162 REPERTORIO AMERICANO y tura: la superioridad habia en güenza de adoradores y de letrados, que Ni ellos ni yo nos dimos por no nuestra, la gala de mi raza, con Teresa de la Parra hablaba de la celebraban sin engreirla, co tificados del desastre que venia.
una ternura deshecha y una sucesos grandes y de meaurlen mo a un regalo raro que les hu Tan normal parece el bien en tristeza indecible.
cias caseras desde un centro o ciera la orilla salvaje. el con ciertas criaturas, y tan absurdo Pero todavia yo confiaba, vi eje especial, y el tema serio o tinente que sólo de tarde en tar el derrumbe de un cuerpo noble, viendo la misma y terca espe trivial no importaban: eran ade ellos ven y estiman. Al irme a que yo retuve como la única ranza de su única y noble enfer cento, actitud y dejo los que haItalia, perdi con otras ventajas verdad verdadera la Teresa de mera, la cubana Lydia Cabrera. bían mudado. Daban gana: de la de mi nutrimiento americano Paris, que en aquellos ineses mis. que a la hora del desbande preguntarle que experiencia haen su frecuentación y en la do mos la tisis majaba como una de las amistades, estaba con ella bía tenido en los días y las no los García Calderón, Zaldumbi presa entregada, como la medu y quedaría a su lado hasta las ches del sanatorio extranieco de, Arguedas y Belaunde transa que desbaratan en la duna el postrimerias.
Sus respuestas, a veces esquivaseúntes normales de Paris. Ad aire y el sol. Teresa de la Parra No se va un bien tan grande doras, a veces fiadas a mi, me las mirándola mucho y queriéndola había dejado la llanura de Se como la belleza, que a veces se cuento entre las cosas sin precio más, poco nos escribíamos, man na, que hirió de muerte a la hija llamaria sobrenatural, no aban que yo he alcanzado saber de 10 teniéndonos siempre cogidas code Meseta, por su cielo bajo su dona a ciertos privilegiados, sin inefable en este mundo, donde mo de la mano, en una aliar za niebla mala y su aire industrial, que las reemplace alguna cosa nada me importa como este gede criaturas que sirven al dios y ahora vivia en la montaña sui fascinante como ella misma, que nero de noticias secreto de la América, que an za, de la cual no se baja sino pa trae una fuerza igual. Esta con Lydia Cabrera podrá contar dan la misma ruta y truecan de ra consumar un acabamiento traparte es la que cuenta An para los suyos esa industria cotarde en tarde los trances de Yo no creí en la desventura, nunzio en la agonía de Adolfo llada y definitiva del trueque de gozo o de pena que da la extran hasta que me la encontré, en Bermond. Contemplación de la la Teresa mujer de mundo en la jeria 1935 en Cataluña. Qué asoro Muerte. yo me he visto si Teresa gobernada por un mane tan triste el mio en el hotel de fenómeno oculto sólo en el caso jo divino y sordo.
Saudade.
Por ese tiempo Barcelona, después de cinco anos de la extraordinaria venezolana Entre pedazo y pedazo del pan aparecieron, en español y en de ausencia! Habia que apreny sorbo del café que le gustaba francés, Las Memorias de Mamá derse como un paisaje trocado servirme de su mano, yo bajaba Blanca. relato de infancia mu cor corporalidad de la preciosa cria.
los ojos y lloraba a hurtadillas gistral, acierto de un género no había que recoger de un Parecia una reina santa, Isabel hasta entonces poi golpe el estrago no seguido poco Últimos moldes.
descubierto Nos nacis de Hungria Isabel de Portugal.
nosotros y una maravilla de lena poco en las facciones del rostro Teresa de la Parra, que sus ami en la montaña suiza la segunda ayudando a su cocinera terra gua donairosa, cuya serenidad querido, honra de nuestra raza o sirviendo a la mesa. Sewa sonriente ya estaba tomada de mestiza. habia que estar trangos de ésta y la otra orilla no couna punzada de intuición respeccierto clasicismo criollo español quila y sonriente delante de la nocerían que yo tuve bajo mis to de su secreto viendo estas y La critica de ojo sagaz dijo de es muy sutil para que el espejo de ojos, por diez meses para consootras grandes humildades suyas: lación permanente de mi pesar te segundo libro la mi cara no le devolviese su mu quemaban de pronto por lo que que tiene sobre Ifigenia en la dig.
danza lamentable. La Teresa de y quien sabe si para volteadura ellas de otro orden, de mi misma nidad del idioma y en la expe antes, el venado rápido de nuesy yo recibiéndolas, sentia algu Teresa de la Parra buscaba riencia madura de la contadora. tra sierra, andaba ahora lenta na cosa como un calofrio de verBuena parte de la critica cursi.
hora la vida sin sensualidad almente; el jadeo se había aposenlona lamentó la tala del romántado en su garganta: su espa da guna, y lo hacia de un modo esSupo vivir como pocas la juticismo cumplida por Teresa en pecial y secreto. Puede conse deformaba ligeramente; las ventud en su rojez de fruto cavenir el que me salve; pero putre las dos obras, y habló de la canas acudidas le habían dado de bal sin disminuciones miseras.
diese también no tener eso nindecadencia de ella, precisamen de un golpe edad madura, aunguna importancia para los asun pero siempre con un perfecto de te en la hora mejor de su pro que le allegasen mayor dulzura coro; supo vivir su madurez amaducción tos de mi alma todavía de la que siempre llevó gada de un mal terrible, en un El alma como la mira absoluLa imagineria de la infancia, aquél rostro que era pia do 30 aestoicismo exento de sequedad: ta se le había revelado en la mon que Teresa había removido para demás de bello. El derrumbe vaciarla en las Memorias. se le cumplia en su cara un curioso taña alpina hasta un punto que y supo padecer su acabamiento, hincada ya en unas realidades quedó hirviendo en tactos y vis trabajo: aparecían los rasgos no se sabe decir, porque aqui dadel iritu que bien veia quien mos nada menos que con el buito tas, y ella quiso volver al Tropidios de la criolla, en los pomu de aire de la gracia.
tuviese ojos para ver.
Co. Hizo el viaje peligroso de los los ahora ostensibles. GabrieGrande y querida criatura, a regresos que, o es de un segun la, ya soy indita para su gusto; yudarla parecia en ocasiones un do enriquecimiento, o es de un ahora cualquiera me conoce, miprivilegio ganado y en otras, un (1)
desengaño disolvente.
rándome, la doble vertiente de La admirable cuentista de! afán inútil. Ni servicio ni conNetre?
Fué a Cuba, a Colombia y a sangres. Yo miraba la faisana negro cubano en: Conside Paris.
Nouvelle Revue versación religiosa, ni nada de Venezuela, en una jira que le devolvió las grecas borroneadas del paisaje, entregándole además a manos llenas el amor de los suyos, en una de las sabiB das cornucopias sudamericanas cuyo exceso o deshace o tonifi SAN JOSE, COSTA RICA ca. Tampoco la vi a su regreso: pero una carta suya, tenAGENTES REPRESENTANTES DE CASAS EXTRANJERAS dida como las rutas de su Orinoco me llevó hasta Italia su contento de la excursión larga y una Cajas Registradoras NATIONAL (The National Cash Regisrer Co. Maquinas de escribir ROYAL (Royal Tipewriter Co. Inc. especie de entrega nueva a lo Muebles de acero y equipo para oficinas (Globe Wernicke Co. americano, con la cual me daba Implementos de goma (United States Rubber Co. Máquinas de contabilidad MONROE Refrigeradoras Eléctricas GRUNOW Plantas eléctricas portátiles ONAN La dolencia Pocos meses Frasquería en general (Owens Illinois Glass Company. después me dijo Gonzalo ZalConservas DEL MONTE (California Packing Corporation. dumbide, su padrino de letras y Equipos KARDEX (Remington Rand International. su estimador más lúcido, que TeMaquinaria en General (James Montley, New York. Etc. Etc.
resa habia entrado en un Sanatorio. mí, como a otros amigos JOHN KEITH, RAMON RAMIREZ, nos costaba creer en que la tu SOCIO GERENTE.
SOCIO GERENTE.
berculosis pudiese amagar ana vida que vimos tan placentera JOHN KEITH CO.
RAY ALZ todo gusto.