.
Mis pasos siguen el rumbo nocturno, Los voces del silencio entre hilos de luz que atan los aires.
que lleva en silencio hacia el verde mar, hacen vibrar los nervios, Voz que viaja con las velas de la tarde, las noches lunares alumbran la senda, en la quietud agreste una voz dulce, una voz suave que flota y el viento marino impulsa mi vida, de la ciudad dormida entre las copas invioladas de los árboles.
en ruta de estrellas al azul del mar.
La noche equilibrista esa voz ya cansada se recoge en el alma.
Sobre ásperas rocas reposan mis sueños, sobre un rayo de luna, EBRIO abatidos sueños por el gris del mar.
hace temblar el alma de la ciudad dormida.
Yo adivino la angustia de una botella El rumbo nocturno que siguen mis pasos, Los hombres como arañas que ha perdido su sangre; me lleva en silencio, me lleva hacia el mar.
de los astros sostienen, la tristeza de un vaso olvidado MOTIVO las telas de hilos débiles en el mostrador de una cantina; la caricia de unos brazos que sostienen que rigen sus destinos.
Lentamente se posa mi recuerdo una cabeza que da vueltas; en el alero de la casa vieja.
Se estrangulan las almas la mano apretando entre los dedos y se truncan las vidas, la colilla de un cigarro que lucha Las ventanas sonrien al cielo lo humano deleznable por convertirse umo y cenizas.
con sus ojos de vidrio.
lo arrastra el torbellino.
Todo eso pasa en la tierra, Me asomo por ellos, y mi vida cuando las constelaciones ebrias Cordo clamor de esperanzas se llena de infinito azul.
llenan un vaso hasta el borde, en mitin de protesta, para olvidar que hay soles grises, Desvencijada casa solariega alumbra el farol eléctrico y que las luces eléctricas, como el alma sin sosiego.
de la plaza desierta.
alumbran el silencio del mundo.
Sobre el mármol de la mesa, Pátinas de tristeza la cubren La ciudad ata y desata las con su enredadera de recuerdos.
mil vidas en subasta, copas reciben fluidos generosos de sustancias telúricas, y ahoga entre sus ruidos Casa vieja donde se duerme el tiempo; las tragedias humanas.
que flotan incesantemente, fantasmas de vidrios rotos.
desde el génesis, con la embriaguez Las voces del silencio producida por haber salido de las manos de Puertas que no se abren.
hacen vibrar los nervios. Dios.
aleros mojados de memorias.
en la quietud de selua Toda esa euforia la recoge la luna las ventanas con sus ojos de vidrio, de la ciudad dormida.
para derramarla piadosamente en los tugurios, siguen sonriendo al cielo.
en los prostíbulos, en las casas UNA VOZ de los burgueses que viven con las ventanas LA NINA EN EL CAMPO Una voz casi humana enmohece el cristal del cerradas. viento.
La niña fue por el campo evitando que la ebriedad de luna les contagie Una voz de perfumes y aromas de pinares vestida de alba y de grana: el alina profunda y penetrante.
entre sus manos el viento Todo eso y más, es el dolor la angustia como ágil niño escapaba Voz múltiple del templo aromado de los árboles. de una botella que se sangra.
acariciando sus muslos plenos de azul de mañana.
En la quietud del silencio, el espejo de la fuente Por MODESTO HUETE Colaboración. Costa Rica y abril de 1937 su carita reflejaba. lagunitas de pasión Existimos y es condición inseparable de la mantendremos irrestricta. En estos empeños no sus ojitos en suspenso.
vida actuar. Que a dónde vamos. Ah, si cederemos jamás una linea. Nos respelda fir.
Por el prado iba la joven, me siquiera lo supiéramos al menos cuando el ca tenazmente nuestro glorioso 56.
llevándose la alegría mino se nos muestra más recto! Qué bien di El tema nos produce la necesidad emotiva de sus añitos de moza, jo el paradójico Cromwell, cuánto sentido de y mental de hablar, aunque sea muy superficomo guirnalda de verdes la vida encierra su conocida frase al efecto de cialmente, de la gran nación sajona. Inglateenredada en sus cabellos.
que, un hombre nunca va tan lejos como rra, de la cual el sutil y erudito Conde de Los azahares del sendero cuando no sabe hacia que término va. Keyserling, afirma que sus pobladores son lo le perfumaban las En nuestros escritos trasudamos la congoja más altamente civilizados del orbe sajón. Esto y danzaban al ritmo suave de quien suelta frases desgarbadas, mediocres, no quiere decir que rece con nosotros la estúque se resienten de esa mediocr dad tan ro pida noción de que hay razas puras de su cuerpo enardecido en la soleada mañana.
tundamente tica, que en ninguna línea de actiLa democracia inglesa goza del insigne Sus tersos pechos de virgen vidad ha sacado a los costarricenses de sus privilegio de haber producido el gobierno gajos sensuales de amor estrechos límites territoriales. No es posible popular más antiguo de cuantos existen. La en el prado germinaban.
mencionar este pequeño terruño, que largos famosísima Carta Magna inglesa con los esFué la niña por el campo, años de hallarnos en el nos han hecho tan tatutos de Oxford, surgieron en ese admirapor el prado fué a jugar, querido, sin experimentar el dolor moral y mirable país en época en que el mundo entepúberes ansias sensuales físico aun, de esa aplastante mediocridad. ro era víctima de retrógradas y crudelisimas reflejaba su mirar.
Pero no podemos ni debemos callar lo que autocracias, en tiempos tan remotos como los En la campina la joven tenemos de positivamente sobresaliente, lo que principios del siglo doce. Nada menos que iba en busca del amor, nos distingue como un gran país chico, el he. cinco siglos antes de que la Primera Repúbliun sátiro lujurioso cho honrosísimo de que somos una democracia ca Francesa proclamara sus maravillosos Deescondido en el follaje, avanzada, y oígasenos bien vamos a derechos del Hombre. Honor a Inglaterra ilusatrajo la niña al verde, fenderla a como haya lugar. Nadie se llama a tre consagradora de verdaderos hombres y no verde de hoja en el verdor engaño, no se juega impunemente al preten de rebaños de tales: que impuso el sentimieny con la pezuña hiriente der atacarla, pues en ella están involucradas to de la dignidad en este miserable planeta flor del alba deshojó.
nuestras libertades y nuestra autonomía, la cual en el cual gemían embrutecidas meznadas, a Cuatro palabras sobre democracia y libertad manos,