82 REPERTORIO AMERICANO España Desde ese momens מנו de que poeta de baja orden, ellos son los únicos que rigen su vida animica, los que fijan su carácter y los que forjan su futuro. Estos símbolos, o estos arquetipos, que en ocasiones vienen del fondo oscuro de la horda o del clan, o que son adquistciones recientes, se heredan en los pueblos con la misma fijeza fisiológica de los rasgos raciales. Los pueblos, la masa de los pueblos, no tienen hasta hoy, debido a su condición de siglos, símbolos o arquetipos intelectuales; sólo des, solo tienen los que he indicado: fuerza y de accion, emocionales.
de De esta manera el pueblo de Chile no sabe sino en infima proporción quién era o si existió don Alonso de Ercilla y Zúñiga; igualmente, ignora la existencia de don Mariano Egaña; pero sabe demasiado bien quién era Caupolicán y no olvidará nunca a Manuel Rodríguez, a pesar de el primero no era ni de que el segundo escribió Constitución Política alguna. Estos dos seres, fabulosos o reales, al pueblo no le importa ave riguar si son lo primero o lo segundo, han sido incorporados a los arquetipos de la raza y son, conjuntamente con otros, sus dioses, el ejemplo que obscuramente pretenden imiter imitar y que en los momentos decisivos surgen de su alma y lo empujan al heroísmuo ya la muerte.
Estos arquetipos se transmiten en los pueblos por tradición oral y aun aquellos que son pura creación literaria, llegan a ellos en forma. La creación literaria rebala fuerza de su genio, los reduciños moldes del pensamiento escrito y derrama sobre los pueblos, cumpliendo asi una de sus funciones más en una de sus funciones más nobles y menos onseguidas: enriquecer al pueblo con ima genes que engrandezcan su alma elemental y profunda.
En la la trayectoria, estas imágenes, como sucede con los proyectiles de gran potencia, se desfiguran un poco, pero a pesar de esto llegan al pueblo con todo su dinamismo y su poder expansivo aunque no sea éste el caso de Marti, pues Marti como hombre, como escritor y como revolucionario está más allá de toda creación literaria, podemos decir que es muy posible que el pueblo cubano ignore su obra literaria, y, lo que es peor, no la eche de menos; pero al revolucionario, al hombre, por no usar una palabra menos académica, ése no lo ignora ni lo olvidará nunca, como no olvidará a Maceo, a Máximo Gómez, y a todos aquellos que durante décadas de.
fendieron, fusil o machete en mano, la inde pendencia cubana.
la misma sa, debido tuna y posición social. Pero este hombre es tad de Cuba. Las mujeres florecen a su paso taba hecho para destinos más eternos aun y él sólo coge de ellas la sonrisa de su floque más trágicos. Educado y protegido por recimiento. Aquella que logra retenerlo y ser un hombre intachable, de quien recibió sus su esposa, tiene que arrepentirse después.
dos orientaciones definitivas, la libertad Cuba y su libertad están por encima de tobelleza, José Marti, crecido en medio del am do. Conspira, escribe, habla, organiza revolubiente de revuelta que se respiraba en en Cuba ciones que fracasan. Es admirado y odiado.
desde muchos años, llegó a la vida conscien Jorge Manach, uno de los muchos biógrafos te con un ardor y un impetu que le mere de Martí, cuenta: cieron, a los dieciséis años, una sentencia Al llegar Marti un dia con Ramón Riveque empezó siendo de muerte, que se cambio luego en seis años de presidio y que termi10 a un taller de Tampa, los obreros se quedan, contra su costumbre, sentados, y en sino en destierro momen lencio Alguien oye murmurar: Ya llegó el to, el de su condena, no hubo para e sino bandido. Pero Paulina Pedroso, una mulata, un pensamiento: librar a Cuba de la domique ha cruzado la calle detrás de Marti, sunación española, no porque ésta fuese espabe a la tribuna y dice: ñola, sino porque era dominación, ya que Jo. Caballeros: si alguno de ustedes tiene sé Martí no odiaba a España ni podia odiar miedo de dar su peseta o de ir a la manigua la desde que el era un fruto de su cultura que me de sus calzones, y aquí tiene mi cay una flor de su su bravura. Decia en Madrid mison!
un amigo español, después de confesar su Los viejos revolucionarios, aquellos que han amor a la cuītura de España: visto llegar su vejez peleando en la manigua, Soy separatista, porque España está aqul aunque reticentes al principio, concluyen por pero no en Cuba. Yo, que entre ustedes soy amarlo como a un hijo. El les paga con igual un igual, no seré allí sino un extranjere: largueza. Trabaja de noche y de dia, urde, da viviré en tutela, sometido, sospechado, con órdenes, se afana, expone su vida o su litodas las puertas cerradas a mi derecho si bertad, mendiga, suplica. Escribiendo a un pido justicia, mi ambición si soy legitima rico cubano en demanda de dinero para premente ambicioso.
parar la revolución, le dice: Los seis meses de presidio que vivió en Todo minuto me es preciso para ajustar Cuba dejaron en su alma y en su carne hue. la obra de fuera con la del país. me hahe llas que perduraron tanto como su ansia de bré de echar por esas calles, despedazado y libertad. Vió y sintió allí lo que esperaba a con náuseas de muerte, vendiendo con mis los que tuvieran la osadia de soñar en des súplicas desesperadas nuestra hora de secretinos mas libres para Cuba. Trabajo en las to, cuando usted, con este gran favor, puecanteras, a veces con agua a la cintura de darme el medio de bastar a todo con holmordida la piel por la cal, por el sol y por gura y de encubrir, con mi serenidad mis el látigo, arrastrando cadenas que le roye movimientos? Como un perro infeliz vivo, y ron los tobillos. Sin embargo, el dolor ajeno no me quejo, desde que empecé este traba. le preocupaba más que el propio. Una epi jo de salvación; y usted, que lo vé todo, que demia de cólera se desató en el presidio e lo sabe todo, que ama a Cuba, que me ve innumerables compañeros empezaron a depadecer. me dará estos momentos acaso rrumbarse en los patios. El los socorría, los los últimos de mi vida de gloria y de resincorporaba, les frotaba los miembros, des piro, o me dejará solo en mi dolor y resesperado, mientras el guardia miraba hacer ponsabilidad, rodeado de hombres que ya han o le apartaba de un empellón.
hecho cuanto podian hacer, arrastrándome Llegó a España medio ciego, con una le y mendigando, por salvarle a su patria, susión inguinal producida por un golpe de la plicando en vano, lamiendo la tierra lo miscadena, pálido, delgado, acabado por el pre mo que un sidio. Tenía sólo diecisiete años. Cuando le En ocasiones el cansancio le baja las maa Zeno Gandia, le dijo estas ex nos y le entristece el alma. Sus manos, que trañas palabras: ya echan de menos armas más pesadas con Usted no me conoce. Es preciso que an que defender a Cuba, rechazan la pluma.
tes de darme su Otras veces, la visión de su muerte la asalde warme su mano piense si es digno de estrecharla un hombre ultrajado que aún ta. Dice. no ha recibido satisfacción a su decoro Mi porvenir es como la luz del carbón ante la sorpresa del joven sudamericano, blanco, que se quema él para iluminar alJosé Martí, abriendose la camisa, le mostró rededor. Siento que jamás acabarán mis lulas cicatrices del presidio.
has. El hombre intimo está muerto y fueSe recibe de abogado y abandona España. ra de toda resurrección, que seria el hogar Va México. Entra a escondidas a Cuba. franco y para mi imposible, donde está la inica Pasa a Guatemala y vuelve de nuevo a Cudicha humana, o la raiz de todas las ba, donde permanece catorce meses y de dondichas. Pero el hombre vigilante y compace sale nuevamente desterrado. Antes de parsivo está aún vivo en mí, como un esqueleto tir, el general Blanco le ofrece ponerlo en que se hubiese salido de la sepultura; y sé que libertad a cambio de que declare su adhe se hubiese salido de su su sepultura: y se que sión a Pispaña. Marti contesta: no le esperan más que combates y dolores Digan ustedes al general que Marti no en la contienda de los hombres, a que es prees de raza vendible.
ciso entrar para consolarlos y mejorarlos.
Va a España y de alli marcha a Estados La muerte o el aislamiento serán mi único Unidos; de aqui pasa a Venezuela, la tierra del sol amada, de donde es deportado. Vuel Por fin, después de agonias y de contrave a Nueva York y de aquí en adelante su riedades sin fin. logra organizar una revevida es una lucha y un ardor sin fin. Du lución. Ha conseguido dinero, tiene tres barrante toda esta larga via crucis, desprccia cos con armas y hombres y sólo espera un bienestar y comodidad, palabras que carecen aviso para lanzarse a la lucha. Pero interde sentido para él. Su obsesión es la liber viene el gobierno de los Estados Unidos y perro.
presentaron a Este aspecto civil de Martí cobra mas relieve si recordamos que era de humilde origen social y que estaba dotado de condiciones intelectuales que en ciertos matices lleaban a la genialidad. Como pobre que era no defendía, al luchar por la inedpendencia de Cuba, riqueza particular alguna: no tenia hacienda que pudiera ser amenazada por la codicia de los opresores ni depia pagar impuestos que le resultaran onerosos o violentos. En este sentido su espiritu revolucionario era puro y sus ideales de libertad no estaban manchados por la ambición de groseros intereses materiales. siendo inteligente y, además, hijo de españoles, condición que en esa época equivalia en Cuba a preferencia y distinción, pudo haber alcanzado con facilidad lo que muchos criollos tal vez apetecían y alcanzaron: forpremio