REPERTORIO AMERICANO 211 su Pero esta resolución estaba ya licidad por medios persuasivos o a sus gentes, no resultarán inúti. sus semejantes a la categoría de implícita en su obra eterna. Re evangélicos, termina por creer en les o perniciosas. Más tarde debió bestias.
chazando el arte puramente des. la necesidad de forzarlos. Sus per de convencerse de lo contrario, el No sabría yo explicar por qué criptivo, habia tratado Gorki de sonajes no serán jamás capaces alma y los sufrimientos de sus magia del arte ha logrado este esexplicarse en todo momento la de buscar su bienestar por las descamisados, expuestos con toda critor que sus narraciones sean a razón y esencia de los fenómenos buenas, siglos de falsas predica la crudeza y el vigor de que es la vez que un documento humano que le mostraban su insaciable ciones les han inutilizado para la capaz un gran escritor, vinieron tan violento y descarnado, piezas curiosidad. Su arte es, en gran lucha por su propia liberación a ser fuerzas inductoras de rebel. poéticas que han leido y leen parte, la lucha de un alma ente preciso es, pues, forzarles, impo dia todo el mundo. Viendo aún, con gusto hasta muchas ni.
nebrecida por salir de las som nerles por la fuerza que luego aquella sociedad, volvíamos los nas mimadas y todos los intelecbras. Todo lo contrario de un es la fuerza de una voluntad po ojos a la nuestra y le hallábamos tuales del mundo. lo que era Dostoyewski (cuyas Pobres Gen pular mayoritaria la felicidad a muchas semejanzas; lo que había más dificil que le lean sus pertes. dice uno de los personajes que aspiran, pero que son incapa sido un sobrellevar cotidiano de sonajes, los descamisados y misede Gorki, son fantasmas más que ces de procurar por sí mismos. miseria, resultaba novedad can rables. En España le han leido personas reales. busca siempre Tal resolución, nadie sabe cuán dente que obligaba a pensar: el hasta los gitanos. Por los lugares la emoción en la claridad meri dificil es para un vagabundo. Hay novelista ruso venia a descubrir que yo he andado, en Europa y diana que, de tan candente, so que aceptar una responsabilidad, nos a nosotros mismos a cientos en América, le leiamos los trabrecoge y ofusca. No podia cegar cuando todo nuestro pasado ha de leguas de distancia.
bajadores y los vagos, los fijos y se el hombre acostumbrado a tan. sido de irresponsabilidad; hay que Al Gorki meramente novelista, los emigrantes, con una afición ta luz vital ante el vibrante es sostener con tesón una posición sin tendencia aparente, sucede el que pudiera parecer morbosa, sipectáculo de la nueva sociedad combatiente, cuando a lo largo Gorki publicista y político. Su in. no fuera porque al cabo de cada rusa, ni juzgar de conjunto de los años hemos aprendido a quietud le impulsa a experimen lectura nos sentiamos más distin(como hizo Istrati) por simples buscar la liberación por el aban. tarlo todo. Saturado de violentas tos de sus héroes. no era que detalles anecdóticos. Su actitud es dono del deber; hay que seguir emociones vitales, busca siempre ros separáramos de ellos por reun magnífico ejemplo para cuan. una linea recta y única, cuando nuevos campos de exploración. pugnancia: era que las ideas del tos por razones de nuestro géne todas nuestras andanzas están lle. Pero desemboca siempre en el autor, comprendidas en la narra.
ro de vida, hayamos podido sufrir nas de curvas, fugas y sinuosida mismo terreno: el trabajador, el ción, expuestas a veces por él y el cáncer de la duda, la droga des torturadas: quien como Gorki oprimido, el paria, el explotado, otras por algún personaje, y desenervante del escepticismo. Nos a logrado vencer estas gravita el prisionero, el abatido, son su arrolladas con la ardiente lógica bastaría tener fe en él, creer en cio del pasado es, por sólo eso, un preocupación constante. Puede ser del drama, habían tenido por lo la bondad de su resolución final ser extraordinario. Gorki ha el publicista que expone abierta menos la virtud de insuflarnos para que, llegado el momento de sabido ser, por último, constantemente la necesidad de crear una una rebeldia y una conciencia co1. decisiones, tomaramos el mis. en la afirmación como antes io nueva sociedad o el novelista que, lectiva de que carecían sus väga.
mo camino.
había sido en la negación.
por la fuerza misma de su arte bundos, medida que Gorki avanza en Por la negación, por la humi. y por la exposición de sus perso así se han ido animando los su obra se acentúa más en él la lación de sus héroes, ha llegado najes, implica esa misma necesi caidos, así se han unido los povoluntad de tomar partido. No im este escritor a su liberación. Hu dad. Jamás escribe por escribir, bres, así se han levantado los suporta de que se trate, toma siem bo momentos en que llegó a du. por entretener al lector desinte misos. La obra de Gorki ha teni.
pre partido. Se separa más más dar de su propia labor. En uno resado o por halagar al lector do una enorme influencia en la de sus personajes; los desplaza de sus cuentos refiere como sus morboso: detrás de cada página rebelión de la conciencia proletados, los fracasados no pueden ser personajes le asaltan de noche y se descubre una intención Social: ria su imitación brotaron por para él sino modelos negativos, le acusan de deleitarse en sus mi.
el rebelde, el inconforme, el comtodas partes narradores de misedemostraciones palpables de los serias, añadiendo torturas imagi batiente están siempre en sus vorias y violencias, de truculencias vicios de una sociedad, de la mal narias a las muchas que ya por ces. Hasta sus propios personajes guras; a la mayoría les faltó lo y dolores, de crueldades y amardad de una clase, de la monstruo el simple hecho de vivir estamos sidad de un régimen. Animado de condenados a padecer. Gorki rom se nos figuran, más de una vez, que ha sido la verdadera esencia una profunda simpatia humana, pe lo que había escrito aquella meras imágenes para hacer llegar de tu da su obra: la intención polide un deseo de hacer feliz a la noche, y se pregunta si el ham al pueblo una verdad palpitante, tica y social; su propósito de mohumanidad, desengañado de la bre, el frío, las violencias de todo la verdad insoportable de una cla ver removiendo los fondos emocioimposibilidad de conseguir esta fe. orden de que ha hecho víctimas se de hombres rebajados frente a nales, el hombre a la rebeldía. Cuantos malhechores vemos así!
Habia en este señor Eugenio Bar todo el ho.
rror, todo el terror humano, toda la absurda crueldad, toda la bárbara y estúpida terquedad que reunidas en un mismo ser humano habia conocido José en su clase de Historia Universal bajo la famosa marca de fábrica de los antiguos romanos.
Estos señores históricos que atendian por antiguos romanos y que equivocadamente eran designados muchas veces con el nombre de estoicos, no eran sino grandes propietarios de espíritu conservador, capitalistas sin escrupulos y explotadores de esclavos que se hacian famosos sacrificando a sus propios hijos en su brutal obstinación, o saciando su encono en el estrago del pueblo, a quien llamaban desdeñosamente la plebe. y vertiendo su sangre preciosa. Pero escalaban las más altas cimas de la gloria lanzando rebaños de hombres inculpables y ganosos del goce de vivir, contra otros rebaños de adolescentes, igualmente inocentes y joviales, a quienes llamaban los enemigos. y hacian luchar a unos con otros en el mayor número posible, mientras ellos, los grandes hombres, los héroes, los generales lejos de la matanza, en magnificas tiendas, recibian o despachaban a miserables sicarios que llamaban mensajeros. o ayudantes. esto continuaba hasta que uno, sin duda el más inteligente de los miseros tropeles juveniles (constituidos las más veces de pobres hijos de labriegos, poetas como Horacio que se hizo famoso arrojando el escudo. malhechores sin trabajo, simpáticos aventureros y, en fin, hombres sencillos e ingenuos, de esos que se llaman patriotas. entraba al fin en razón, y volviendo las espaldas, echaba a correr cuanto podia en su sano instinto de conservación, dejando al adversario quieras o no quieras, dueño del campo, y, por ende, triunfador y glorioso.
Uno de aquellos sicarios, uno de aquellos verdugos llamados ayudantes, se lo venia luego a anunciar al general en jefe, un señor entrado en anos, por lo general impotente, calvo millonario. si éste ordenaba diezmar a sus propias tropas porque, rendidas de fatiga, no habian perseguido al enemigo después de la batalla o no habian acuchillado a conciencia a los prisioneros caídos en sus manos, jahl, entonces este señor de tan gran sensibilidad entraba en la categoria de los antiguos romanos y se convertia en el favorito de la mentirosa ramera Clio y de los profesores del Instituto mal avenidos en su matrimonio, que presenta ban al personaje como un héroe y un modelo ante los ojos asombrados de los muchachos. De HERMAN KESTEN; en una novela que hay que leer: José busca su libertad. Ediciones Hoy, Madrid, 1981. Bicarbonato de Sosa Erba para las malas digestiones Representante: EUGENIO DE BENEDICTIS