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EDITOR: GARCIA MONGE CORREOS: LETRA En Costa Rica: SUSCRICIÓN MENSUAL: 00 REPERTORIO AMERICANO 100 Exterior: ΕΙ 00 o. am.
SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA El suelo es la única propiedad plena del hombre y tesoro común que a todos iguala, por lo que para la dicha de la persona y la calma pública, no se ha de ceder, ni fiar a otro, ni hipotecar jamás. JOSE MARTI.
Giro bancario sobre Nueva York.
Cómo сопосі André Malraux barry, porque Todas a Por MARIA TERESA LEON De Todo. México, Los franceses no tienen de la guerra el mismo pensamiento que los alemanes. El niño alemán juega a matar niños franceses con sus puños desarrollados por la gimnasia, y el niño francés se conforma con repetir la palabra boche, que oyó a su tío excombatiente y tal vez Croix de Feu. Son dos odios distintos. Francia tiene en este momento, dentro de su geografia metropolitana, muchos millones de hombres que se niegan a odiar: es una posición de conciencia. Sus es.
critores más preciados dan la pauta. Antes, cuando ciudadano francés apenas si retiraba sus pantuflas del fuego para viajar, el viaje era una aspiración interesante, una postura literaria. Mon enfant, ma soeur.
Los países lejanos, conocidos a través de lecturas, no hacían salir de sí mismos a los franceses. Su sentido de universalidad era de signo inverso. No sacaban lo suyo al sol, sino que entraban los demás dentro de su ciclo de cultura. Efectivamente, el siglo xix es afrancesado. La más horrible de las cocotte movía su su peluca, como Madame de Duque se había creado en la Ville statiny Lumiére.
y todos descendientes de los grandes siglos, cerebros del Universo, que Andre Malraux cuando necesitaban distraerse con el mundo exótico lo trasladaban a Ditulo de Folinsky laban a Paris en cajones e inauguraban una una exposición Pero luego cambiaron las historias. Los franceses ilustres descubrieron las islas. Gauhotel. Es un muchacho alto. Pudiera pareguin pintó las ingenuas bellezas asombradas cer guapo, con su pelo negro, que se le desde Taiti. Más afortunado que los poetas de maya sobre los ojos, porque el tic casi conantes Baudelaire no pasó de la isla de San tinuo de su cabeza hace fracasar a todos los Mauricio, abrió el camino de las inofensivas inventores de cosméticos. Su mujer es jusombras blancas del arte, que no cambian día alemana. Su mujer tiene la inteligencia sus bicicletas usadas con los buenos francos en los ojos terriblemente agudos. Es un comganados por los indígenas. Todo esto hizo plemento no circunstancial, sino absoluto, en escuela. El francés se vistió su traje de viala vida de Malraux. Juntos han tenido una jero, nunca tan correcto para el polvo como hija, comprado una avioneta, descubierto la el de inglés. Aparecieron chaquets de ciudad de la reina de Saba. De esto último profesores touloussains entre las viejas cateno están seguros en la certeza tomistica del drales de España y persiguiendo a las alemadedo sobre la llaga; pero eso mismo nos hace nas de pies deformes, se sentaron los jarinclinarnos en su favor y desautorizar a los dines italianos. Jugaban los niños franceses, arqu atqueólogos. Qué sabrán esos señores poly alemanes juntos en las playas del Norte.
vorientos que los poetas no puedan descuEl odio se desvanecía con el conocimiento.
brir? Estaba pensando todas estas cosas en ¡Pobres soldados que siguieron el engaño del el hall del hotel Metropoli, mientras elegia capitalismo internacional! La era del viaje unas fotos de nuestra llegada a Moscú. Alse inauguraba cortesmente.
guien, creo que Jean Richard Bloch, el magni.
Como un francés es ante todo un escritor, fico y sonriente amigo y escritor francés, me llamaba con su acento campagnard para prelos viajeros quisieron, al volver, contar su itinerario artístico. Se encontraron sentarme: André Malraux.
entre asombros que, desde Merimée, cualquiera haEn la mano de la mujer de Malraux lubía recorrido España, y que los paladares de cían las bolas azules, más azules que he visla postguerra no aceptaban el segundo plato. to en mi vida.
Sus cálculos aritméticos de cotizar sus im Son collares de barro, que llevan los bupresiones frente a la Alhambra o la torre de rros en Persia. Amuletos contra el mal de Pisa se les quedaban reducidos a polvo. Era ojo. Si son blancos, el efecto sobre el cuello preciso andar más, seguir adelante por las de las bestias es casi humano.
rutas marinas y desembarcar en los mares Así, por la muñeca, como dicen los Santos lejanos donde el francés se vuelve suave haPadres que puede entrar el Maligno en los blar diplomático. allá se fueron. El viajero más tipico fué Paul Morand; el periocuerpos de las muchachas, comenzó nuestra dista más avisado, Phillipe Soupault; el es amistad critor más consciente de su cometido, André El Congreso de Escritores Soviéticos nos Malraux.
reunia diariamente. Los escritores rusos Conocí a André Malraux en el hall de un guardaban para el talento de André Malraux las mejores frases. Su último libro, la evasión a la muerte por la acción y la Revolución, llamado La Condition Humaine. des.
velaba a muchos escritores. Era o no e. a marxista la teoria? Meyerhold comenzaba a estudiar un montaje de teatro sacado de la novela. André Malraux decia en el Congreso, con su voz admirable de Camilo Desmoulins antes de la Revolución Francesa. Se ha dado confianza los obreros, a las mujeres, a los niños, y ellos han respondide como los mejores. Por qué no se da confianza al escritor?
Todo era inquietud, actividad y trabajo para los delegados escritores. Después, cada uno voló sobre una ruta. André Malraux aterrizó en los llanos inmensos de Ucrania Visitó las ciudades antiguas y los campos agrícolas modernos. Contaba al volver. En Rostov, cuando llegamos, sólo había en la plaza desierta una altavoz, gritando desesperadamente: Laváos los dientes por la mañana, al mediodía y a la noche!
La gracia soviética de lo inesperado le ganaba por momentos. He aquí la vida nueva!
Mientras, Jean Richard Bloch, viajero francés que Sur un cargo nos contó el Senegal, me comentaba por lo bajo. Son horribles las desilusiones de los libros. Yo había leido Les conquerants de André. Me figuraba que Borodin, aquel maravilloso jefe de los chinos rojos, era efectivamente un caudillo bueno para los siglos miticos.
Anteayer me invitaron a una comida. Yo oía el nombre de Borodin. Hable con todos los comensales sin encontrar mi héroe. Cuando, desperado, interrogue a un hombre que tenia junto a mi, me contesto sencilamente: Soy yo. Era, sin duda, el que me había parecido más vulgar.
André Malraux es un francés que ha vivido en China. Pertenece a los grupos actuales de hombres libres que buscan la liberación revolucionaria del mundo. Voló sobre Arabia y Persia. Es amigo de Rusia, Francia le considera como uno de sus primeros escritores, y Francia es demasiado inteligente para rechazar a uno de los suyos pur el color de sus ideas. La Condition Humaine ganó el Premio Goncourt.
André Malraux yo no congeniamos mucho. Me ponía nerviosa su forma inquiets de moverse. Además, es tan absorbente que sus viajes parecen tener más importancia que los de Marco Polo Tiene la petulancia del gallito viajero francés. Mi pobre Jean Richard Bloch quedaba oscurecido, su viaje al Senegal era una aventura para un estudiante en vacaciones. Bueno; yo también estuve en el Senegal y no me creí obligada a escribrir un libro. Pero un francés hace siempre mucho mejor sus cuentas que una españo.
Por todo esto me juré no escr. ir sobre An.
dré Malraux. Le entusiasma ser adulado.
Una inglesa hubiese sostenido su juramento Como no lo soy, me encanta poder desdecirme.
Imp. La Tribune