REPERTORIO AMERICANO CUADERNOS DE CULTURA HISPANA Tomo XLVI San José, Costa Rica 1950 Jueves 20 de Abril No. Año XXX. No. 1108 La curiosa vida de Don SIMÓN RODRÍGUEZ Maestro del Libertador llama la historia al fantástico don Simón Rodríguez, apellido éste que fué el de su madre, según parece.
Por Camilo PARDO UMANA Nacido en Caracas en 1771, se sabe de su mo(En El Tiempo de Bogotá. 28 de noviembre de 1948. desta vida en casa de los Palacios y Blanco, tíos de Bolívar, por carta del abuelo don Feliciaque este hombre es muy agradable y, al misro a su hijo Esteban, residente a la sazón en mo tiempo, puede serme muy útil. El es un España (año 1792. en uno de cuyos pámaestro que enseña divirtiendo y es un amarrafos dícele así: nuense que da preceptos a su dictante. El es Te incluyo una lista para que me comtodo para mi. Cuando yo le conocía valía inpres y remitas los libros que contiene tomanfinito. Mucho debe haber cambiado, para que do el dinero que necesites para ello de Iriarte yo me engañe. Gire usted contra mí el dinero (el comisionista de la familia. Estos son que le dé y mándelo. Yo tengo necesidad de para el amanuense que me escribe, que es don satisfacer estas pasiones, ya que las ilusiones Simón, el hermano de Cayetanito Carreño; es de mi juventud se han apagado. En lugar de hombre muy de bien y de bastante habilidad una amante, quiero tener a mi lado un filopara llevar mis asuntos y cuentas con descanso sofo; pues en el día, yo prefiero a Sócrates a wo.
la hermosa Aspasia.
Según autores responsables, el propio inEs curioso anotar que pocas horas más teresado aseguraba no haber conocido a su tarde entró el Libertador én Huaylas, en donpadre, pero que en cambio había conocido a de conoció a la encantadora Manolita Madroun fraile que visitaba a su madre. Bastardo ño, quien le hizo olvidar con sus encantos fué, por lo tanto, y a causa de cualquier heri2unque por corto tiempo no tan sólo del da que sufrió en su amor propio, cambiose el maestro filósofo, sino también a Manuelita apellido Carreño por el de Rodríguez; y en Sáenz, quien habíase quedado rezagada en Hua1797 abandonó para siempre a Venezuela, machuco.
rumbo a la Isla de Jamaica.
Muy posible es que don Simón Rodríguez Es indudable que el estudioso amanuense viajara a Lima con la división del general Vade don Feliciano Palacios y Sojo, enseñóle las lero y es casi seguro que de la Ciudad de los primeras letras al futuro Libertador, pero jaReyes del Perú se trasladó a Chuquisaca en más parece haber sido su maestro en el senticompañía de Manuelita Sáenz y de la madre do riguroso de esta palabra, es decir, el homde ésta, doña María de Aispuru. Una vez bre que dedica a su discípulo algunas horas de en esta ciudad boliviana estableció nuestro héenseñanza metódica y monótona de varias maDon Simón Rodriguez roe la llamada Escuela Modelo, en cuyas at terias. pesar de esto, no puede negarse que las enseñaba anatomía paseándose completaCarreño Rodríguez ejerció incontrastable inme contemplado de cerca aunque colocado a mente desnudo por en medio de los discípulos, fluencia sobre el joven Bolívar, puesto que tan remota distancia. Con qué avidez habrá sistema que, en su concepto, los acostumbraba cuando volvieron a encontrarse en París, siete seguido usted mis pasos: estos pasos dirigidos a familiarizarse con las diversas partes del cueraños después, aquél contagiole de enfermizo muy anticipadamente por usted mismo. Usted po humano. Ya pueden los lectores, imaginarromanticismo y los dos emprendieron el his Lormó mi corazón para la libertad, para la se el espectáculo tan grotesco que presentaría tórico y enloquecido viaje a pie por Italia, que justicia, para lo grande, para lo hermoso. Yo el chiflado pedagogo en cueros, viejo, flaco culminó en el abandono que del maestro hizo he seguido el sendero que usted me señaló. y apergaminado. No es, pues, de extrañar que el discípulo en la ciudad de Roma.
Usted fué mi piloto aunque sentado sobre el plantel modelo fracasara, como bien lo esRefiriéndose a esta época (1805. Tomás una de las playas de Europa. No puede usted cribió el maestro a Bolívar, en curiosísima Rourke escribe las siguientes palabras: Si figurarse cuán hondamente se han grabado en carta en que le dice: món Carreño o Rodríguez o Samuel Robin mi corazón las lecciones que usted me ha da Ya tengo el lomo duro, y si he de decir son que todos estos nombres usó a capricho do; no he podido jamás borrar siquiera una lo que siento, me gusta tener la culpa para de su fantasía. fué un no conformista cons coma de las grandes sentencias que usted me evitarme el trabajo de justificarme; no hay Litucional, un intelectual medio chiflado, que ha regalado. Siempre presentes a mis ojos in cosa más pesada para mí.
llevaba una existencia semivagabunda, en con telectuales las he seguido como guías infali Mea culpar el haberme encargado del dición desastrada a veces, pronunciando citas bles. En fin, ha visto mi conducta: usted ha Hospicio de Bogotá; mea culpa: el haber sido de los filósofos romanos y griegos y llevando visto mis pensamientos escritos, mi alma pin comisario bizcochero: mea máxima culpa: el siempre en su bolsillo un ejemplar del Emilio, tada en el papel, y usted no habrá dejado de baberme nietido de director de Charcas.
de Juan Jacobo Rousseau. Es el único libro decirse: Todo esto es mío, yo sembré esta Sáqueme usted de aquí, enviándome con. decía que constituirá en cualquier perío planta, yo la regué, yo la enderece tierna, aho qué irme: lo que había de haber guardado pado de tu vida, toda tu biblioteca.
ra robusta, fuerte y fructífera, he aquí sus ra mí, lo he gastado con las muchachas, creDespués de la separación de Roma, don frutos; ellos son míos, yo voy a saborearlos yendo que hacía bien; no me quejo, porque Simón Rodríguez, dirigióse a Rusia, en don eu el jardín que planté; voy a gozar de la creo que he hecho bien; y si usted cree lo de sus pasos se pierden en medio de las más sombra de sus brazos amigos, porque mi de contrario, será como siempre, mea culpa.
confusas aventuras; hasta 18 años más tarde, recho es imprescriptible, privativo a todo. Aquí no hay un cuartillo; el carpintero hacia los últimos días de 1823, aparece en no contento con esto el Libertador or francés que enganché en La Paz se ha entenBogotá, dizque con el propósito de prestarle denóle al Vicepresidente, General Santander, dido conmigo, y a mí no más me ocurre; no sus servicios a la naciente República. Súpolo que le auxiliara económicamente y que le en tengo cosa de valor qué vender, y le he dado Bolívar, y desde Pativilca, escribióle nobilisi viara a su lado. Empéñese usted porque se una orden para que usted le haga pagar en ma carta, de la cual merecen destacarse las si venga decíale al Hombre de las Leyes. Lima. Hasta la vista. El nombre del guientes frases: desde Huamachuco, el de mayo de 1824 carpintero es Bautos Simón: qué casualidad. Usted, maestro mío, cuánto debe haber on lo que me hará usted un gran servicio por Tres Simones en un negocio. Así irá mi carta Este documento es propiedad de la Biblioteca electronica Scriptorium de la Universidad Nacional, Costa Rica