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REPERTORIO AMERICANO 97 Alto en el Pedernoso Don Quijote del amor! Pero la Arcadia verdadera no está detrás de nosotros, en los siglos pretéritos, sino en lo por venir. Europa está enferma.
La estremecen convulsiones profundas. Adolece de irritaciones inmotivadas. Se ha perPor AZORIN dido la ecuanimidad y se marcha velozmen.
De Ahora, Madrid hacia lo inesperado. Lo inesperado que todo el mundo espera es la conflagración En marcha hacia el claro Levante. ha su limpieza y su vivo concierto de colores. La lucha del hombre contra el hombre consgamos un alto en el Pedernoso. Cuando se blanco, azul y negro les prometen vivas tituye ya la regla unánime. No desesperemos sale de Madrid con dirección a Levante, pa sensaciones de arte. En la penumbrosa cocipor esto, señores. No apoquemos nuestros sado Aranjuez, se encuentra Ocaña. En Oca na, los ojos del caballero no pueden apartarse ánimos No nos rindamos al pesimismo. En ña se bifurca la carretera. El ramal de la del fúlgido y sedante resplandor que, los mismos hechos luctuosos que presenciaderecha conduce a Andalucía. El de la iz paredes foscas, tapizadas de hollin, baja del mos debemos inspirar nuestra fe.
La humaquierda se dirige a Valencia, Alicante y Mur clarisimo cielo de la Mancha.
nidad sabe dónde va. Seamos finalistas, si.
cia. Después de Quintanar de la Orden nos Ha llegado la hora de comer. En la venta finalistas de la concordia. Pongamos nues.
encontramos en el Pedernoso. Nos dice Macada cual se dispone al transitorio yantar setro pensamiento en la Arcadia futura. Al doz que el Pedernoso se halla edificado en gún sus posibles. Pero Paul Lelong, caba.
terreno llano y sobre una cantera de peder. Il roso, ha convidado igual que el hombre ha vencido otros mayores a todos. España es nal. El término es abundante en plantas úti. acogedora, y Francia es cordial. La venta obstáculos, desde la caverna a la tierra labrada, desde la vida nómada a la vida urbales y en granos. Se halla enclavado en la toda está en silencio. La paz más dulce reina.
na, desde el esclavo hasta el ciudadano liprovincia de Cuenca y dentro del partido ju entre los congregados dentro de estos muros bre, asi vencerá otras etapas que quedan por dicial de Belmonte. En Belmonte nació fray históricos. Podrá ser éste un momento del vencer. Bebamos, señores, por la paz y el Luis de León. Pertenece al Pedernoso a la siglo xx, siglo con automóviles, y podrá ser trabajo. Bebamos por el ideal de fraternidad Audiencia territorial de Albacete. En el Pe. otro momento del siglo xix, con sus diligen.
dernoso hacian cambio de tiros las antiguas cias. Los artefactos son diferentes. Lo po.
universal que se realizará sobre la tierra! todos han levantado sus vasos y han bediligencias. El revezo se efectuada en esta sitivo es el perfecto acuerdo tácito que une bido.
posada en que acabamos de entrar. La po. los corazones. La merienda que Paul Lelong sada se llamaba Nueva a principios del si trae en la arqueta de su coche magnifico es Jean Cassou es uno de los ingenios más glo xix. Su patio es ancho. Ha entrado len suculenta. Puesta sobre la mesa de blanco finos y cultivados de la Francia literaria actamente en su ámbito un magnifico automo.
vil. Viene, tras largo rodaje, del pais de Francia. Donde artes marcaban sus huellas delebles las diligencias, han marcado sus delebles huellas los neumáticos del automóvil.
Del coche han descendido un caballero fran.
cés y su secretario El caballero se llama Paul Lelong, y el secretario, Roberto Durand.
Todo ha sido mostrado en la posada detenidamente a estos dos viajeros. Durand trae debajo del brazo una abultada cartera. Con los viajeros franceses se han congregado en el mesón, por acaso, otros viajeros españoles.
Nada podria decir la cortesia, el porte seño.
ril y la reposada palabra de Paul Lelong. Su secretario escucha y asiente. veces, sin embargo, muestra con un ligero gesto, apenas visible, su discreto disentimiento.
Paul Lelong manifiesta vivo interés por es ta posada. La posada es bonita. Desde el patio, una puertecita franquea el comedor. El patio tiene amplio techado, bajo el cual se resguardan de la lluvia y el sol los carruajes.
En un ángulo reposa rotunda y tobosina tinaja. No sirve ya para los liquidos. No se Del buen suceso que el valeroso Don Quijote tuvo en la espantable guardan en ella, desde hace tiempo, ni el riy jamás imaginada aventura del Capitolio.
co Yepes ni el exquisito Ocaña: Un arbusto, Madera de Laporte florido en primavera, surge de su angosta Otra puerta, desde el mismo patio, y lavado pino, todos van participando de sus tual. Rinde simpatico culto a España, La conduce a Allà, a la derecha, al la cocina exquisiteces. La conversación se desliza ama Academia Española, en su última sesión de final, se ven los muros negros del hogar. De ble. Un buen Burdeos parece pedir, en co. la primavera, le ha nombrado correspondienarriba, por la ancha campana de la chimerrespondencia cordial de nación a nación, la te suyo en la gran República. Jean Cassou nea, desciende una viva claridad. En los al réplica de un claro y fresco Valdepeñas. El ha restaurado viejas traducciones francesas tos están los cuartos de los huéspedes. En Valdepeñas es traido por manos amistosas. del Quijote y ha hecho con todas un texto un corredor blanco se abren las puertas. Tie. Después de apurar un buen vaso, pasada la primoroso. Discretas notas lleva también la nen las paredes un zócalo de intenso azul lengua por los labios, Paul Lelong se ha le moderna edición. Comprensivo prólogo sirSepara lo blanco de la cal y lo azul del añil vantado lentamente. Estamos en los ve de pórtico. La edición es maravilla de una rayita negra. Todo es limpieza orden de la comida. Hay a veces en las casas man tipografia. Si tuviéramos en España un Qui.
en la casa. La luz penetra en el pasillo por chegas, colgado en el zaguán, un manojito jote asi! Si tuviéramos un Quijote en un una ventana enrejada. Si nos asomamos a ella, contemplaremos el paisaje manchego.
de las espigas mayores y mejor granadas del solo y ligero tomo, llevadero en el bolsillo!
año. Paul Lelong. ha cogido uno de estos El análogo de Maueci no le llega a éste. En La verdadera Mancha es la Mancha abocada manojos que en el muro pendia y con él en un volumen se han publicado todas las obras a Levante. En el Pedernoso se da el punto la mano se ha tornado a su sitio. Todos le de Cervantes. Se le ha olvidado al colector inicial de la más clara Mancha. Paul Lelong miran con expectación. el andante francés, el indice del Quijote. Bien es verdad que y su secretario vienen a España a visitar los sonriente, con las espigas en la diestra, ha también queda olvidado el indice del Perlugares quijotescos. Estarán en Argamasilla, dicho: siles. Jean Cassou y el editor de esta ma.
en el Toboso, en Ruidera, en Puerto Lápice, Estas espigas, señores, son simbolo de la ravillosa colección de La Pleiade prestan en Sierra Morena. El Pedernoso les ofrece abundancia en la paz. Dichosos los tiempos un magnifico servicio a las letras humanas.
la más bella posada españols. Su sencillez, en que la humanidad era regida por la ley ¿Y qué influencia ha tenido en Francia solare WHEN MBM boca.
postres