EDITOR GARCIA MONGE CORREOS: LETRA En Costa Rica SUSCRICIÓN MENSUAL: 00 REPERTORIO AMERICANO 1572 Exterior El semestre. 50 El año. 00 o. am.
SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo es la única propiedad plena del hombre y tesoro común que a todos iguaia, por lo que para la dicha de la persona y la calma publica, no se ha de ceder, ni fiar a otro, ni hipotecar jamás. JOSE MARTI.
Giro bancario sobre Nueva York.
Carlos Aponte: pelea dor sin tregua Por PABLO DE LA TORRIENTE BRAU Envio del autor. Nueva York, noviembre de 1985, muchas veces y ras. Pero Ahora, cuando la prensa, sistemáticamente, ha venido dando el título de bandidos y enemigos públicos, a los revolucionarios que mueren en Cuba, procede decir quién fue Carlos Aponte Hernández, muerto en el combate del fuerte El Morrillo. cerca de Matanzas, haciendo frente a la sorpresa y la traición Su vida, que por lo extraordinaria merece los honores de la inmortalidad, no puede desfilar por la brevedad de un artículo de periódico, sino a rasgos relampagueantes.
Aunque era joven como un estudiante, habia expuesto la vida tantas veces, que parecia viejo, de tanto recuerdo como había ido acumulando Toda su figura denunciaba al hombre que sólo estaba a gusto en la pelea. Su voz varonil tenía resonancias graves; el sol de los trópicos le había curtido la piel, color de bronce; la cabeza, de lineas enérgicas, ostentaba un perfil lleno de audacia, y en los ojos, oscuros y brillantes, su mirada se cargaba de altivez y de insolencia, a la simple evocación del nombre de un tirano o de un traidor Amaba el peligro. Sentia por él esa pasión vehemente y suicida que algunos hombres sienten por una mujer alguna vez en la vida.
Pero él fué algo más que un valiente. Por eso su vida se convertirá en un simbolo tan Carlos Aponte pronto como sea bien conocida; por eso su vida tiene un sentido grandioso, emocionante conmovedor.
mano en prisión, emigro. Vino para Cuba Carlos Aponte Hernández pertenecía a una y pronto se puso en contacto con Mella, Marfamilia muy conocida en Caracas. Su espiri tinez Villena, Gustavo Aldereguia, Sanchez tu turbuleno y apasionado le hizo abandonar Arango, Fernández Sánchez y otros luchael colegio en plena adolescencia, para unir dores antiimperialistas. Comenzaba entonse con su hermano, que guardó prisión mu ces el largo y sombrio periodo del machadacho tiempo en Venezuela, a una revolución to y él, que siempre reconoció haber compara derrocar a Juan Vicente Gómez Por es prendido en Cuba cuál era el verdadero pate motivo, no llegó a poseer la cultura que pel de la juventud latinoamericana, en su luhubiera obtenido si su clara inteligencia hu cha contra el capitalismo penetrador de nuesbiera disfrutado de la oportunidad necesaria tros paises, unió su nombre a la exigua lista Dara ello.
de los hombres que inicia con la denuncia del Mas, si no tuvo los libros suficientes, en criminal gobierno de Machado cambio tuvo vida con exceso. Por eso, fren En La Habana, la larga serie de sus avente a cien sabios, su figura dramática hubiera turas comenzaron a tener resonancia. Cuanarrastrado a todos los auditorios, atraidos do pasó por la Capital de Cuba, Vallenilla por su personalidad magnética; por el es Lanz, Ministro de Venezuela en Alemania, plendor de su juventud, estremecida por la Carlos Aponte, sin consultarlo con nadie, esemoción de la aventura. El no conocía a peró su llegada la puerta del Hotel Sevilla los sabios, pero los sabios, algún dia, ten y alli, con su cinturon, le cruzó la cara vadrán que hablar de él. rias veces al exégeta de Juan Vicente GoDesde aquel inicio de su adolescencia, ni Rubén Martinez Villena logró evitarle su cuerpo ni su imaginación descansaron en consecuencias mayores y fué para México, de la lucha. Su vida tomó, desde entonces, el donde a poco regresó, para tener que salir impetu y la fuerza de un torbellino y, si al en seguida porque, estando, en un cabaret, guna vez parecić desordenada, ello fué por se enteró que en él se encontraba uno de los que llegó a adquirir esa grandeza épica que Secretarios de la Delegación estadounidense sólo admite el juicio a la distancia del a la Sexta Conferencia Panamericana, y, a tiempo silletazos, lo hizo salir del local.
Adolescente casi, llegó a adquirir el grado Pasó entonces a Nicaragua, por la frontede capitán en lan sucesivas invasiones que, ra de Honduras, y por espacio de dos años desde las fronteras de Colombia, rebelpeleó en las montañas de Las Segovias al lades venezolanos realizaban a su propio pais. do de Sandino, frente a los marinos y a los Mas llegó a hacerse imposible el repetir ta vendepatrias. y desplegó tal valor, audacia les hechos y Carlos Aponte, ya con su her y desprecio de la vida, que muy pronto fue el ayudante de Sandino. En este vertiginoso recordatorio nada es posible decir de aquella campaña llena de heroismos y de sacrificios. Sólo procede recordar, por ahora, que, apesar de sus discrepancias con el Héroe de Las Segovias. éste, al retirarse Aponte de sus filas, por considerar que ya habia posibilidades de lucha en Venezuela, le extendió unes credenciales llenas de elogio para el valor de quien había sido durante dos años su compañero de marchas, combates y champas En Nicaragua, al lado de Sandino, aprendió Aponte todas las astucias de la guerra, y estaba ansioso de penetrar en Venezuela para ponerlas en práctica contra las tropas de Juan Vicente Gómez. Pero el desastre que siguió al golpe de Curazao se lo impidió Pasó de Panamá al Perú, para tomar parte en la revolución aprista sofocada fácilmente por Sánchez Cerro y estuvo siete meses en prisión. De esta experiencia le quedó una constante evocación despectiva de los líderes del del aprismo, que hizo pública y que jamás fue rebatida por éstos.
En el Ecuador y en Chile hizo propaganda por las causas de Nicaragua y Venezuela y combatió a las fuertes compañias explotadohabía alli ocasión de combate, y vino para Cuba, después de haber sufrido una prisión de más de dos años en Colombia, por haber intentado penetrar de nuevo en Venezuela Cuba fué siempre un imán para Carlos Aponte. Sentia por ella un cariño profundo y una admiración sin limites por su juventud ardientemente combativa y jovial a la vez. En ella murió y hoy recuerdo las muchas veces que me dijo, entusiasmado, en aquel lenguaje suyo, pintoresco y afectuoso. Hermano, ésta es una tierra buena para pelear y morir en ella. Siempre pensó que, al triunfar la revolución en Cuba, da ella podria sacar los hombres y las armas necesarias para invadir Venezuela y arrasar de alli, de una vez, la tirania de Juan Vicen.
te Gómez Su última estancia en Cuba estuvo llena de episodios emocionantes. Apenas llegado, por insultar, a través de una entrevista que le hice, al General Arévalo Cedeño, tuvo que balacearse con el General Urbina, al que hirió gravemente, resultando él herido en un pie. Recluido provisionalmente, y bajo custodia, en una clínica, esa misma noche un grupo de amigos se lo llevó a punta de pistola. Obligado a vivir fuera de la ley, vino a New York, para ver a su madre, a la que no habia visto en largos años.
Mas, el panorama cada vez más agitado de Cuba, lo atraía con fuerza irresistible, y volvió para allá, a buscar el combate y la muerte. Murió al lado de Antonio Guiteras, cuando éste salia para el extranjero a preparar las expediciones que habrian de luchar contra el ejército de Batista.
Esta fue su vida. Nació en Venezuela. Com. Pasa a la página anterior)
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