376 REPERTORIO AMERICANO Versos a morosos siente que hierve la sangre en sus venas.
Dicen que dicen que dona Panchita ha de pecar bajo el sol que la quema.
Dicen que dicen que si ella pecara culpa seria del sol de su tierra, de LUIS LLORENS TORRES Sacados del libro Voces de la Campana Mayor. San Juan de Puerto Rico, Olono de 1955.
Salmos Treno de mar Las flores perfuman.
Los pájaros vuelan. doña Panchita es hija de Eva.
No lo fugaz loremos del veleidable amor, que asi en la vida es todo, breve como una flor.
Una novia en la playa.
Una vela en el mar.
La Cuesta del Asomante El corazón es ave que sabe de anidar. sabe amar su nido, y lo sabe olvidar.
Olvidar es romper los lazos del ayer y pegar un gran salto y en lo ignoto caer.
Deja, jibarita blanca, deja que el jibaro cante y que a medianoche suba la Cuesta del Asomante.
Deja que el jibaro cante, que le cante a otro querer, y que subiendo la cuesta, lo coja el amanecer.
Olvidar es salirse del vaso, y preferir, a lo cierto gozado, lo incierto por venir.
Los pendulos de hojas.
que cuelgan del cocal.
tararean, ean, ean, la oración del Jamás.
Las gaviotas se cimbran en el vuelo fugaz con que las lleva al nido la luz crepuscular.
Rojas brasas las rocas queman la flor de sal, que polvoreó sobre ellas la salobre humedad.
Errante nube tiende su pañolón de holán con que Dios en el cielo limpia el azul cristal.
No hay espuma en la lenta cnda que viene y va.
Ni la brisa sahuma la desmayada paz.
Que es dicha, en una rama del vuelo reposar, y después del reposo, de la rama volar.
Pa ca tas, pa ca tas, pa ca tas, pa ca tas, pa ca tas, pa ca tas.
Vivir es adorar, con más ansia y más fe, il ave que vendrá, que al ave que se fué.
Qué feliz es la roca de la orilla del mar, que la ola que la besa no la vuelve a besar!
Arriba caballo, mi caballo blanco, arriba, caballo, mi caballo prieto; mi caballo blanco mi caballo prieto: que arriba está el pasto, la verde sabana, y arriba está el agua, el blanco arroyuelo; la verde sabana, el blanco arroyurlo.
El más fino deleite que nos brinda el placer es el beso que nace y el que muere al nacer.
Lo mismo que en los astros, la sabia evolución rige en los sentimientos hondos del corazón Lloran, bajo la tarde, su triste soledad, una novia en la playa y una vela en el mar.
Deja que el jibaro cante y que a medianoche suba la Cuesta del Asomante. Por qué ha de estar la abeja condenada al clavel, cuando todos los cálices están llenos de miel? la Villalobos Pa ca tas, pa ca tas, pa ca tas, pa ca tas, pa ca tas, pa ca tas.
No más la hosca tortura del invariable elixir que cierra los caminos del loco ir y venir.
Seamos cual la ola voluble de la mar, que a la roca que moja no la vuelve a mojar, La hora del corazón la Villalobos, los lobos. es ella la hembra más bella, aun más que la loba la Villalobos, el toro: ella tiene ojos de novilla, de luz dulce y honda.
ajos de novilla, como no los tiene la novilla blanca, ni ninguna otra. la Villalobos, un negro, al mirarla. quién esa blanquita, pecho de paloma, y prieto el cabello que en rizos le hierve igual que a las llamas el café en la olla? la Villalobos, voces de estudiantes. qué de matemáticas, ni que de retórica, si nos ha turbado todas las ideas y perdido habemos hasta la memoria? la Villalobos, vencidas rivales. qué se unta en los ojos esa sangrigorda? la Villalobos, el cielo: mis astros la cara le besan y de oro la mojan. la Villalobos, la trillada tierra. yo, humilde, tan sólo le beso las botas. la Villalobos, el mar: las estrellas le besan la cara, yo la beso toda. la Villalobos, yo. denme besar la cual bésanla el cielo, la tierra y las olas. al fin mi caballo blanco, y al fin mi caballo prieto, la Cuesta del Asomante al galope van subiendo. pa ca tas, pa ca tas, pa ca tasmis caballos de la noche. pa ca fas, pa ca tas, pa ca tasmis caballos estrelleros que agua y pas de Dios tienen las flores de los senderos y las aguas de los rios en que se caen los luceros y asi se comen las flores y se beben los luceros.
Ella. Ay, qué tarde llegó el amado mio. Tanto que lo aguarde!
Todas las noches perfumado el lecho.
Siempre la cena tibia en el mantel, Cada vez que un errado caminante llamó a la puerta, siempre le ofrende mi tálamo, mis linos, mis aromas. al alba, siempre repeti: No es él. Deja, mi jibara blanca, que le cante a otro querer, y que subiendo la cuesta. pa ca tas, pa ca tas, pa ca tasme coja el amanecer. Ay, qué tarde llegó el amado mio. Cuando ya está la brasa sin ardor. no hay vino ni cena en los manteles.
Y, de todo, no quedo más que yo!
Saltos de Comerio Doña Panchna EL Oh, qué belia la hora en que a ti llego!
Hora santa, en que sólo quedas tú.
Hora del corazón limpio de todas las ansias de la loca juventud.
Soñé con Eulalia.
Un sueño de sueños de oro de Oros y plata de platas.
Un sueño de cosas, que hombres y mujeres saben que son buenas, y hombres y mujeres dicen que son malas.
El sueño de calida abeja que sueña con các lida rosa De cálido gato que sueña con cálida gata. doña Panchita el sol la hizo de carne trigueña.
El sol la hizo buena moza.
El sol la hizo buena hembra.
Le puso negro el cabello: negras las pupilas negras: le puso dulces los labios: le puso dulce la lengua.
Cada vez que un errado caminante, llamó a tu puerta, nada se llevó.
Tu tálamo, tus linos, tus aromas, fueron fugaces pompas de jabón.
Oh, qué bella, la hora en que a ti llego!
Cuando ya está tu brasa sin ardor. no hay vino ni cena en tus manteles, sólo puedes darme el corazón Dicen que dicen que dona Panchita novia es del sol tropical que la besa.
Dicen que dicen que doña Panchita Eulalia es flor fresa de la rancia rama de Ortices hidalgos que en el Comerio vistieron y aun visten de levita y barba.