REPERTORIO AMERICANO 381 Pase a delante, San Cayetano Por JIMENEZ ALPIZAR Envio del autor. San José, Costa Rica, Junio de 1936.
Todos los miércoles, muy de manono, para San Cayetano por la viviendas de quienes lo necesitan. Inquiere sus penas y de su remedio.
nanita: habia, sobre una lata vacía de frutas conservadas, una velita luchando contra la porfia del viento emporendo de polvo y basuras.
Pase adelante, San Cayetano!
Tendió su mano descarnada y apretó lar.
gamente la hipotesis de otra mano amiga. Se da cuenta? todo es pobreza, por no decir miseria, Vió los chiquitos? Que flacos están y como duermen estrujándose los unos contra los otros para calentarse No sé por que adelgazan tanto ni por qué los ojitos se les hunden en las cuencas. Qué quiere que le pida yo yo no sé pedir, San Cayetano. Me enseñaron a trabajar.
Qué hermoso es tener trabajo!
No todas las casillas tienen salida a la calle. Una especie de pasaje con patio hoyado y sucio al centro las mantiene en comun.
Las puertas parecen asomarse a la luz y al aire como asfixiadas por la tuberculosis. Nada hay alli que convide a quedarse buscán.
dole regocijo al alma. Sólo se encuentra pobrezi, a veces ésta degenera en miseria ¿Quién puede sentir gozo ante una cova.
cha en donde se anidan el hambre, el frio y la desnudez?
Las viviendas suntuosas se han apartado tambien de esta barriada como se apartaron los hombres de vista y olfato delicados. Es la cuarteria donde viven seres hasta cuya alma penetra el salpique de la inmundicia ambiente; es el refugio de los que aturden y hacen encolerizar con sus quejas y protestas contra la desigualdad.
Es justo recordar que estas casuchas tienen un hombre. celoso guardián. que las defiende y cuida de la trampa de los mora.
dores, Ah! las casuchas son cosas y las cosas que pertenecen al hombre despiertan en su alma el sentimiento egoista y lo hacen luchar por conservar sus réditos y morir por defender su propiedad Pero lo más importante, lo sensacional es que en ellas viven precisamente quienes en esta vida no tienen más que el estorbo de sus cuerpos y el martirio incesante del estómago.
Comer y vestir, sanar el cuerpo, conjurar la tuberculosis y aniquilar la anemia. el espíritu? No lo tienen. No. El espiritu es un lujo o un patrimonio del satisfecho; y quien todo lo desea, nada posee. El hombre con hambre y Irio se bestializa, La puerta más desquiciada, en donde el marco ensaya una comba a punto de reventar, pertenece a Camilo. Cuántas veces le ha dicho el guardián de las casuchas que se va ya voluntariamente. antes de echarlo con la autoridad! Pero este hombre está enfer.
mo: tiene en su cuerpo el mal que carcome las paredes y techumbre de la vivienda. Su mu.
jer y sus chiquillos se comen las sobras proporcionadas por la pérdida de su dignidad.
He aqui como el estómago anula al alma.
Ellos ve comer. Ya sus dias están contados con los dedos de las manos y no se considera con derecho a alargarlos en perjuicio de los niños y de la madre, La caridad, esa gran virtud universalizada, de vez en cuando pasa por alli, y lleva col.
gando de las muñecas un precioso rosario taJlado en coral iQué pulcra es la caridad!
Aun en los más leves movimientos de sus facciones se ve que ha nacido en lecho de rosas. Habla pausadamente y jamas usa más del número de palabras indispensables para darse a entender: no ejercita otros pasos que los estrictamente necesarios para acer.
carse a la puerta desplomada, es tiesa, y para En la misma puerta aun permanece Camilo sentado en suelo. La comba del marco se ha reventado; no pudo soportar el peso de la techumbre, y en astillas puntiagudas señala amenazante hacia la tierra.
Los ojos de Camilo persiguen la linea in mutable del horizonte: y en el horizontes asoma una cruz enclavada en la tierra vir gen del cementerio Ese es el camino. Pase adelante: San Cayetano. Su mia no huesosa y fria por donde corren las venas exhaustas, ya no se tiende ansiosa para estrechar la hipotética mano que vio en otra ocasion. No se da cuenta de que ha vuelto de masiado tarde. Ay. si quiere ofrecermetra.
bajo. no sé de que pueda servirme ya!
Ve aquella cruz que divide el horizonte, imi horizontel, en dos?
Alli están todos los que esperaban de mi.
Mi cuerpo ha sobrevido a todos ellos. Por que. No lo puedo saber!
recibirla hay que acercarse prudencialmente para no marchar con las manos inmundas su blancura de mantel La caridad infunde ſe al corazón de Camilo. Sabe usted que todos los miércoles visita San Cayetano la casa de quienes tienen necesidades que remediar? Una vela de espera ma y una lucesita de fe, hacen que el santo llegue a las puertas de su casa. Qué importa ensayən. Los niños tienen hambre mi mujer esta agotada y enferma. yo quizás pueda sa nar y encontrar trabajo para dignificar mi hogar traer a casa el sudor de mi frente convertido en pan. Pase adelante San Cayetano, y ocupe en esta puerta el sitio que estoy dejando vacante. Pase adelnnte, San Cayetano!
En la puerta esperaba Camilo muy de maLa comba del marco se apretujó convulsi.
vamente y Ins astillas crepitaron al hundirse en las entrañas de la tierra madre, In angello cum libello Kempis. En un rinconcito, con un librito, un buen cigarro y una copa de ANIS IMPERIAL SUAVE. DELICIOSO. SIN IGUAL.
FABRICA NACIONAL DE LICORES SAN JOSE, COSTA RICA