Violence

866 REPERTORIO AMERICANO Los señoritos Por LUIS SANTULLANO De El Sol. Madrid.
doblarse en el caso de las arcas. pero no se quiebra jamás Los señoritos de CaTrión se doblan, doblegan y descomponen en cada prueba. Ejemplo, la del suceso del leon, ante el que huyen medrosos: el uno.
se mete bajo el escaño: el otro, detrás de una gruesa viga. y de alli túnica y manto todos sucios los saco. Como éste, otros feos momentos que no podemos registrar.
y porque siempre con risas los están escarmentanco los intantes de Carrión tienen pensamientos mitos De ahí la afrentosa y ruin venganza de Corpes, donde maltratan y abandonan a las hijas del Cid, después de quitarles los mantos y pieles, dejándolas en camisa y bila.
De eseñor a señoritos hay más que la merma de un diminutivo. Es como si aquequella palabra, acometida de neumotorax naturalperdiera su volumen de nobleza y se quedase en piltrafilla El señor tiene el ademán abierto para woger y servir. No pide, sino que ofrece a los demás, a la comunidad, pues se lo man da su generosidad. Por esto no son sinonimos señor y rico o poderoso. En la últina pobreza puede haber señorío y dignidad El señor, pobre o adinerado, tiene alta la irente e ignora lo que sean doblez y deslealtad No asi el señorito. para quien la vida es una invitación a encaramarse sobre los Otros y patearios, si llega la ocasión. La voracidad ingénita le lleva a tomar como sur ya lo que es del bien común y a desdeñar las normas de convivencia social. Lo how rni. amos excesivamente llamnandole epicured pues no pasa de ser un dilapidador superficial. Tampoco ha de asimilarse el senorito al vago, ya que en este cabe la contemplación, y hay santos en los aitares cuya existencia fué una divina vagancia consumida por dentro. Insolidario e insenable. ol señorito se da en todas las capas sociales, lo mismo que el señor. Por eso hay senontos chulos, chulos señoritos, flamates señoritos pistoleros, indocumentados o con buena cédula, señoritos granujas de casino o de bar.
No son un producto de hoy los señoritos pues entre los denunciables en la Historia puchéromos señalar ya a los infantes de Ca.
rrion. Bien lo sospechaba el mismo Cid el gran señor castellano. al solicitar el Rey para ellos la mano de sus hijas doña Elvira y doña Isabel no podian hablar dona Elvira y doña Sol.
Ea el robledal de Corpes por muertas quedan las dos Todavia el cantar alude al ceñudo desso contra el generoso Abengalbón: Cuando ves tantas riquezas como el buen moro Agua de azúcar Madera de Emilia Prieto sacó, al. entre los dos hermanos urdieron la traición En otros lugares del poema utilizamos la magnifica versión de Pedro Salinas queda patente la nobleza del Cid; asi, cuando deja libre al conde Ramón después de vencerlo. El conde, mientras cabalgaba, mira hacia atrás receloso: Miedo tiene porque cree que el Cid se arrepentira: por todo el oro del mundo Mio Cid no haria tal Cuando lo oyo Mio Cid, aquel buen Campeador un rato muy dilatado pensativo se quedó. no lo haría por ser un auténtico señor un caballero de rudeza guerrera, cuyo eje espiritual es vastago de acero que puede En esa su vacilación, consul a a los migos leales Minaya y Pedro Bermúdez, y cuando ha de inchnarse ante la voluntad del Rey, le dice: INDICE vos me casais a mis hijas no soy quien las casa yo.
La codicia de riqueza y goces les movia al atropello de toda noción moral. Los dineros no se guardaban en cajas fuertes de Banco, ni en carteras hinchadas de poslbles negocios. Los infantes de Carrión no podian estraperlizar. claro es, sino ensayar los recursos de violencia que también y tan bien conocemos hoy. De donde deducimos que un salto de varios siglos, desde las alturas del siglo xii, puede no descrismarnos al caer en tierra blanda y de pie.
Ya cerca de nuestros dias habla Colmeiro de otros señoritos y de que el oclo corrompió las costumbres, y hubo caballeros de milagro e de mohatra que andaban en hábitos de hombres de bien y hacian joyeles de oro y ropas de seda y no tenían otra ocupación sino jugar y hurtar. No añade que gobernasen además; pero está probado que el señorito auténtico, cuando avanza en la edad. suele meterse a político y seguir con el desgarro de su vida, gravosa para el bien común. En politico terminaria probablemente aquel caballerete de velntidos años, de buen porte y presencia que hospeda una noche al viajero Cadalso en su cortijo andaluz. Nada le solicita que pueda interesar a la comunidad: los bosques, el campo, la historia de la nación. Qué sé yo de eso! Ni le importa. Tiene un tio comendador, un primo cadete y un hermano canónigo que lo sabrán. él le basta con poder deletrear un romance y tocar un polo. para que necesita más un caballero. Con sólo eso puede un señorito alcanzar gloria y provecho, aunque perpetre alguna barbaridad, como ese caballerete odiable, quien los amigotes llegan has.
ta ovacionar. Viva el señorito. Vivir el mientras padece la nación que lo soporta y aúpa.
De cilo no se podrán alabar los infantes, pues no ha de entregaselas con sus manos El Cid no veia claridad en los pretendidos yernos, aun ignorando que los acuciaba solo el apetito de la buena dote: La prosperidad del Cid muy para adelante va; le pediremos sus hijas para con ellas casar, se crecerá nuestra honra y asi podremos medrar.
Ese afán de medro, sin reparar en los medios, denuncia al señorito de antaño y de hoy Quizá alguien advierta que también el Cid uso del engaño en el cambiazo de ag arcas de arena. por contantes marcos de plata y oro, a los judios Raquel y Vidas; mas escuchemos su lamento: Le recomendamos: La revista Cruz y Raya de Madrid. Con el Adr. de Rep. Am. consigue usted el espr. a. 03. 00 También la revista Sur, de Buenos Aires, la consigue al precio de 50 ESTOS LIBROS: Ch. Kepner Soothill: The Banana Empire Lu vol pasta. 10. 00 El cuaderno Poesias de Francisco AmigheIti, editado por el Centro de Amigos del Arte 050 2012 Antonio Serrano: Etnografia de la antigua provincia del Uruguay 00 Suetonio: La Roma escandalosa bajo los doce Cesares Ediciones EXCA. 00 Enrique Galli: El problema de la Causa y el Codigo Civil argentino 00 Francisco Padilla: Etica y cultura forense 00 Dirijase al Adr. del Rep. Am.
Correos: Letra San José de CR Calcule el dolar a 6. 50 Que me juzgue el Creador y que me juzguen sus santos; no puedo hacer otra cosa, muy a la fuerza la hago.