268 REPERTORIO AMERICANO Federico García Lorca horas y hor resa, Por LUIS CARDOZAY ARAGON De El Nacional. México, DF, 30 de setiembre de 1936 No sé a dónde dirigirte este recuerdo, acaso este in memoriam por tu improbable muer.
te. Sé que de todos modos te encuentras en el cielo de Granada, vivo o murto. Allí has estado siempre, antes de nacer y después de to probabie termino.
Siempre te imagino con tu flora y tu fauna propia, totémica y maravillosa, sin techo y sin murallas, acompañado de espacio, ha blando un lenguaje que algunas veces recordo Doña Rosita. Tus marineros heridos, tus amigos encontrados en tus propios poemas, la mujer gorda que vuelve los pulpos del re.
vés, el viejo con la barba llena de mariposas, y tu terca, terrible preocupación por la saliva y la sangre, te recuerdan. Cómo hacerte conocer a los que no te co nocieron, a los que no te vieron sonreir y reir, decir malas palabras, contar mil histo rias y leer prodigiosamente tus poemas? Có mo hacerles saber algo de la expresión de tu rostro lleno de lunares de tu voz lenta y untada, dormida y tensa. cómo hacerles saber que tu poesia era como en Santa Te lo que ya no cabiendo en el corazón se derramaba. cómo hacer sentir que tu corazón era más mcho, más alto y petuo aún que lo mejor de tu gran poesia?
Tu muerte para mi es siempre improbable.
Federico García Lorca porque vivo eres, sesias, serán, una leyenda pura. Fulste, eres perdona la indecision de Visto por Ferrer nis ve bostan trasparente y luminoso, tan dulcemente incandescente, qu muchas vecs pudimos percibir en la Habana, tu esquel to El asesinato de angel.
Los que te conocemos nos ncontramos de García Lorca apurados queriendo decir algo de lo inefable que tú eres. Sufre la memoria no pudiendo Envio del autor. Berkeley, Calif Octubre de 1936 restituirte a ti mismo. por muy alta que sea tu poesia, veo tu extraordinaria presen El asesinato de Garcia Lorca come cia surgir por encima de ella. En tu verso tido por las fuerzas revolucionarias. es mejor, te mueres siempre un poco, como en pañolas es uno de los crimenes más inu el mejor recuerdo. te nos mueres un poco tiles del presente conflicto y uno de los más a los que te conocemos, a los que te actos de brutalidad más horro Oos y de conocimos. No quiero decir sino algo de la mayores consecuencias pa a nuestra cul seducción, de la extraña imantación que ejer tura. García Lorca era uno de los gran ces. No puedo recordar tu possia olvidan des poetas de la engua castellana, un dome de ti. No puedo recordarte, Federico innovador y un profundo interprete del olvidándome de y tu poesia genio de nuestra raza. Desde los dias de Sois la misma gracia, la misma, revelación Fray Luis de León y Góngora no habia Pero en ti se anima mejor, en ti vemos tenido España un poeta más cautizo, un palpamos esa gracia, esa revelación. si representante más genuina de la más puembargo, siento no sé qué de injusto al pen ra tradición ibérica, Igual calamidad hn sar asi. Porque tu poesía también es tu pro bria sido para las letras castellanas el pio cuerpo, tu sangre, tus lágrimas, tus gri asesinato de Cervantes tos, tus huesos, uñas y cabellos. Tu poesía biera escrito el Quijote y para otros pueeres tu, pereme, concreto, duro, duro, suti blos lo fué la muerte prematura de sus cientemente duro para poder rayar todo tiem grandes poetas, Shelley para Inglaterra.
po y todo espacio, Chénier para Francia. Imposible seria Nadie menos poético que tú. Eres sencillo concebir la gran obra futura de Garcia bueno y can cándido. Cándido como un pájaro, Lorca, genio todavía no expresado en como un caballo. No parecias poeta. Tie sus poemas maravillosos.
nes algo de planta, de vegetal, de árbol niño, Las fuerzas de la barbarie devastado de verde que te quiero verde. Hace pocos dias ra no pudieron herir más hondo en el to recordaba, con Juan Marinello, cantand corazón de todos nuestros pueblos. La sones con los negros, alegre en tu lecho en América española sufre esta muerte co un Hospital de La Habana, con unas maraca mo la madre patria, pierde en Garcia y un gran pez de celuloide rojo que navega Lorca a su poeta predilecto, a su Rubén bn sobre tus pies. sacándote de los bolsi Dario del siglo veinte. Este crimen indillos unos pedazos de papel llenos de tus ocu ca que la lucha no entre el italisTrencias, de tus hallazgos, de tus poemas ger mo y el proletariado, entre retrógrados minando. cómo olvidar tu inconmovible y liberales, sino entre la civilización y la inocencia mineral? Te recordábamos yenda barbarie; entre el Africa y los generales hacia Batabanó con Don Fernando Ortiz. Pasa lapag siguiente)
atravesando un valle que nos hacia gritar de lo hermoso que es. verde y hondo, terrible mente luminoso y cálido, y tú nos hablabas horas de otros, de poesia, de tus ami: gos toreros, de Ignacio Sánchez Mejías, hoy acaso cerca de ti.
Siempre la vida de una conversación cilencio mismo, se concentraba en torno ti. Para mi fué una verdadera revelación que un publico vasto y diverso demostrara su afán por oirte hablar de poesia. Pero hablabas de poesia. Nunca nos explicaste lo que tu, menos que nadie, puede explicarse, ni explicar. Montrabas el prodigio con tal na turalidad que tu ptesencia multiplicaba la ficacia. se la sentia. El ámbito estaba con movido extrañadamente como si se acabase de marchar tu no eras responsable de ello, Acaso ignotabas lo que sucedia, como hoy ignoras si estás vivo, si estás muerto Con la espontaneidad inevitable de un re llejo, así tu poesia en tu cuerpo sabiamente golpeado. como a a pesar tuyo. Tu no eseti Eins sino lo que ya no soportabas callar más Lempo, lo que no podias caller. y, sin em Laro, pocos muy pocos, tan conscientes co wo tu de lo que es la poesia. Tu método era como un delirio. Tu delirio calculado como un método. Trabajo como la invernizzio nos dijiste alguna vez. Ella decia que siem De ignoraba el rumbo que habria de tomar le novela, la serie intermibable que empe zaba. En una casa (descripción de la casa. en un salón (descripción del salón. una visi ta (descripción de los personajes. Repenti vamente, un Conde entraba con enorme so bresalto, o gimlendo inconsolablemente: Una de las visitantes se desmaya Nada sa bemos. Las cosas, los personnes inventados, van animándose y adquitiendo una vida pro pia, inevitable, diferente de la vida. Se ha creado el movimiento, el misterio. Asi re.
cuerdo que fueron compuestas algunas esce nas de tu admirable pieza El público. Candi dez, humildad, confianza absoluta en la poe sia.
Pero, más que una trama, de teatro o de novela, de cuento o de relato, te vi construir asi tus poemas, guiado por un tacto que sabia pesar lo imponderable, que podia asir lo que muy pocos podían ver, lo que muy pocos eran capaces de imaginar. Objetos y senseciones, las cosas más humildes y distantes, más desvalidas y malditas, se encontraban relacionadas, ligadas, amándose, reproducién dose, luminosas y vivas, repentinamente di ferentes. Poesia concisa, exacta, de perfec ción geometrica, llena de hondo fervor plás tico. Lo inesperado aparecia con naturalidad, con inocencia, con seguridad extraordinarias.
Poesia gratuita. Lo que me gusta en tu tea tro es proyección, continuación de estos mo: mentos que forman el tiempo de tus mejo res poemas Te imagino con las materias obscuras, vienGo a través de ellas y sacándoles luz como nunca lo consiguieron los ciegos golpeando porfiadamente con sus bastones a las sordas piedras. Tá mismo como una piedra preciosa que las entrañas de la tierra formada con polvo de los huesos del pueblo que tú amas, que amaste y que eras todo tú, cansada esa tierra de estar ciega, te sacó a la vida para que la cantaros. Tradicional y nuevo como el poesia. Tú antes de que hu