REPERTORIO AMERICANO 32 La sequía Muy parecido estaba a uno de rada indiferente, por eso no se esos tocadores de ocarina en plelo habia dicho. El no sabia que dra que hicieron sus antepasa(Cuento)
iba a tener un hijo. Se quedaria dos por siempre sin saberlo. El emSin moverse, pasmado, horas y Por CARLOS SALAZAR HERRERA barazo estaba a la vista. El podria haberlo adivinado si se hubiera horas, en cuclillas.
Envio fy madera) del antor. San José, Costa Rica, Julio del 30 Piedra con musgo era asi su puesto a mirarla. Pero el indio no cara, al reflejo de las matas que la miraba todavia podian ser verdes.
La picada se prolongaba re Al reflejo de las matas, junto a verberando calor. Larga y fea plla entrada afuera, estuvo siemcada como vida pre el indio echando raices y el ¿Y si lo supiera. pensó la corazón también india iluminada la cura con lumA fuerza de estar ahi. 21 incio bre de ella misma. Si lo supiera?
habia cogido el color del ran ¿Tal vez si lo supiera?
cho y paró la huida Tal vez lo esta El rancho en el vientre de la esperando. empezó a caminar, montaña, seca por la sequia, fue ahora con dirección al rancho volviéndose sonoro, tan solo por Caminaba ligero, más ligero.
que habitaban los grillos.
Corria. Lo desanduvo todo. QueRancho horquetado, amorras bró las hojas arrugadas que sode bejuco, hojas de plátano, cornaron como campanas pequeñiteza de palmito y tierra.
simas o latidos. Qué corto es el Adentro estaba la india con camino!
panera. Charco de agua clara De allá lejos, cogió la casa con de esos que repiten a la luna, era los ojos. Afuera estaba el indio, por dentro la india. Cosas de como lo habia dejado. Seguia la montaña!
parecido a los tocadores de ocaNo llovia.
rina en piedra Se cansaron los yigüirros de En cuclillas. Piedra con mus pedir agua go. Junto a la entrada afuera.
Cayeron Ins hojas de todos los Echando raices. Color de rancho árboles grandes Mudo, y el corazón Entre la tierra y el sol se beLlegó la india con miedo. Como bieron el rio.
una de esas perras sin dueño que Hojas, hojas, hojas, hojas.
van a robarse una tajada de carAmarillas las hojas que no pudie ne. Tuvo miedo. Temblo.
on sostenerse mis Hojas se el indio sin moverse cas en todos los rincones de la La mujer tragó un puño de va selva Secos los bañaderos de los lor y se lo contó todo. Se lo dijo chanchos y el sexo de las flores en una sola frase y esperó el efesSin agua los bejucos de agua y to. Esperó un instante demasiala cortadura de los arroyos. Se cas las narices de los animales Cómo dura el silencio!
Un corazón y secandose otro lencio. Un poco de ternura para Huia la mujer, despacio el pa El indio empezó a sentir una La india fue saliendo del laaacortar las horas. Alguna vez so. En las hojas arrugadas se le alegria millonaria de gozo.
cho a pasos torpes. Se detuvo una sonrisa para dar color al hundían los pies hasta los tob. Toda la vida lo habia esperado.
Miró al Indio. Miró al rancho rancho. Quizás una caricia. llos y en el pecho una congola Iba a abrazar a su india con Miró la picada camino ascua de Pero no. era mucho pedir. le subia hasta los ojos.
su indiecito. Quiso decir lo que montaña Miró otra vez al in El indio y la india no se poNo quiso ni pudo dejar al indio, al indio su hombre. Se acer dian encontrar donde se hacen dio cuando vio a los manigordoc No no podia decir. Quiso reír, gritar có a él, hasta tocarlo con las ena uno solo los caminos pero ahora si Ahora que es Quiso abrirse con las manos el guas. Esperó. Espero pero el intaba para tener un hijo! Ahora pecho para que ella pudiera ver dio no abrió la boca. No la miTiempo atrás, una vez que iba si abrazó la huida con todo el lo por dentro. Quiso darle las raba. No se movia. La india se cuerpo la india por el interior de la sel dió a caminar. Huyendo depa va, halló a mirar a un manigorgracias. Pero nada dijo Huia, con un miedo pánico de Quedó inmóvil, con la cabeza cio, muy despacio Alli quedó el indio. La cabeza do con su hembra. El macho 1a que aquel hombre fuera a aplaz metida entre las rodillas.
El indio no podia hablar No incrustada en las manos Las mia la piel de su compañera, se tar al Indiecito con una mirada restregaba contra ella, daba sal indiferente. Eso si que no! No estaba en él. Era cerrado con la manos amarradas sobre las ratos, la miraba acercábasele es queria tampoco a su hijo para sequia adentro. Asi lo habia pa alllas, apretando la cara.
tilizando ondulaciones en el lo ella sola. Queria compartirio rido su madre.
El silencio abriase alargandomo moteado a negros. La hen pero por partes iguales. Queria La india torno a huir montase en el rancho que se fué pare bra contestaba agradecida con dividirlo en dos cariños para que na adentro ciendo a rancho en donde no vi igual ternura en las pupilas se tocara media tristeza y media El indio todavia quiso llamar ve nadie vein. Después, después se echa alegria para cada uno. Era de la, pero la voz no le salia LevanElla se lo habia dicho. Le haron juntos y todavia se pro liga masiado para ella sola!
tarse, pero tenia los pies con rab bia anunciado que se iba por ban Dios mío, se han secado 10ces siempre, porque ya no podia La india comparando vio que dos los rios!
Quedó sentado de cuclillas, más. Porque él no la miraba el indio no era asl.
mo los tocadores de ocarina porque no le hablaba porque no Porque el indio no fuera a Quiso mirarla, pero vio turbio.
In queria. Porque aquel silencio aplastar al indiecito con una mi¿También se estaria haciendo le estaba doliendo como una úlciego?
cera Se restregó los ojos. Estaba su El quiso decirle algo, pero coLa cita es de Julio Puyol, traductor del Elogio de la dondo. Miró de nuevo, ahora veic mo jamás nunca dijo, esa vez Estulticia, de Erasmo, 1917 claro, luego comenzó a empatampoco. El indio no sabia defarse nuevamente la figura de la cir, no le salia, no estaba en él. ni para que algunos letrados y hombres plos aconsejasen a india huyendo del siencio. la indir queria eso: un poco San Ignacio de Loyola la lectura del Enchiridion, según cuen Aquello no era sudor. Aquello de palabras para asustar el sita el padre Rivadeneyra.
le salía de los ojos.
do largo pudo