Trotsky

114 REPERTORIO AMERICANO gencialmente, sobornable, pero sin pedante hasta él, pasando por el más se precisan sus términos. No de ticulos, escritos durante su desria; humano, aunque de mucho ñalado de todos, por Voltaire ahora, sino de siempre, puede de tierro en Francia y publicados criterio; nada demagógico y muy ha tenido la humanidad.
cirse que toda literatura es pos ahora en castellano por la Reliberal; tan agresivo como com También Voltaire y Luciano sia o periodismo, entendiendo por vista de Occidente en la colecprensivo; doctrinario, informa han sido considerados en cierto periodismo todo lo que es relato, ción de Libros del siglo XIX dor anecdótico. Fué no tan modo cual periodistas lo son, informe, desde luego noticia y bajo el titulo Lo que pasa en mente periodista. El periodismo para rebajarlos; lo son en lo que es, según la fórmula periodística dista debe sacar para su particuasi como comentario, todo, en fin, lo que Francia, 1831 1832. todo perloin es tiene de esencial, de género mode Heine, conocimiento del lar uso una antologia de buena critor genial. Todos los mat oss ral y literario en lo que tiene de presente. y entendiendo por enseñanza. Ninguna historia da respetados. Todas las contradic eterno el periodismo, que pe poesia el absoluto lirismo, la poemejor que estos articulos una ciones explicadas. Sencillamente riodismo lo ha habido siempre, sia pura, que se ha dicho en idea de que fué la Francia de complejo. De apreciaciones cla ha sido una modalidad anterior nuestros dias también. Heine no Luis Felipe ni de lo que fué en ras y serenas. De actitudes deli al descubrimiento de la imprentenia esta concepción de la pu ciertos aspectos la gran revolucadas firmes. Sonrisas, estoca ta y aun a la invención del al reza poética, como ningún gran ción, todavia evocada en caliendas, justicias, perdones, despre fabeto. Sin embargo, no ya por poeta del pasado la ha tenido, a te. La evocación de Mirabeau que que las formas periodísticas de pesar de lo cual su valor poético hay en uno de ellos es un estuVerdades y la verdad, ante todo, Luciano y de Voltaire están más es puramente lírico. Tampoco te dio insuperable. Los boletines coante las conveniencias, ante las lejos de nosotros, sino porque nía la concepción liberalista del tidianos sobre la intentona reconvicciones, ante los partida escribió en la época de las luchas periodismo, a pesar de lo cual su publicana de junio del 32 son adrios igual que ante los adversa por la libertad (especialmente conocimiento periodístico del mirables lecciones de corresrios. La verdad. Heine se hizo por la libertad de prensa) y por presente aparece hoy con todo ponsalia periodistica. Esta colecperiodista para decir la verdad. existir más dinámicamente las su valor de acusación.
ción de artículos constituye un Nadie pretenderá que fuein in cosas cuando se lucha por ellas. Les acuso. escribió refirién manual para uso de los corresfalible; cometió los errores de su Heine es periodista más total dose a los autores de las resolu ponsales en el extranjero.
época y los de sus juicios, es de mente. Se ha dicho en nuestros ciones de la Dieta que entregaba qué lecciones de visión po icir los de sus prejuicios. Pero sa días, con ánimo de destrucción Alemania a Prusia y Austria, e3 tica! Muchas deberían recogerse.
bido es que Heine, si fisicamente literaria (lo ha dicho un dadais acuso de abusar. les acuso Voy a citar sólo una. Dice asi: perteneció a la raza hebrea, mo ta, Tristán Tzara. que ya no ca de crimen. les acuso de aita Si es locura no ver en los ralmente pertenece a la raza de ben en la literatura más que dos traición El célebre Yo acu acontecimientos más que las los espiritus más libres de pre géneros: la poesía y el libelo. Es so. de Zola, que no fue el ti personas, aun es más loco no ver juicios y por lo mismo más razo ta es una de las pocas paradojas tulo de Zola, sino de Clemen en los acontecimientos más que nables que. desde Luciano, pa que encierra una verdad, si se ceau, ese gran acierto periodis las cifras.
ra no ir a buscarlos más lejos, amplia su alcance y a la vez se tico, lo tuvo ya Heine. De sus arMadrid, noviembre 1985, Nuestras compañeras Por EDUARDO ZAMACOIS De Ahora, Madrid. 11 de diciembre de 1935 ocasión. una de esas ocasiones cimeras que deciden del rumbo de una vida. Alejandra Lvona tuvo más valor que Trotsky: y éste logró escapar de Siberia, y ella, ia mártir obscura, la que, sin lágrimas, hizo voluntaria dejación de su felicidad para que el triunfase, por haberle ayudado a huir, fué condenada a otros seis años de destierro verdadero Por las cchocientas y tantas páginas de Mi vida interesantisima autobiografia de Leon Trotsky desfilan varias mujeres de un superior linaje moral. Entre las más extraordinarias colocamos a ejandra Lvona, la primera esposa de Trotski. La comunidad de ideas les había reunido y vivian maritalmente cuando el temible agitador, preso en la cárcel de Moscú, supo que iban a extrañarle a Siberia. Para tener derecho a continuar juntos, Alejandra y León se casaron. Ella estaba en cinta, y, a querer, hubiera podido quedarse en Rusia; pero en su noble corazón el egoismo no había echado semilla, y sin miedo al dolor, abnegada y heroica con el heroismo de los iluminados camino hacia el destierro Un destierro de seis años.
El barquichuelo, lleno de deportados en que navegaban invirtió aproximadamente, tres semanas en tocar a la aldea de OustKout, donde desembarcaron. El lugarejo, formado por un puñado de casucas miserables, estaba a orillas del Lena y rodeado de bosques. La humedad era tan penetrante, tan sutil, que los recién llegados la sentian en los huesos. Nevaba. Un viento gelido y raboso sacudía los árboles. Del cielo nuboso descendia una claridad ye ta, cenizosa. El termómetro marcaba curenta y cuatro grados Reamur.
Los expatriados, sin embargo, no flaquearon. Incansable, tenaz, imponiendo e al horroroso helor que entumecia sus dedos, Alejandra Lvona ayudaba. pescandoci el ría. al sustento de los dos; buscaba por los campos leña para su hogar, guisaba y vigilaba maternal la salud, no muy fuerte de su hombre. Trotsky, por su parte, cuidaba de las hortalizas que había sembrado en un huertecillo, mantenía correspondencia estrecha con sus correligionarios de Moscú y de Viena y escribia articulos. Cuando el corazón es una llama, la nieve no importa.
En aquel villorio dantesco agonizaron durante dos años, y allí les nació su segundo hijo. Después, el gobernador de la provincia, apiadado de ellos, les autorizó a trasladarse a Verkholensk, otro caserio situado un poco más al Sur.
La revolución entretanto continuaba minando calladamente los cimientos del imperio zarista; el espíritu revolucionario invadia el campo y la ciudad y fermentaba en las Universidades semejante a un amanecer. Trotsky lo sabía, y el deseo de evadirse de Siberia para reanudar la lucha no le daba descanso. Empero waciiaba. Cómo abandonar a su mujer? Cómo dei la desamparada en aquella soledad, sin recursos y con dos hijos, el menor de cuatro meses!
Fue ella, la indomable Alejandra Lvona, la que, atenta siempre a la alta misión que su compañero debia cumplir, le infundió el valor necesario para romper su unión.
Vete le dijo. no te ocupes de mi. como le viese titubear añadió. Es preciso. Dos palabras que Trostky consigna en su libro, y que ahora, después de treinta y cinco años, suenan en nuestros pidos con el imperio de los hechos que irremisiblemente habían de cumplirse. En aquella de Milo León Trotsky se olvida de decirnos como era físicamente su mujer. Tampoco hacia falta. Nos la imaginamos alta, flaca, pelirroja, boquiancha y con una nariz irregular puesta en el rostro de cualquier modo También nos complacemos en suponerla desgarbada. no empece su juventud, mal vestida y caminando a largos trancos, que es como suelen andar los visionarios, los inquietos, los rebeldes, los que buscan ¡Es igual! Para nosotros. Alejandra Lvona, aunque fuese. conforme la hemos descrito, seria más divertida, mas atrayente, mas apetecible, y, por supuesto más capaz de inspirar amor amor que la Venus Este linaje de mujeres escasea en los países latinos; muy señaladamente en España, donde la moda. que es trivialidad y impersonaliza al individuo Nuestras mujeres creyendo. todavia. que su carrera es el el matrimonio. dedican al aliño de su parte fisica una atención tan excesiva, tan meticulosa, que pica francamente en lo desagradable. De su zona espiritual no se preocupan mayormente: al pobre espiritu que lo parta un rayo. Es su cuerpo lo que, según su moderadisimo comprender, más encanta a los hombres, y a su embellecimiento dedican la máxima actividad. Por eso, cuando van a reunirse con su novio o con su amante, nunca piensan en lo que habrán de decirle para que la entrevista resulte más amena, si no en el traje vulgaridad