Capitalism

REPERTORIO AMERICANO 127 Una viejecita española Un consejo de Paul Groussac: El arte es la dificultad: jóvenes, desconfiad de los recursos faciles!
De El Sol. Madrid Quisiera erigir, siquiera fuese (limitado por mis pobres medios) con peña natural por zócalo, con leño casi informe por estatua, un monumento a cierta viejecita española. Supe de ella por uno de los mayores artistas catalanes, hace ya un cuarto de siglo. He contado mil veces el sucedido; pero los dias, los años pasan, y no hay modo de que se agote la actualidad de una frase inmortal asomada un dia, sin conciencia de su tremendo valor representativo, a aquellos dulces, angustiados labios marchitos. No sin motivo vuelve a mi mente la pertinaz silueta.
La reacción española, que por lo que se ve no renuncia a dar juego, vive de la fiereza de garras mal limadas: pero también de la congoja pavida de muchos infelices, fieles a su propio mal, porque lo prefieren a la orfandad y desorientación que los sobrecogería en cualquier cambio posible Los tales, muy a menudo son, en lo económico, víctimas en parte de España de una supervivencia feudal mal disfrazada de capitalismo, y en lo político, victimas otra vez, partecillas fácilmente convulsas de esos pánicos manufacturados a que recurre con insistencia el cruco reacionarismo español, horro tal vez de cualquier otra vocación.
Pero es inútil que yo intente preparar con una sarta de palabras la inteligencia de lo que mi viejecita genialmente dijo, porque nada hay más claro y penetrante que su cuento y su dicho Iba mi anciana todos los dias, con su sillita de tijera, a una nobilísima catedral; oía su misa, ofrecia al Señor la limpieza de su alma, departía con sus difuntos. Fiel a su fe, fiel a sus recuerdos, éralo también a su rincón. Los colores de un ventanal llegábanse a ella mágicamente para yacer a sus pies.
Interrumpía torpemente la perspectiva de la catedral el coro, intruso en el centro de la nave Según la buena liturgia, siéntase el prelado en silla perenne y de piedra, en el fondo del templo, no a un lado del presbiterio y en mueble de quita y pon. Los canonigos, haciendo honor al obispo, colocanse a uno y de er en más bajo asiento.
Pero en una época en que muchos prejuicios de casta se sobreponían a la mansa humildad, levantaron los canónigos su fortaleza en el corazón de la catedral, poder contra poder.
Por más riquezas artísticas que puedan ostentar esos coros centrales, en pura arquitectura, constituyen un adefesio. Por fortuna, en la catedral a que me refiero, el coro Cra de tal indigencia artistica, que no fué imposible abatirlo y devolver a la estructura ojival la elegancia y holgura de su diseño ininterrumpido.
un buen dia mi viejecita vió a su catedral limpia de vallas de madera que habian protegido el derribo del coro, limpia también del estorboso recinto, del engorro a que sus ojos estaban acostumbrados. Halló celante de si espacio, mucho espacio, y se sintió como amedrentada, y su primer impulso fué casi el de buscar un escondite. en su desamparo, dijo a otra devota que con rara tranquilidad pasaba las cuentas de su rosario. Dios mío. dónde voy a poner ahora mi silla de tijera?
Sabrosa la lección de Don Marco Fidel Suárez, el insigne escritor colombiano, en los Sueños de Luciano Pulgar. Cojamos algo: Justino. Quién es Licisca?
Luciano. Licisca? Pues la fiera más terri.
ble en el género de los canes, tan tremenda que ha alcanzado la inmortalidad, quedando pintada con ese nombre en la égloga tercera de Virgilio, al lado de Palemon entre Menalcas y Dametas. Mira que vivir en un poema de Marón es vida más segura que la estatua mas perfecta y mis sólida, porque aunque esta pudiera divisarse desde mucha distancia, los versos del vate de Mantua, escritos sobre ut breve y frágil volumen, se alcanzan a ver de todos los lugares del mundo y se verán para siempre. Oh grandeza de la gloria que inmortaliza a hneas y también a Licisca, perra formidable, perra capaz de haberselas con tigres y leones!
Maragall y Novalis José Carner Noticia de libros (Registro semanal, extractos y referencias de los libros y folle tos que se reciben de los autores y de las Casas editoras. Viene de la pagina 120 ga a éstas que la dejen hilar. Ellas le franquean de mal humor la entrada y le señalan unos grandes montones de hilos antiguos para hilar. Pero ten cuidado, le dicen; que si hilas perezosamente o si se te rompiere el hilo, todos se te enroscarán en el cuello y te estrangularan. Fábula coge un puñado de hilos, se pone a manejar la rueca el huso, y alegre y contenta empieza a hilar tarareando una canción en que leemos las mismas súplicas y los mismos conjuros que la exasperada Adalaisa maragalliana dirige al poeta. Las almas responden a las invocaciones de Fábula, y entran en la caverna un sinfin de lucecitas que se trasforman en monstruosas larvas y, finalmente, en figuras humanas Las afinidades entre Novalis y Maragall no se limitan al terreno de la especulación intelectual. Es preciso conocer ciertos rasgos profundos de la fisonomia intima de uno y de otro poeta para tener la impresión justa de la fraternal semejanza entre esas dos almas. Novalis, como Maragall, tenia un enamoramiento tan profundo y entrañable de la belleza de este mundo, que ésta le bastaba para sumirle en un continuo éxtasis de beatitud. La confesión que forma el tema inicial del Canto espiritual de Maragall: Si el mundo es tan hermoso, Señor contramos reiteradamente en las páginas de los libros de Novalis. La tierra me era tan cara. escribía él a una amiga algunos días después de la muerte de su amada Sofiaque yo gozaba por anticipado las escenas de felicidad que estaban a punto de producirse en mi vida. en un pasaje de Enrique de Ofterdingen escribe: El mundo superior lo tenemos más cerca de lo que pensamos, y ya aqui vivimos en él y lo vislumbramos, intimamente entretejido en nuestra naturaleza Libros venezolanos: donación del Encargado de Negocios de Venezuela en Costa Rica, don Mario Briceño Iragorry: Rafael Caldera Andres Bello. Ensayo. 1935 Victor Manuel Rivas: El puntal, comedia dramática en prosa, dividida en tres actos.
Caracas, 1933 Lecturas Venezolanas. Selección y no tas de Mario Briceño Iragorry. 24. edición.
Caracas 1930.
Son páginas literarias de escritores nacionales, antiguos y modernos. Muy itiles y muy interesantes.
Dr. Caracciolo Parra: Filosofia Univer sitaria Venezolana. 1788 1821. Caracas 1934 Boletin de la Academia Venezolana.
Correspondiente de la Española. Diversos números. Anos I, II y III.
Abbé Chauve Bertrand: La question de Paques et du Calendier.
Preface du Rme. Dom Cabrol.
Del editor Gustavo Gili: Norman Angell: La paz y el pueblo. Traducción de Antonio Llano, Barcelona. 1936.
Es el tomo de la Biblioteca Interamericana. Dotación Carnegie. Nueva York. De la Editorial Zapata, Manizales, Colombia: Diálogos en otros mundos, por Félix Restrepo, la en terrena Cortesia de los editores: En las Ediciones Ercilla, Santiago de Chile: Andre Maurois: Nueve maestros ingleses. Magiciens et Logiciens. Traducción de Hernán del Solar. Santiago de Chile. 1936.
El milagrero. Novela. Por Luis Maria Albamonte. Santiago de Chile.
1936.
En Les Oeuvres Françaises, Paris: Otros libros y folletos: Opiniones. Algunas opiniones sobre la labor revolucionaria del Lic. Tomás Garrido Canabal en Tabasco.
Corte Electoral. Montevideo: Jurisprudencia Electoral. Estractos, transcripciones e indices de las sentencias de la Corte Electoral. Montevideo. 1931.
Algunas ideas sobre la futura organización de la Ensenanza Superior en Centro América. Conferencia. Por Jose Maria Peralta. San Salvador. Julio de 1936, Esta fraternal afinidad entre el poeta catalán y el poeta alemán reposa en el amor mistico con que uno y otro miraban el mundo, faz resplandeciente de la hermosura increada. Maragall hubiera podido explicar su intima propensión a la felicidad con aquel pensamiento de Novalis: Todo objeto amado es el centro de un paraíso.
Extractos y otras referencias de estas obras se daria en ediciones prusimas.
Barcelona, 1956