92 REPERTORIO AMERICANO El rescate Envio del autor. La Habana, marzo de 1936 Al vollear de las olas mi cordaje. redes de espuma al hilo de mi entrañamúsculos verdes para hacer montaña y tempestadas para hacer coraje.
La media luna para el abordaje agilidad de pájaro en mi samaen palo de otro barco mi cucaña y en corazón de otro hombre mi linaje.
Rescatar al velamen tu blancura manchada de corsario y lejanía y restituir la luna en mi locura, a donde debe estar la amada mía rezando por las almas de mis muertos, con los voces del mar sobre los puertos.
Carlos Girón Cerna.
ROSE Madera de Rosie Juan, de que fué lo cosa la primera. Los ninos lo usan como el instrumento primero en este mundo y travesean con estas palabras obscenas, pobrecitos, como con sabandijas.
y dejaba los los licores cosas, Flaquezas. Sus flaquezas tenía, y cómo no, si era tan rico y son los ricos quienes dan una periferia grande donde se asienten las cosas mejores y las dudosas. No fijaba la pica de una religión, de un plan, poniendo sobre ella el peso entero de su voluntad; a.
bulaba mucho, probaba de las doctrinas, hoy la Vedanta, mañana budismo ortodoxo, pasado mañana un neucristinismo fresco y trémulo de Paraclito. Me dolian a mi estas promedanes suyas por paisajes espirituales que no le paraban nunca en adopción definitiva: le miraba con ex trañeza a este leal ya a este viril, estas veleidades poco mujeriles, y me las he venido a entender muy tarde.
En nuestros países nuevos, que son todavia unas tembladores de protoplasma con algunas pecas de cuajos aislados, quien se hace budista no halla un grupo formado que le reciba, le nutra la vocación primeriza y le sostenga los brios, y si es neo cristiano no encuentra tampoco esos convivios calurosos de revisionistas dei Evangelio que le ofrezcan sus hallazgos y le reciban los suyos. Los teósofos mismos, más numerosos que las de más sectas, logran cuando más llegar a un grupo de místicos ingenuos y confusos que no saben coger con garra de adoctrinamien to sólido a un espíritu fuerte, acostumbrado a autoridad y a ordenación. En Europa hasta las cosas de ayer, no digamos las del siglo, cuentan ya con tradición, han madurado organismos, periódicos e iglesia; el imperativo occidental de organización es tan absoluto que lo nacido ayer ya camina con nor ma adoptada, ya ha echado vértebras y ya apoya al que prosélito, se hace cargo de él.
él.
Eso, el organizar, constituía el apetito más vivo, de este viejo jefe de hombres e intentó sociedades y capillitas que se le hacían arena o humo, porque para organizar en lo tierra de Chile es preciso poseer una autoridad muy grande y muy fuerte que faltaban al noble viejo del cual se reían los tontos lo mismo que los inteligentes banales.
Yo veo el alma de mi amigo querido, pa recida a la medusa que va y viene, pesca alla una brizna, toma aquí una burbuja y sigue así, preciosa e infeliz, sin cales en su cuerpo para vencer al crustáceo toda ella en carne viva, sin firmeza en si ni en el agua que la sostiene y que le falta en cada momento.
Habia dejado de ser católico no sé cuando, desde hacía mucho tiempo. Era como su familia de misticos y ansioso de experiencias interiores, ávido de signos, y ha debido parecerle el catolicismo una religión demasin do sedentaria de clan arribado, de vieja fundación sin novedades. Yo, que le sentia vivir como el cateador coquimbano que repe cha la cordillera en un jadeo constante, tromendo al sol y a la sombra, solia desear an alma querida una parada la búsqueda, un escondedero de reposo. Pero el miraba con malísimos ojos los establecimientos y las calmas que caen ai fin en el sueño; el me hablaba con desdén de algunos serenos. de ciertos fundados. haciéndome ver los tales arribos como unas vilezas honorables y unas flojedades que acaban en polvos de muerte.
Seguía a esta flaqueza suya del vagabun daje religioso otra talvez más grave aunque fuese tan noble de indole: su falta absoluta de discernimiento respecto de los individuos, el creer a todo el mundo capaz de. iluminación, conocimiento y trabajo óptimo. LI no eches margaritas a los puercos. lo leye sin querer entenderio literalmente, que es la única manera que hay de entenderlo.
Cuando salia de su casa con nue vas el pobre diablo que aparecia a la vuelta de la esquina le recibía el mensaje y el que le hablaba por un comentario politico mundano le parecía discipulo posible. No se le ocurrió nunca en su cabeza surcada de ocurrencias lúcidas que entre los hombres co mo en los edificios, hay sin remedio los desvanes, las salas y los corredores, unos para y para la hornaza de la intimidad, otros para menester de servir sin entender lo que sirven y otros que son puras pasaderas para ir hacia los demás, carne de tránsito a la que es inútil dar ni encomendar nada. El hecho de que Cristo, El mismo escogió, y apenas doce, entre los cuales uno sobraba; el que escoger es función fundamental del hombre, como el articular el lenguaje y el alumbrar los conceptos, el que desperdiciar en los buenos para nada significa hombrear a los mejores, fueron ver des de Pero Grullo que no quiso aprenderse nunca, voluntariamente cigado pe una generosidad tan santa como loca. No puede darse montón más abigarrado que el de sus discipulos amigos de nuestro guiador, almácigo más grotesco que el de su congregación de fieles.
Sin embargo, no se mereció la indiferencia y la ironia gruesa que fueron las únicas reacciones que obtuvo en su Santiago mundanisimo a lo largo de veinte años de trabajo social. Por qué provocaba el desdén redondo de los capitalinos este santo viejo? No seria a causa de su altruísmo, porque muchos se aprovechaban de él si venia el caso; no seria por su patriotismo, que de esta planta hasta hace poco hacíamos criadero cuidedisimo los chilenos. Era a causa del ab soluto de ambas en el dar y el aconsejar. Resultaba antipático como León Bloy a los clérigos o don Francisco Giner a los pedagogos esta vida puesta bajo la norma del absoluto, volando a doscientas atmosferas o quemándose a fuego de antracita, a la vista de los hombres del al vez y del según. de los que vuelan lo que vuela una pintada y de los que escogen para letia de su fuego los tallos de malvavisco, que solla man y no queman.
Su llaneza rayana en camaraderia COlegio, tampoco gustaba a los chilenos que si no son frios de pecho, lo son de solapa, por una imitación sajona de las más infantiles.
Aquel hombre que había sido Almirante y no lo recordaba ni lo hacia recordar, les parecía un viejo caido en cierta demencia senil dulce de ver a veces y desagradable en otras.
Ahora está el viejo marino delante del ángel de la raza que si existe, lo recibió como a su hijo y si no existe, él puede componer con una materia más dócil para proyectar creaciones, y yo le oigo sus encargos para el Angel Chile, dados con la rotundidad que él usaba en sus conclusiones. Gabriela, hay que precisar, toda costa, siempre y que Se escalonan así: Danos contra la avidez la templanza; danos contra la carnalidad el re suello del espiritu; danos contra los alcoholes engañosos la embriaguez legitima del mar y la montaña: danos contra la desorientación, el hallazgo del ritmo nuestro, del que nos conviene, del que nos haga diestros y dichosos. El ángel le escucha seguramente con menos extrañeza que los petimetres de la Calle Agustinas, le ama el sagitarismo del juicio para pedir lo necesario, y si tenemos re medio todavia, le responderá que sí, que. que si. buenas el coloquio 7932