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REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXXII San José, Costa Rica 1936 sábado 10 de Octubre Núm. 13 Año XVIIINo. 773 México: vida nuevede intacto Canción del recuerdo Doctrinas y hechos de España Reseña de libros El delito de opinión La gran democracia estadounidense Mark Twain o la verdad en escorzo Claudia Lars.
SUMARIO Juan Marinello Versos nuevos Claudia Lars El sino luminoso de España Tampoco el fascismo Brenes Mesén Clásicos de todo.
Ramon Romero Cirujanos de la politica Enrique Naranjo Martinez Sanin Cano la semana hora es. Julieta Carrera El dia de la infancia Francisco Amigherri Juan del Camino Salvador de Madariaga Nuriez de Arenas Alberto Arredondo Miguel de Unamuno México: Vida nueva Por JUAN MARINELLO Envio del autor. México, setiembre de 1936 mm POR. MI.
La LEAR (Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios Mexicanos. celebró recientemente la inauguración de su nuevo local. En ese acto el ardoroso luchador cubano Juan Marinello, nuestro querido huésped actual, pronunció estas palabras henchidas de pasión y esperanza, a través de las cuales hizo un examen muy agudo de las realidades revolucionarias del México actual y de la confortable inpresión que alcanza a producir en el viajero que viene a él con el corazón abierto. Como el propio Marinello.
UUL שיש Compañeros: Yo cebo decir en este acto, que tan singular significado tiene para mi, que México ha sido en mi vida yna vida nueva.
En ello no hay, no puede haber, achaque romántico ni ánimo lisonjero. Homenajes como éste no merecen ni permiten, otra correspondencia que No pueden ser mis palabras elogio cómodo y convencional. Han pasado por suerte los días en que se entendía la patria como totalidad sentimental, sagrada e interdicta y en que se exigia al extranjero pleitesia for mal e insustanciada. Todavia hace algunos años, gente de buena fe, gente muy otra de la que hace ganancia pingüe de la sacrosanta patrioteria, se revolvia indignada, cuando denunciabamos el retraso rampante de muchos aspectos de la vida española. Hoy, si han persistido en su buena fe, tendrán que admitir nuestra verdad. No sirve a España, que es en fin de cuentas un conjunto de vidas beligerantes, ni salva lo español, que es en definitiva una dimensión magnifica, del hombre, quien gaste esfuerzo en absurdos cantos raciales sino quien, en esta hora grande y terrible da su voz y su hombro al pueblo heroico de la peninsula endereza su ataque contra la acción fascista, clerical y monárquica que se produce contra el pueblo español. Una nación no es un nombre. sólo representan a una nación los que marchando hacia mañana quieren traer el derecho al pan y el derecho al canto vida y supe ración. al mayor número de hombres de la nación. Quien a estas alturas del tiempo mantenga. en México, en España, en Cuba. el respeto a la totalidad nominal de la patria deja de estar con México, con España y con Cuba para traicionar a cada uno de estos pueblos Un hombre de hoy no puede ver a México sino como un gran instante americano Co un gran momento del mundo, como una gran ecuación revolucionaria. No es, entiéndase bien, que dejemos de sentir el hecho mexicano como conjunto grandioso y cifra riquisima. México, por lo que tiene de lejano y de entrañable a nosotros, nos gana para siempre lo mejor del corazón. Sabia mos ya con Martí; lo hemos confirmado ahora que en México el vivir no es pena. Pero es precisamente su grandeza y su ademán de cordialidad vitalicia lo que nos fuerza a la suprema lealtad. la suprema lealtad no puede ser sino la útil meditación revolucionaria. Un hombre actual, si lo es de veras, debe hacerse, ante el espectáculo maravilloso y apasionante de México, estas dos graves interrogaciones. Cuáles son los caminos por los que los valores mexicanos pueden acendrar y arar y superar su excelencia. Está México recorriendo estos caminos?
Yo creo, compañeros, que México está transitando firmemente su via revolucionaria. Ya sé cuánta sospecha y cuánta contradiccorpueden levantar estas palabras.
Ningún razonamiento me haria desdecir me. Se me aducirán hechos, inconsecuencias, errores, confusiones. yo seguiria en mi terreno, muy otro que el de mi contradictor. Mi contradictor estaria en lo episót dico y yo en lo dialéctico. Mi contradictor veria las casas y yo la ciudad. Veria él los árboles y yo el bosque. Mi contradictor veria la acción de algunos honibres y yo el ritm in defectible de la maja. Para aseverar que México marcha hacia la justicia, és decir, hacia la sociedad sin clases, yo no peso los hechos sino la razón de su ocurrencia. mi me satisface mucho que un gobierno como el del general Cárdenas mantenga una ejemplar vigilancia de la garantia democrática y franquee y empuje reales reivindicaciones proletarias. Se sabe lo que es esto cuando se viene de países ago biados por el sable servidor del capitalismo. Cuando se viene de Cuba, por ejemplo.
Pero lo que de veras me llena de gozo, lo que alcanza para mi significado de raiz, es que la conciencia popular determine y sostenga ya en México tales posturas gubernativas. Porque, no vivamos en ingenua ilusión: las fuerzas reaccionarias tienen bas tante vigencia y apoyo extranjero para no renunciar a la batalla contra situaciones como la presente. Si no lo han hecho ha sidc porque la voluntad activa los tra bajadores mexicanos lo ha impedido. España nos está diciendo, y ojalá no se olvidara esta experiencia, a qué extremos acude la reacción cuando tiene un resquicio por donde deslizar sus garras. esta realidad, que supone tan afirmado sentido popular, que significa tan rica oportunidad de organización y propaganda, no se ha producido en país de población uniforme y cultivada, ni de avanzada in dustrialización, ni en tierra libertada de fanatismos y servidumbres. Esta preciosa etapa progresista no ha ocurrido en colectividad de firme autonomia económica. Aquí entra, compañeros, la gran lección de México a Hispanoamérica. En esta tierra concitaron de antiguo las más duras opresiones. En parte alguna fué tan cruel la mano conquistadora. En ningún paraje iué la Iglesia tan decisivo factor de retraso y explotación. En pocos parajes revistió la utilización del trabajo tan inhumanas for mas. Sobre pais alguno se han abalanzado tan vorazmente los poderosos de ayer y los de hoy. a todo resistió y de todo está venciendo el pueblo de México. Su retraso no pudo matar su potencia. No pudo ser agotade ni la riqueza de su suelo ni el coraje de sus oprimidos. La agresión continuada definió y mantuvo la energia indomable: el dolor aseguraba la victoria y la fuerza superaba al dolor. México ha podido dar al Continente el espectáculo pasmoso de un pueblo ascendiendo entre los más duros obstáculos a las más difíciles alturas.
En la lucha gigantesca entre los desmodos económicos del Continente en esa pugna que arranca de las Colonizaciones y que es el gran eie histórico de América, México está enseñandonos a dar las batellas decisivas. Los que fiaron la redención mexicana a una cultura previa de sus masas; los que dijeron, con citas eruditas y mentalidad co