252 REPERTORIO AMERICANO Dos cuentos de la mexicana Maria Luisa Vera Selección y envio de Elena Torres, México, setiembre de 1936.
Maria Luisa Vera es Profesora Normalista de 26 años. Tiene hite hasta que llegan a la puerta jos, escribe y enseña.
del Despacho.
Su último libro Cuentos de Exframuros. Ediciones de la Le. R)
Una báscula colocada como un es una colección de narraciones catafalco, ocupa el centro del cortes, bien escritas con asun ros de vida muy bien vistos.
cuarto. Los pepenadores ponen Maria Luisa Vera liene capacidad sus bultos sobre la báscula.
para enseñar, pero sus vuelos de escritora, su penetrante apreciacion El encargado grita el peso del vivir humano la iran alejando de la docencia y le abrirán nuevos muy en su favor, también grita senderos.
la calidad.
He aquí dos cuentos de su colección: Extramuros y el Motin.
EI pepenador protesta S: bulto pesa mucho más.
Extramuros Si lo sabrán sus espaldas do loridas!
Desde que tenía memoria el pai Es inútil. Otro bulto ha ocusaje era el mismo.
pado la báscula Montones y montones de basuSi éste no quiere, hay mil que ra, unas barracas medio hundidas si aceptarán en una zanja y a lo lejos, recor No estorbe.
tada en el horizonte: la ciudad.
Tristemente se dirigen hacia Desde que tenia memoria, la una mesilla donde el patrón les vida era una encarnizada lucha Hace efectivo con unas cuantas por un pedazo de pan monedas, el trabajo de todo un Más pequeño aún, con los pies dia todavia vacilantes y los bracitos ¡Qué inútiles fueron sus fatigas endebles, ya tenia que ir tras la y sus esperanzas!
madre, como un mamantón, y con la red vacía como un ayudarla a recoger los desperdipescador frustrado, se van lenta cios que la ciudad rechazaba por mente, agobiados como si aun inútiles.
llevaran la misma carga.
Le atraían las cosas brillantes: y se se van, por qué no. a la los cascos de botella, los mosaicos taberna floridos y las corcholatas plateaA embriagarse para vivir por das.
un momento una vida distinta.
Pero la madre, curvada por el Para soñar en todas esas cosas enorme saco que agobiaba sus es, que no pueden obtenerse con unos paldas, lo obligaba a recoger cuantos centavos.
hilachas; siempre largas desga Sin saber que el alcohol siendo rradas y sucias, testigos de quién Chintas de palo complice del enemigo, destruirá Madera de de sabe qué tantas miserias e igno sus fuerzas y minará su voluntad.
minias; papeles arrugados y ama Pero cuando hay fatiga. Se rillentos que se diria que nun así había que trabajar, asi henchida, van siguiendo la anpuede pensar en estas cosas?
ca estuvieron en manos humanas, habia que hacer el separo. gosta huella que marca el cami por la noche, regresan a las ni fueron carne de los árboles ni Botellas y vidrios por aqui; pa no que va a la ciudad.
barracas, más enfermos, más can pregones del pensamiento. peles, cartones y trapos por aca; En la entrada, como centinelas, sados y a la luz vacilante de un Cuando la preñez del saco era latas, láminas, allá.
Se encuentran muchas fábricas de mechero, remiendan sus redes pa insoportable, ibanse a la barraca Una enjugada al sudor que ya estructuras lecias, sus techos in ra ir nuevamente a pepenar hila.
a hacer el separo.
escurre por el cuello.
clinados y sus negras chimeneas chas en los tiraderos, La casucha era chaparra y so Papeles, cartones, anuncios, una parecen amenazar a los que se Desde que Jaimito tuvo memonora, el viento arrancaba sonidos cartelera de teatro, tiesa aún de acercan.
ria, así fué la vida.
inexplicables a ias innumerables engrudo y de caliche.
En una de esas fábricas se com veces un hecho insólito romlatas que formaban el techo y las La lengua no alcanza a hume pran los desperdicios.
pia la monotonia de los días y paredes por donde el sol y la llu decer los labios resecos y caldea Pero han llegado tarde.
daba conversación para un buen via incursionaban a su antojo. dos. de regreso de la fábrica Una larga fila de pepenadores rato La barraca estaba recargada en habrá de traer un viaje de está formada frente a la puerta Un grupo de traperos gesticu un zanjón de donde antaño se ex agua.
de la oficina lando sobre un bulto daba la trajo barro y ésta era la única Papeles, programas, manifies Un coro de maldiciones y cu clave.
parte que ofrecía verdadero abritos, propaganda política, todo re chuflutas les da la bienvenida. Jaimito corria olvidandose de la go.
vuelto se apretuja en el gran saco. No hacen caso. cuenta y hasta de la red.
Además estaba cuidada por una Se hace tarde. y en la fá Siempre es así.
Su madre lo seguía con pasos perrilla pajiza, encanijada, agre. brica sólo compran hasta las cin Cada uno de ellos es un veci. trabajosos siva y de una fecundidad inso co.
no, es un compañero, pero es un Casi siempre era una criaturita lente.
Papeles, una caja de zapatos enemigo.
pequeña y sonrosada.
Cerca agrupábanse otras casu aplastada una revista La vida, el estómago los hace Rubia como las muñecas de la chas semejantes hasta constituir Jaime la aparta, quiere escon desconocerse en el preciso mo jugueteria un pequeño poblado.
derla bajo los costales que for mento de ganarse unos centavos. Envuelta en trapos de seda y Los insultos siguen cayendo ca. con azules estrujones en el cuerEl sol jugaba con el reverbero man su lecho, pero su madre la ha visto y de las láminas contribuyendo a arrebata de sus ma mo un aguacero.
pecito La madre los contesta mientras nos.
Jaime no podía explicarse cohacer insoportable la vida. No era Esconder ese cuaderno cuan acomoda su red sobre la ban el sol brillante y recién bruñido do es tan grande y debe pesar queta mo los podían matar siendo tan bonitos.
de los balnearios de las playas de bastante Poco a poco la gente se va car El que era de cabellos ásperos verano, sino ese sol igneo casi li llora silenciosamente. llando, hasta que llega otro pepe tuvo una madre que lo cuidó.
cuado que gotea la desolación Un revés ha completado la ob. nador y entonces la emprenden Como le habría gustado en sobre los parajes y la inercia so servación maternal.
con él contrar una criaturita aún viva y bre los hombres.
Luego, a cuestas, con la Ted así van avanzando lentamen. llevarla a su casa y jugar con