REPERTORIO AMERICANO Recado sobre un mito americano: el Caleuche, de Chile Por GABRIELA MISTRAL Colaboracion. Listoa, Junio de 198 a si misma y puede ser industria suma de los demonios hecha con oro del mar, y cáñamos del mar y azufres del mar, que lo convierten en organismo o fábrica de fuego.
El Caleuche no se puede decir exactamente por no parecerse a otra cosa que al Caleuche. Puestos en el aprieto de definirlo, tartamudeamos negaciones No es una ballena, aunque se le parezca en su maña para voltear las barcas de peces, y no es un buque, aunque asi lo digan sin otra razón que la de navegar válidamente y siempre.
El Caleuche lleva consigo, pues, la tripulación que dijimos de demonios luminosos y de brujos de gran arte De los demonios no se sabe otra cosa que su indole de contraángeles; de los brujos se sabe que llevan la cara vuelta hacia la espalda y la pierna izquierda torcida como la cara y además encogida, caminan la cubierta saltando sobre un pie y son esperpentos para toda la vida.
Ocurre de cuando en cuando que el Caleuche coge hombres de la Costa, ya sea que los rapte o que algún loco salte su cubierta Unos y otros son hombres perdidos: al acabar la navegación y tocar tierra, bajarán vueltos de revés como los que se quedaron a bordo, pero además con la memoria perdida.
No sabrán lo que vieron en el Alumbrado porque los del Arte quieren que su lengua suelta no vaya a entregar lo visto y aprendido. Con lo cual los idiotas pierden lo mejor que consiguieron desde que Dios les hizo, al dejar su memoria en la casa misma del portento.
Una sola hazaña de monstruo bueno se le conoce al Caleuche y es ésta: Alguna vez tomó el amor de su tripulante cristiano y sabiendo su apetito de hijo de Adán por el dinero, le entregó en brulotes el oro que quiso coger de su cala. hizo más, consintiendo en atracar a tierra, frente a su casa chilota, y dejarlo acarrear los odres hasta su puerta.
La familia del servidor del Caleuche enriqueció de pronto y sin causa visible, y el padre siempre esquivó responder a quienes le preguntaron por uma riqueza tan brusca y no hacia sino sonreir a lo chilote ladino sin soltar confesión El Caleuche no se acaba y los que navegan en él tampoco parece que se pongan viejos. La brujería de tierra cuenta sus vejestorios, pero las bestias del mar ven siempre mozas y los mudados o trocados que lleva el Caleuche, respiran pura ráfaga marina, duermen el dia y por la noche corren a la fiesta, y como ella es la marina de la de Ulises, no fatiga ni a demonios patrones ni a los brujos serviles.
El Caleuche y los caleuchenos no se casea al llegar a las costas, donde las muchachas casaderas juegan en las dunas o recogen las aimejas, ni en Llicaldad, ni en Trren Trren, ni en Quicari, sus patrias posibles, han ro bado nunca mozas la gran bestia mora o sus brujos bautizados. Se quedan solteros, al igual del Doctor Fausto. como no tiene mujer ni hijitos, e! Caleuche se parece al Judio Errante que sólo lleva el aire a sus costados y la tierra que toma y deja.
Yendo por el mar austral, todos hemos cruzado al Caleuche sin verlo; cada marea del Sur tiene gusto y tactos del Caleuche, y el puelche patagón le ha puesto la mano encima, en el momento en que saca el pecho del agua.
En el Sur de Chile, donde el mapa pinta con mancha redondeada a Chiloé y su séquito de islas, y más abajo, hasta donde salta el suelo firme de la Patagonia, las aguas son casi todo y la tierra muy poca cosa. Corren no lejos unos rios grandes que se llaman el Bueno y el Mauilin y el mar hace su antojo desmenuzando la Cordillera, dando Archipiélagos que no se cuentan y tajando peninsulas y fiordos Los espiritus del agua son más que los terrestres y ponen a jaque chilotes y patagenes.
El sol se muestra cuatro meses del año en esos lugares; la niebla de más fantasmas que en cualquiera otra región de la América del Sur, continente frutai y solar; y la bruma llena de engendros disparatados el mar, que en otras partes es tar desnudo y simplote.
Cuando la noche se cierra completamente como un arca, y se hace tan larga que parece no querer acabar nunca, los viejos y los niños chilotes, o ambos, en turno, cuentan todo lo bien que saben contar viejos y niños la historia de veras del Calcuche buque de Arte (1)
El Caleuche es un barco pirata, es decir, un foragido del agua noble, que para cumplir mejor sus aventuras corre millas y miilas por debajo de ella, tan escondido que en semanas y meses se le pierden las trazas y parece que ya se ha muerto o ha dejado por otro el mar de los chilotes. El mar ha pactado con el desde todo tiempo y le cumple el convenio de esconderle al igual de sus madréporas y sus últimos peces de pesadilla.
Pero de pronto en la noche más sola de aquellas del Sur, ei Caleuche saca entero su cuerpo de ballena y corre un buen trecho a ojos vistas, navegando a toda máquina (que las tendrá. casi volando, sin que pueda darle alcance ni barco ballenero ni pobrecita lancha pescadora a los que se les ocurra seguiarlo Aquello que corre, a la vista de los pescadores locos de miedo, es un cuerpote fosforescente, de proa a popa, sin velas, que de nada le servirian, cuya cubierta pulula de demonios del mar y una tribu de brujos asimilados a ellos. el todo, aperos y equipaje, ofrece un aire de festival o de kermesse, arrancada a la costa, y que va por el mar corriendo a una cita para solemnidad aun mayor.
El motor que lo lleva a velocidad de delfin no hay por donde se le rompa ni le estalle, como que no lo mueven petróleos o alcoholes y habrá salido de la forja submarina y de los metales del mar, y lo conduce el Arte. ejercida por un alto comando de hechiceria oceánica.
Acérquense un poco los perseguidores de la presa alumbrada y antes de que ojeen y cacen el secreto, el palacio ardiendo del Caleuche se para en seco, se apaga como un gran tizón y deja un troncazo muerto, oscura pavesa que flota a la deriva de las olas y chasquea a los que ya pintaban victoria, El Caleuche puede ser criatura viva por agua Va y viene de vuelta el Caleuche; pero no se sabe hacia dónde navega para ir tan desEl ejemplo de Bolivar: aforado ni que encargo cumplió en el final de su viaje, que viene tan rozagante de vuelSabido es que la suspensión de las leyes trae ta. si hace el viaje por el viaje, será que consigo la suspensión de las garantias sociales: donde no hay garantias sociales, podemos decir como los marineros tomó el amor de la sal que reina la libertad? Bolivar, dictador para la y no puede vivir en la tierra, donde nosotros bebemos guerra, presentándose ante el Congreso a devolver dulce, las facultades omnimodas de que se halla inves Los pescadores que trasnochan mar adstido, califica de terrible ese poder y dice que ni tro ven al costero y se lo pierden los que nación digna debe concederlo, ni buen ciudadano duermen en tierra a pierna suelta; los guar conservarlo sin una extrema necesidad. Nosodianes de faro de ojos puestos en el mar, lo tros hemos visto una Convención dar en tierra con han visto alguna o muchas veces, segun sean sus propias leyes, y crear un dictador sin terellos lerdos o milagrosos; los que se quedan mino en tiempo de paz y sin objeto plausible: a esto llaman libertad, regeneración, principios gust trasnochando en cabos o en peñas, se clan el los hombres sin corazón que se están mofangusto con espanto, de ver al Caleuche as.
do impunemente de la verguenza de un pueblo tral, gusto que más sirve para contarlo que desgraciado.
para sentirlo. Un chilote de veras, va (Juan Montalvo: Páginas Desconocidas, queano de su archipiélago, chilote curtido Tomo de salmuera, siempre logra suceso y llevará toda su vida los ojos encandilados por La refiere Mitre, en el Cap. de la el barco de luces. Este chilote feliz comHistoria de San Martin, Tomo I, pondrá el romance o corrido del Caleuche.
edición. Buenos Aires. 1890. Se trata Sobre la mar alumbra de José Antequera, caudillo del pueblo como cosa de otra vida.
contra la supremacía de los Jesuitas del Paraguay Pero los que mejor se saben al Caleuche, aparte de los idiotas que él dejó escupidos en la noticia de la ejecución de Antequera la playa, es lástima que no hablen mas; son (1731. la hija de Juan de Mena, que a la sazón llevaba luto por su esposo, se despojó de la gente barquera que el pirata anogó volteándole la embarcación y que estás en el y reveló por la primera vez la pasión femenil por la libertad en América, vistiendo sus fondo del agua pesada, con la lengua contamás ricas galas. No debe llorarse, dijo, una dora comida de pulpos y los brazos gesteros muerte tan gloriosamente sufrida en servicio quebrados por el pez sablista del abismo quc de la patria, llaman pez espada. 1) Arle Magia.