REPERTORIO AMERICANO 75 Oración fúnebre a una fábula a muerte definitiva HEHET FLINE Dafnis ama a Aleimadura. AlPor PIUL VERY cimadura no ama a Dafnis ni al Trad. y envio de Norberto Pinilla. Santiago, Chile, junio de 1936 Amor Dafnis pronto muere porque es rechazado su grande amor, legando todos sus bienes a la insensible de quien no se dice si ha recibido la herencia por no decir nada inútil.
La tarde misma del dia en que muere el enamorado, Alcimadura, libre del importuno y muy contenta de haber enriquecido se entrega a danzar con sus jóvenes amigas. Estas damiselas que parecen no estar felices sino entre ellas, no dejan de saltar y girar, con pocos vestidos, sin duda, alrededor de la estatua del dios esencialmente ciego de quien no se ha sabido jamás si es preciso desear o temer sus favores El idolo puro cae, sucumbe y aplasta la bella bajo su peso.
Alcimadura, hundida en los infiernos, forma una Sombra closa y miserable; esta nueva Sombra vuela en el acto hacia la sombra de Dafnis. Pero ahora los papeles se han cambiado, los Madera de Rosie deseos del pastor se han convertido en desdenes y los desdenes de antaño remuerden aquí abajo el alma de Alcimadura, quien fue apariencia de poema errante y como el rey Luis XIV y coro to tan desdeñosa en la tierra. Di casi invisible a la mirada de una dos los anhelos, todos los gustos, posteridad que la rehusa sin sa todo ideal de un siglo del que muriase que la muerte ha transportado de uno a otro los berla? En vano se la imprimny chas obras, aun admirables, se se la reimprime todavía cencuen hacen poco a poco de una mara tos de estos dos seres. Sobre ca da uno de ellos la rapidez de su tra de que revivir en algún alma? villosa insipidez, está bien en la muerte actúa como lo hubiese Nadie la necesita y nadie se preo condición indefinible de los trishecho una larga duración de recupa por ella.
tes pueblos de los infiernos. Son Tan muerta como Alcimadura, y no son flexiones, y el cambio de la vida en muerte les cambia el corazón, como la señora de la Mésangere, La fatal suerte de la mayor a tal punto que el de Dafnis siente haber muerto de amor, como el de Alcimadura no se suela de haber ignorado la ternura. No Cansancio mental es lugar aqui de tratar de profundizar una metafisica del senNeurastenia timiento. Ni la esperanza ni el pesar han hecho decir grandes cosas a los filósofos de ningún SraROSIE tricción o sentimien parte de nuestras obras, es la de hacerse imperceptibles o extra nas. Las generaciones siguientes las sienten cada vez menos o las cosideran más y más como productos ingenuos, o inconcebibles o extravagantes de de otra especie de hombres. Entre la plenitud de la vida y la muerte las obras conservadas, materialmente, fluye el tiempo que asegu la insensible degradación, que las altera por grados. Se debili tan sin remedio no en su subs wcom tancia misma, pues están compuestas en un lenguaje que permanece ininteligible aún y aun en uso. Pero como viene bien al orden del espíritu, ven desvanecerse una tras otra todas las oportunidades de agradar y romperse todos los soportes de sa existencia Poco a poco quienes las amaban, quienes las gustaban, quienes las podían entender desaparecen. Los que las aborrecían los que las destrozaban, los que se burlaban han muerto también. Las pasiones que exe!
taron se enfrían. Otras personas desean o rechazan otros mbros.
Pronto un instrumento de pia cer o de emoción llega a ser un accesorio de la enseñanza; lo que fué verdadero, lo que fue bello se cambia en un medio de reso en un objeto de curiosidad, pero de una curiosidad que se esfuerza por ser curiosa El aficionado a pesar de él, movido por su deber y su voluntad no voluptuosa, los visita en sus tumbas de cuero o de pers pergamino, siente demasiado que los inoles ta y atormenta más que lo que los reanima, y que les da sin esper como con pena, un sentido y valor vanos y ficticios. veces la moda, que busca siempre y en todas partes con que alimentar su mañana, encuentra algunas novedades en los sepuicros. Por poco tiempo los entreabre, extrae y pasa. Pero este ceseo engañoso no ha hecho sino desfigurar un poco más el triste objeto de su inquietud. Apenas altera ausencia No es sino un desprecio lo que puede ofrecer a las difuntas bellezas en cambio de su capricho En fin, la materia misma de las obras del espiritu, materia no propiamente corruptible, materia singular y hecha con las relaciones más inmateriales que puedan concebirse, esta materia de palabras es transformada sin transformarse.
ciones con el hombre.
bra envejece, se hace rara, se hace opaca, cambia de forma o de papel. La sintaxis y los giros envejecen, sorprenden y a caban por chocar. Todo termina en La Sorbonne Surmenage Fatiga general tiempo son las dolencias que se curan rápidamente con altera su KINOCOLA ¿Cómo explicar que vivamos antes y después del instante mismo? Nada me queda, decía una princesa viuda. No he vivido jamás sino en dos años, escribe el indomable emperador.
No somos casi nunca: pero fuimos y seremos. Nuestro cuerpo no subsiste y no se sostiene, no se defiende de perecer, sino para ser un poco más que un acontecimiento como sea, Dafnis y Alcimadura en los infiernos, el vano fantasma del muchacho huye los rodeos y las vagas excusas del vano fantasma de la niña.
Obra pálida y perfecta, pieza noble y sin fuerza; hija muy delicada entre las últimas hijas de La Fontaine, esta fábula ¿qué es sino una Sombra literaria, una Sea com el medicamento del cual dice el distinguido Doctor Peña Murrieta, que rse. Pierde sus relahre. La pala presta grandes servicios a tratamientos dirigidos severa y científicamente