Individualism

172 REPERTORIO AMERICANO Arrabal Colaboracion Madera del autor. Costa Rica Pebrero de 19 Las casitas van caminando hacia los verdes, se paran al lado de la acequia, hasta que un dia, el arrabal ya no esté donde ahora vive el viento lleno de mariposas, entonces la acequia gemirá bajo el suelo encarcelada y sucia.
67 Pero los niños del arrabal encontrarán otras acequias con mucho cielo en el fondo.
No importa que el tranvia suene lejos como una avispa fugitiva.
si la montaña es ya vecina que les regala sus azules, y si la tarde baja siempre como una vaca a los potreros mientras la miran las casitas con sus ventanas encendidas.
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Francisco Amighetti Chile institucional Por GABRIELA MISTRAL Envio de la autora Lisboa (Av. Antonio Augusto Agular. 191. Portugal antigüedad de ellas más las otras que comienzan a serlo por la fuerza de su empuje en nuestros últimos años fermentales, Tal vez pueda señalarse a la Argentina y a Chile como los países sudamericanos que nacieron y que se desarrollan bajo el signo menos individualista. Iriamos muy lejos afirmando que no tienen ese pecado original de todo pueblo primero, latino, y luego español, que se llama, con mucho orgullo o con mucho desden, individualismo. Pero es fácil comprobar el que son los menos enloquecidos por la fiesta orgiástica del individualismo sudamericano. Nació en Chile y en la Argentina, a poco de cuajarse sus independencias, y lado a lado con la organización estatal, una ancha teoría de instituciones de origen privado. La finalidad de ellas fue la de servir algunas necesidades demasiado vastas para que el Estado las satisfaga o bien unos menesteres de indole fina que el Estado no contempla Estas instituciones fincadas en la beneficencia o en la faena educacional, valen por una duplicación del Estado, y de la labor Cuando los paises de este tipo colectivista hacen estallar las instituciones oficiales, por envejecimiento de ellas o por simple frenesi, queda sosteniendo la viga de su costumbre, este cuerpo entero de sus instituciones privadas. Entonces, en medio de la locura revolucionaria o de la sagesse nueva. que se parece a la locura) persiste un gran espacio de vida ciudadana estable, especie de refugio para los que aguardan la normalidad. Con lo cual estos organismos, que antes parecieron pequeños, cobran un semblante de supernación asistidora de la otra.
Es curioso seguir la vida de algunas de estas sociedades, porque ellas desnudan nuescarácter americano, nuestro modo de entender y perseguir el bien público, nuestra estrategia con el egoismo del ambiente y algunas de las preferencias de nuestra sensibilidad Recuerdo al azar cuatro instituciones de Chile que ya son tuetano de la historia por la Dos sociedades de protección escolar. Dos equipos de educación alcanzan o sobrepasan la cincuentena de años: el de Instrucción Primaria y el de Escuelas Proletarias. Los llamariamos de tipo plutorquiano, porque han vivido arrimados siempre a un hombre superior que los creó y cuya paternidad no los ha soltado nunca Parece que en la época de su aparición, o sea en la albada educacional de un país apenas salido de la Colonia, la escuela prima ria haya tenido una indole democrática muy floja, ninguna efusión hacia la popular. Fue un gesto romantico a lo Michelet o a lo Bilbao lanzar unns escuelas bajo el rubro de proletarias, que hoy no nos producen ningún calofrio. Las escuelas socialistas que nuestros obreros abren actualmente, acaso COrresponden a la misma corriente. Ellas inquietan tanto como turbaron las anteriores a los muy pacatos sin que sean más peligrosas que aquellas. Cada tiempo tiene sus azoros y sus azorados y el siguiente se sorrfe del excándalo de antenyer El nacimiento de estas escuelas se debió, con mo el de cualquier grupo libre, a una disconformidad airosa respecto de la escuela oficini del tiempo, y su sostenimiento ha continuado por una decisión de hacer cosa más original que la labor del Estado.
La Sociedad de Instrucción Primaria echo talla a la sombra de un prócer republicano, don José Alfonso: las Escuelas Proletarias las lanzó un apóstol radical, don Pedro Bannen, ambos hombres emersionados hicieron algunos años una Inbor politica activa, pensando Jrradiar desde ella su ideologia sobre la masa popular. Poco a poco fueron sabiendo que más desnutrinn que fortificaban su obra de jefes morales en los partidos políticos y ambos regresaron a los patronatos de sus escuelas De tarde en tarde, don José Alfonso sale de su Arcadia de niños y dice en la prensa alguna palabra critica sobre nuestros terremotos sociales. Es un vigia alerta, un verdadero guardián de faro, en promontorio riesOSO Buen escritor, se ho defendido, lo mismo de la calentura política que del coso literario y escribe en ocasión de angustia nacional o de campañas benéficas, en una prosa llana y limpia, del género de la de Comte, pero menos frigida que la del moralista francés.
Don Pedro Bannen acaba de morirsenos en esa edad felizmente matusalénica que deberian aleanzar todos los apóstoles. Era un hermoso varón hecho para gobernar institución viviente, que se entregó a sus criaturas como a familia propia. Se parecin hasta fisicamente al Manuel Cossio de los españoles.
Habia crendo o heredado una fortuna, y contra el hábito criollo de glotoneria brutal en el poseer, considero siempre su caudal a la manera de una administración que le correspondia hneer en bien del pais.
Las escuelas Bannen mantienen un caracter de abastecimiento escolar completo, el cual pasa del banco a la alimentación y al vestido del niño. Este servicio laico deriva de la antigun escuela misionera, que también enseño, alimentó y vistió, y recoge una tradición católica interrumpida a lo menos desdeñada por los parroquiales de hoy. La es cuela obrerista, que llaman revolucionaria añade un eslabón a la vieja cadena de una costumbre racionalisima: No se enseña a es.
tomago vacio, no se dicta a espalda desnuda y no se educa a criatura vagabunda Universidad de Concepción. Algunas veces la institución privada no se conforma con hacer la vida más o menos neutra de los grupos cooperadores y saca del protroplasma nacional una creación orgánica entera, original y de gran envergadura. Es el caso de la Universidad de Concepción, salida de un punado de profesores y de industriales de los provincins del Sur, cuyas voluntades conjunsu tro