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REPERTORIO AMERICANO SEMANARIO DE CULTURA HISPANICA Tomo XXXI San José, Costa Rica 1936 Jueves 20 de Febrero Núm. 12 Año XVII No. 748 Tomes Reid. Apart El vampiro proposito de la muerte de Bourget Bourety havale palcologica de tenis Cuatro bonetos exhumado.
No dejemos que Costa Rica e convierta en factoria de mercaderes extranjeros Romain Rollando la aronia de una obstinada ilusion Parrafos sobre Barbus En la ronis del mahatma Gandhi SUMARIO Vargas El eclecticismo en la Etica (2)
Enrique Augusto Arias Tree poemas Twan del Camino Asi hablaba Lope. El maestra que perdió su libro Comentario Alberto Gerehumo!
Notíela de Libros Dedro Mourlane Michelena donde va indoamerica por Haya de la Torre Marcel Bonhomme Rudyard Kipling Antonio Ollver Belm Joaquin de Luna Luis Sanullano B: Sanin Cano Anibal Ponce Augusto Arias propósito de la muerte de Bourget Por TOMAS RUEDA VARGAS De El Tiempo. Bogotá, Colombia. Enero 12 de 1980.
noveLa Colle 12. en la cuedia comprendida entre las calles Real y de Florian, ha sido desde hace muchos años una calle dedicada a uno comercio tranquilo. Las librerias le han comunicado cierto aire interesonte y un ambiente de remanso. Hacia las doce. y luego de cinco a seis de la tarde, estaréis seguros de encontrar por allí cuantos aficionados las letras habitan en Bogotá, que pasan de una a otra libreria en busca de su revista favorita, del libro fresco Negado por el último correo y forman grupos de animada tertulin en los trastiendas, en torno de las mesas atestados de libros Lugar preferido de cita de politicos y letrados fue la Libreria Nueva de Jorge Roa alla por los años de 1892 a 1900. La frecuentábamos mucho en busca de in Biblioteca Popular, los estudiantes de entonces.
Creo que los colombianos no nos her mos dado cuenta cabal de la magnitud de los servicios prestados por don Jorge Roa a la cultura nacional con la fundación y sostenimiento de aquella publicación, en que contacto e inteligencia hizo una selección admirab de las obras maestras extranjeras y de lo mejor de nuestra producción nacional. El prólogo de cada entrega, escrito por Roa o por alguno de sus contertulios Martinez Silva José Mamacho Carrizosa, José Asunción Silva, Laureano Garcia Ortiz, Carlos Eduardo Coronado, era una corta y perfecta noticia biogrática y literaria, del autor cuya obra se reproducto, noticia hecha siempre, no con el fin de lucirse quien la escribia, sino con el más desinteresado y alto de enterar al lector de lo que se trataba y escrito siempre con tan acabada perfección que servir de enseñanza y modelos un lector tan necesitado de alimento intelectual como lo era el de aquellos tiempos en que se carecia de los medios modernos de información general, y parecía rota la tradición de cultura literaria en que tan intensamente habían trabajado los espiritus en la época federal Sin exageración puede decirse que la Biblioteca Popular hizo una labor de divulgación literaria mucho más metódica y por tanto más eficaz y duradera que la que, con medios tan perfectos como el radio y tan generalizados como Ins conferencias, se intenta hoy.
Presidia y encaminaba aquel trabajo un hombre entusiasta e ilustrado que se propania una obra concreta definida. Lo que Paul Bourget (1852 1985)
Cruele Enigme. Mensonges. Terre Promise, Andres Cornelis. Cosmopolis. Le disciple, y tantas otras novelas. La novela de tesis y análisis sicológico constituyó la especialidad de Paul Bourget. Aplica el escalpelo hasta fatigar; pero entonces era una novedad, y a nosotros no nos fatigaba porque sus personajes, sus situaciones se habian apoderado de nosotros, nos habian calado hasta los hueSos. nos entregabamos con frenesi al analisis. diferencia de los autores románticos que inspiraban en los lectores el deseo vehemente de parecerse a los héroes de la la, el libro de análisis nos producin la comezón de convertir a los seres que nos rodeaban en enfermos de hospital para experimentar, para escarbar, para escudriñar. Ay!
del pobre diablo que nos quedara en frente en un carro del tranvin al lado en la bu taca del teatro, a nuestro alcance en una visita, en un baile, en cualquier parte. Que de suposiciones, de conjeturas de castillos levantados sobre su personalidad, sus antern dentes, sus intenciones. Pero, en las novelas de nuestro autor, el eterno femenino era lo principal. Las buenas muchachas de entonces tenían gustos sencillos y objetivos definidos.
Les gustaba vestirse (cosa incomprensible para las chicas de hoy. pero evidente, ves tirse bien, quiero decir: le gustaba bailar, asistir a reuniones, rezar, hacer labor, uno que otro plato de cocina, que viniera en el ono una competitia de teatro y, como a los a hoy, de ayer y de muiana, casarse. para casarse habia que enamorarse, y el amor como siempre era el centro de todo lo demás, el objetivo verdadero de esas vidas que no pocas veces supieron consumirse beHamente en el recuerdo de un grande y úniconmor. Leian? Me preguntaba hace dias um damita precoz. Si leion, y mucho: la que hay es que no leían de todo. Leiany sobre todo sabian más que las muchachas de ahora En reciente nota de Emilio Pardo Umaña uno de los pocos escritores de vocación y estilo con que cuenta la nueva generación se habla de la influencia ejercida por Bourget sobre las mujeres bogotanas. Evidentemente se produjo esa influencia sobre las jóvenes de este siglo, que gozaron de mayor libertad para leerlo; las del fin del novecientos solamente le conocieron a través de los ensayos casi siempre pedantescos y no siempre inofensivos de los novios se gana ahora en extensión se ha nerdido en atención de los muchachous reclamada por multitud de objetos, acaba por fiarse en ninguno.
Mi asiduidad para concurrir a la Libreria Nueva, captome al fin la confianza de don Juan, hermano de don Jorge, que administraba el almacén, y vine a ser admitido del lado de adentro del mostrador, pudiendo manosear los libros, privilegio que también aleanzó. Jorge Gómez Posada por identicus razones. Los dins de llegada de correo de encomiendas eran los mejores. Llenábase todo de paquetes olorosos a papel viajado, a tinta fresca, y nosotros ibamos cortando pitas y abriendo con afán de ver el contenido. Con especial emoción veíamos aparecer las tapas amarillas de los libros editados por Alphonse Lemerre, con su hombre aquel que trabaja la tierra con una larga palo, y encima el lema latino, Fae et Spera France, Loti, Faguet, Lemaitre, Daudet, Hourget. Sobre todo Bourget, que llegó a ser nuestro preferido.